Simplemente Ella

Capitulo XXIII

13 de Febrero, Primavera.

Estaba sentado debajo de mi pequeño refugio, escuchaba Teeth de 5sos, mientras pensaba un poco, cuando de la nada mi teléfono comienza a sonar el ring de llamada -¿Hola?

-¿Xander?- Era la voz de mi padre, él jamás me llamaba, ¿Para qué lo hacía? -¿Sí?

-Hijo, verás, ya te he depositado el dinero de tu manutención de este mes- Esos temas él los hablaba con mi madre, ¿para qué me los decía a mí ahora?, los temas de mi crianza económica era problema de mis padres hasta que yo tuviese 18 años de edad, aunque no fuese la mayoría completa de edad para declararte completamente adulto, era edad para que pudieras trabajar, que fortuna tenía Rhos, el hermano mayor de Alice, él ya podía trabajar e independizarse, yo aún debía soportar que mi padre enviase el dinero para mí sabiendo que estoy en todas mis capacidades de conseguir el dinero por mi propia cuenta, aunque en una ciudad con tanta crisis laboral como esta, sin dudas que era algo difícil –Además he transferido dinero extra a tu cuenta, verás mañana es día de los enamorados, quizás invites alguna chica, sé hombre, ya tienes edad, a tu edad yo era todo un Don Juan- Imbécil, por eso embarazó a mi mamá, yo no quería ser un idiota más que solo estuviera con las chicas por sexo y luego las dejara, no quería ser como mi padre –Padre- Acababa de recordar que el retrovisor de mi moto se había roto hacía dos semanas, cuando tuve que correr a salvar a Alice de la piscina –Tuve un problema con la moto.

-¿Qué ocurrió?- Su voz salió notoriamente serio, y era claro, sería el segundo problema que daría desde que tenía la moto y solo llevaba dos meses con ella, de pronto se me ocurrió decirle nada más que la verdad a este viejo desgraciado –Salvé a una chica ebria de una piscina, y cuando corrí a sacarla no aseguré la moto, por lo que se cayó y el retrovisor se quebró- Hubo un corto silencio antes de escuchar la voz de mi padre sonar de nuevo a través de la línea telefónica –He transferido lo suficiente para que la repares y otro poco para que procures llevar a esa chica a algún lugar, sabes a lo que me refiero, no me defraudes- La llamada se cortó antes de que pudiese decir algo más, "Que fregado imbécil", pensé, al menos tenía dinero extra, y eso era lo que valía la pena, esta malvada llamada no había resultado en vano, al menos conseguí ventaja de esta.

...

Había quedado con los chicos en que iríamos al cine, no habíamos podido el día en que habíamos planificado debido a que a Guel le surgió un inconveniente con una tía que se enfermó, o algo así, y lo obligaron a ir a visitar a su tía que por desfortuna vive en otra ciudad, por buenaventura esta vez estábamos todos, era más fácil conseguir una cita con el presidente, a que todos lográsemos coordinar una salida juntos, estos idiotas de la chingada siempre les surgía algo de último momento y debíamos posponer, y así entre retardos, jamás cuadrábamos una verdadera salida.

-Xan, veo que acomodaste el retrovisor de tu moto, no nos has contado cómo se te ha quebrado- Dijo Guel mientras comía un bastón de chocolate mirando el catálogo de películas que ofrecían -¡Cierto Xan!, ¿Cómo se te ha quebrado?- Dijo Ángel, colocando su mayor cara de intriga, realmente parecía pato con estreñimiento cuando colocaba esa cara, y era imposible evitar reírse viéndolo -¡Imbécil pareces un pato que no logra defecar!- Dije mientras me carcajeaba de su rostro -¡Púdrete Xander!- Contestó Ángel en su defensa y todos nos carcajeamos al unísono -¡Hey Guess!- Dijo Winder para captar mi atención, me giré a verlo y me hizo una seña con la mano –Voltea imbécil- Me dijo, al girarme, no podía creer lo que veía, Alice iba caminando con dos chicas más, hacia uno de los mostradores a comprar entradas, Guel compraría la de nosotros así que no sabía que película veríamos, siempre y cuando no fuese una romántica, por mí estaría bien –Uhh... Es Alice- Dijo Ángel, mientras claramente se sabroseaba a Alice con la mirada, la chica llevaba un pantalón negro, con unos tenis negros con detalles rosados y una blusa transparente rosada, de hecho, era la misma blusa que llevaba el día de la fiesta de Halloween, su cabellera otoñal despeinada y llevaba una bandolera que a mi parecer era blanca -¿Esas son?- Dijo Winder mirando con asombro a Ángel –Sí, esas son Mar y Jeandra.