23 de Diciembre, Invierno
He pasado muchos inviernos en mi vida y puedo jurar que este se notaba extrañamente frío, blanco tenue, muy vacío, hablaba con Alice todos los días, videollamadas y esas cosas, pero aun así, cuando te acostumbras a una presencia, es tan difícil la ausencia, nunca me acostumbraré, más si sé que en cada videollamada, veo como aparta sus mechones despeinados de cabello, con el anillo de compromiso al dedo, saber que cumpliré 18 en unos meses y que con ansias la espero, a penas cumpla 18 juro que me la llevo lejos, me encontraba sentado sobre el capó de mi auto, fumaba un cigarrillo, he intentado dejarlo, pero es un vicio realmente fuerte, ahora que lo pienso, me volví adicto al cigarro, al mismo tiempo que me volví adicto a ella, y la adicción del cigarro podré vencerla, pero ella siempre será mi fregada droga imposible de desintoxicar de mí, puedes volverte adicto a alguien en tan solo segundos, una sonrisa es más que suficiente para querer volverla a ver, y sin darte cuenta habrás caído en lo más profundo de un fregado abismo, un abismo que se encuentra en su mirada, donde tu ringtone favorito para tener en tu celular, es el sonido de su voz tan feliz al carcajear, en donde hasta el mínimo detalle se vuelve tan fregadamente importante, donde ya nada vuelve a ser como antes, en donde un lienzo azul ennegrecido, se ilumina por un radiante brillo de luz amarillo, y así terminas completamente dependiente de ese enorme brillo de luz, el ser dependiente es el estado más adictivo, porque si esa luz se ha convertido en un ansiolítico y te produce una ataraxia indescriptible, y puedes decir que esa persona aunque sea un rame idílico es quien te produjo por primera vez una limerencia, y eso... Esa fregada sensación, es a lo que puedo decir, una droga que no escogimos y solo se volvió parte de ti, una adicción benigna que solo produce bienestar en ti, solté la última calada que había dado al cigarrillo, el frío podría calcinar los huesos con total facilidad, miré el reloj de mi celular para asegurarme de la hora, 7:00pm marcaba, dejé que el aire helado congelase mis pulmones al inhalar profundamente, soltando un enorme suspiro en donde el aire caliente del dióxido de carbono exhalado de mí, formó en mi frente una nube de humo similar al del cigarrillo que acababa de consumir, era hora de volver a mi casa.
...
Mientras manejaba rumbo a casa se desató una fuerte nevada, los autos conducían lentos al tener el impedimento de los parabrisas cubiertos en hielo, el frío era abrumador y hacía sentir más notoria la interminable soledad, la señal era horrible y aunque intenté llamar un par de veces a mi madre, no lo logré, mucho menos comunicarme con Alice, observé la hora en el celular que tenía en mi mano, ya llevaba una fregada hora atrapado en el tráfico por la nevada, odio tan rotundamente el tráfico, constantemente pierdo el tiempo, es cierto, pero no en una oleada de automóviles queriendo llegar a sus destinos mientras que una nevada les impide, bufé cansado en mi asiento con las manos aferradas al volante, tocando con mis dedos el ritmo de una canción de The Weeknd ft Juice WRLD que sonaba en mi reproductor, la letra del coro describía muy bien lo que puedo sentir por Alice en este momento, "I'd do anything in my power, to see you just smile, i want you to prosper, and come proper, even if that means, i ain't by your side", rechisté y solté una risilla por lo bajo, negué con la cabeza ante la letra de la canción que sonaba, ¿Enserio deben haber canciones tan fregadamente molestas?, justo en ese momento, otro sonido alertó mis sentidos, el ring de llamada de mi celular comenzó a sonar, había caído la señal por unos breves minutos, pero al tomar entre mis manos el teléfono y ver quien era el contacto, sentí la ira correr junto a la sangre por mis venas, una carrera por ver quien invadía primero mi cuerpo, golpeé el teléfono contra el asiento del copiloto, y subí el volumen de esa fregada canción, preferiría escuchar algo que me hablase de mi nostálgica falta de una entrometida conmigo, a la voz de mi fregado engendrador, al final terminé relajándome un poco, disfrutando de la música y evitando que el frío calcinara mi ser hasta matarme de hipotermia, antes de si quiera poder llegar a volver a ver a esa entrometida despeinada que ahora era mi prometida y futura esposa.
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Simplemente Ella
Teen FictionXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...