Capitulo LVII

24 8 42
                                    

08 de Agosto, Verano


-¿Hola, Guess?

-¡Feliz Cumpleaños Entrometida!

00:00am marcaba el reloj de mi celular cuando marqué la llamada al teléfono de Alice, oficialmente era su cumpleaños número 17 –Estás Loco Guess- Su voz se escuchaba soñolienta, notoriamente estaba dormida cuando marqué su celular, y es que para ser sincero, ella se había dormido hacía 2 horas exactas, es que dejó de contestar mensajes a las 10:00pm y supuse que ya estaba durmiendo, fregada dormilona, parece un koala –Vamos Lynn, es tu cumpleaños y tú durmiendo, ya pareces un koala- Se escuchó su bostezo tras la línea telefónica acompañado de lo que fue el rechiste de una leve carcajada -¿Has estado leyendo sobre animales?- ¡Demonios!, ¿Tan claro era?, ¿En qué momento me estaba cambiando tanto la fregada personalidad? -¿Cuentan las curiosidades de Doc Top en YouTube?

-Sí- La escuché carcajear ahogado tras la línea, no pude evitar sonreír como un imbécil a la nada de mi espaciosa habitación, sosteniendo el teléfono en mi oreja -¿Compraste todo?- Le había entregado mi tarjeta ayer a las 5:00pm cuando la había dejado en su casa, después del fregado seminario de la chingada que mi padre había acordado con la rectora como única forma de que no me expulsaran del fregado colegio... "Fregada anciana", pensé –Algunas gaseosas y jugos deshidratados, de los sándwiches se encarga mi madre y...

-¿Estas de friega?- La pregunta salió con más asombro de mis labios del que esperaba, y es qué no podía coordinar mucho en mi cabeza lo que esa fregada entrometida loca estaba diciendo, estaba cumpliendo 17 años, no 5, ¿También se habría pagado una princesa con mi tarjeta?, la escuché nuevamente carcajear ahogado tras la línea –Sí, y también me he comprado un pony Guess- Blanqueé los ojos aunque no pudiera verme y me deje caer sobre la almohada, con la cabeza apoyada sobre esta y mi brazo izquierdo –Déjate de monadas Lynn.

-¿Ahora todo lo dirás con animales Guess?, ¿Qué pasó con ese acento raro?- ¿Acento raro?... ¡Demonios!, debía tratar de recordar a toda prisa de qué acento raro hablaba, ¡Fregada memoria de la chingada! -¿No te recuerdas cierto?- Supongo que las puertas del pensamiento se cerraron en mi cabeza, quizás se dañaron por tanta humedad a causa de la fregada marea de ansiedad que a veces suele surgir, agradezco que no con tanta frecuencia, mi vida estaba estable... Estable mientras no tuviera que pensar que solo me quedan dos días para compartir con Alice...

-El acento Mexicano Guess- Exclamó divertida tras la línea, fue cuando se me vino el flashback del recuerdo a mi mente, el día que le había dicho que escuchara Get you the moon, cuando escasamente habíamos hablado pocas veces, fregada canción, le debo esto que estoy viviendo en este preciso momento, quizás al final de cuentas, esa canción sí es el verdadero significado del amor... Amor... Vaya... Jamás pensé sentir algo así –Claro, sí recuerdo- La escuché nuevamente carcajear tras la línea, suspiré –Bueno Lynn, duerme, nos vemos al rato ¿Ok?- Su voz sonó un poco decaída ahora que yo cortaba la llamada –Ay... De acuerdo, dulces sueños Oso- Sentí ese fuego subir desde mi estómago, pasar nuevamente por el diafragma y llegar a mi rostro, no sé cuándo me acostumbraré a sentir esto, es realmente horrible, jamás lo noto satisfactorio, supongo que es un precio a pagar por estar enamorado, enrojecerse ¿No?, la sangre caliente es una forma de reaccionar ante cualquier gesto romanticista que demuestre la otra persona, ¿No es cierto?, fregadas canciones, trato de buscar el significado de algo que ningún ser humano conoce a ciencias ciertas, dentro de la letra de canciones depresivas como las Peep... -Buenas madrugadas Lynn...- Colgué la llamada y dejé caer mi celular a la cama, me incorporé revisando en el cajón de mi mesita de noche y saqué la pequeña cajita de obsequio, aún sin envoltura, que planeo darle a la entrometida, lo compré hace dos semanas creo... Abrí la caja para mirar su contenido y no pude evitar soltar un enorme suspiro, el corazón bombeaba la sangre caliente con tal velocidad que pensé que podría salirse de mi cuerpo, moriría por una fregada taquicardia de esas, eso era una opción que comenzaba a tomar en cuenta, quizás me moría en el momento en que le entregue esta pésima idea a Alice... Bueno... Si me muero, supongo que habré hecho lo correcto... Espero morir antes de observar su reacción, cerré de nuevo la cajita y la metí de vuelta en el cajón, empujándolo con lo que fue más fuerza de la que esperé, agradecía que mi cuarto quedaba completamente alejado del de mi madre y que su sueño era como el de una especie de oso negro en su tiempo de hibernación... ¡Demonios!, tendré pesadillas con animales asesinándome si vuelvo a ojear un libro de biodiversidad fáunica, me aventé nuevamente sobre mi almohada, con mi brazo derecho sobre mis ojos, tomé mi teléfono y miré la hora, 12:30am... Solté un suspiro, y decidí encenderme un cigarrillo, hacía mucho que no fumaba, trataba con mucho esfuerzo de dejarlo, Alice lo odiaba y sé que podía dejarlo, no llevo mucho tiempo prendado a esa basura tóxica, todo comenzó por culpa de la desgraciada Milly Josy, y sé que puedo dejar esta fregada aunque me cueste los insomnios, había hablado con Alice hasta yo dormirme en las últimas semanas, desde... Desde la última vez... ¡Maldición!, con el cigarrillo y el encendedor en mis manos, los arrojé contra la pared lo más fuerte que pude, demasiado diría, el encendedor explotó en la pared al instante de impactar, y los cigarrillos se esparcieron por todo el suelo, bufé y me llevé de nuevo las manos al rostros, cubriendo mis ojos, 18 horas para la celebración del cumpleaños de Alice... 18 horas para entregarle ese fregado obsequio... Y... Y dos fregados días para que se vaya... ¿Por qué diablos debe irse?, ¿Por qué su padre no pudo conseguir un fregado empleo en esta ciudad?, incluso podría llevarle a diario para que no caminase o se fuese en buseta si le quedaba lejos la empresa, ¡Demonios!, antes de darme cuenta, caminaba lejos de mi cuarto y de los fregados cigarrillos, rumbo a salir de mi cabeza y subirme a la azotea, preferiría dormir allí, o al menos hacer el intento...

Simplemente EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora