Capitulo XLIX

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20 de Junio, Inicio del Verano


Con tal solo quedando 4 días de clases y 2 sesiones de seminarios, la terrible realidad que me tocaba afrontar se acercaba, Alice pronto se iría, ¿Cómo demonios se atrevía?, estaba sumergido en mis pensamientos cuando las manos de la entrometida tomaron mi mentón y sonriendo divertida habló –Has estado muy distraído Guess- Dijo mientras sus ojos se centraban en un pie de manzana que estaba preparando con mi madre, nos encontrábamos en mi casa y ya que Alice había pasado a traerme unos trozos de pie que había preparado la señora Lynn, mi madre pidió la receta y me ha tocado ir por todo lo que han encargado, debía admitir que amaba a Guel de haberme obsequiado ese auto, pude ir y venir sin desperdiciar mucho tiempo de mi vida, aunque a donde llegaba llamaba la atención, cosa que aunque me he acostumbrado en los últimos 8 meses que han transcurrido de mi vida, ¡Diablos!, ya han pasado ocho meses desde que conocí a esta fregada entrometida, retornando mis pensamientos a la realidad, esbocé una sonrisa forzada –No es nada- Dije mientras movía la mano derecha haciendo círculos al costado de mi sien –Cosas mías, ya sabes- Ella sonrió y siguió ayudando a mi madre cuando el teléfono sonó inesperadamente, la única persona que llamaba al teléfono de casa cuando mi celular estaba tirado en algún lugar mientras yo escuchaba música, se encontraba haciendo un pie de manzana junto con mi madre, descartando a Alice, la otra persona era... -¿Hola?... ¿Guess?- Mi madre había atendido el teléfono, y sí, la persona menos deseada en este momento, era quien estaba detrás de la línea, mi madre blanqueó los ojos, pero, prontamente se llevó una mano a su boca, y su expresión reflejaba algo que parecía ser entre un complejo de culpa y algo de tristeza, Alice y yo miramos con confusión ante su reacción, ella musito un poco y luego exclamó –Te pasaré a tu hijo- Blanqueé mis ojos con fastidio, me acerqué a mi madre, mientras que esta regresaba junto a Alice, vi que murmuraba algo inentendible y Alice se sentó de golpe, apoyando su cabeza de sus dos manos juntadas en su boca, hice una mueca de exigencia de una explicación, pero mi madre me indicó que atendiese el celular, y no me quedó otra opción que atenderlo -¿Hola?

-Hijo...- La voz de mi padre se encontraba completamente ronca, completamente cambiada, ¿Qué demonios pasaba?, ese ser indestructible, sin sentimientos, ese monstruo sin corazón y con una coraza de agresividad y rencor, ¿Estaba llorando? -¿Qué ha pasado?- Pregunté sin más –Hijo... Mary.... Mary ha...- Su voz se quebró aún más, y no terminaba de hablar, pero por la reacción de Alice y de mi madre, por su quebrada voz, pude calcular lo que pasaba, mi semblante cambió a ser severamente serio, y sentí que no tenía ninguna emoción al respecto, no sentía nada, era como si le hubiesen bajado una palanca a mis emociones, las hubiesen desactivado, algo así como el capítulo de Los Padrinos Mágicos, en donde el chico de gorra rosa, Timmy creo que se llamaba, pedía el deseo de no tener emociones porque estas lo volvían débiles, bueno, me sentía de esa forma, completamente vacío –Mary ha perdido nuestro hijo...- El llanto se escuchaba grueso tras la llamada, se notaba que enserio le afectaba, pero mi ser empático había desaparecido, ante la vulnerabilidad de mi padre, sentí un aire leve de superioridad, era como si mi monstruo interno, ese horrible ser con problemas de control de ira, depresión, ansiedad, y muchas otras cosas negativas que habitaba dentro de mí, que formaba parte de mi día a día, y que había logrado ser encadenado por una Princesa con aires de Guerrera y toques de artista, hubiese anhelado profundamente la destrucción de mi padre de alguna forma, ¡Oh, Diablos!, dentro de mí había anhelado tanto esto, pero no sentía nada como para saber cómo reaccionar, Alice y mi madre me observaban con cara de pesar, quizás esperaban una mayor reacción en mí, un silencio incomodo se formó, y no solamente en la habitación, a través de la línea telefónica, mi padre, esperaba quizás una respuesta, respiró hondo, soltando un suspiro pesado –No me asombra que te haya afectado- Fue lo único que salió de mi boca, y sí, era un fregado imbécil, pero no me importaba actuar como mi padre con mi padre, él se lo ha merecido con tantos años en que me ha fregado sin haberlo merecido, Alice me miró indignada, y mi madre solo abrió tanto sus negros ojos que diría que el cielo nocturno se reflejó en ella en ese instante –Yo...- La voz de mi padre sonó atarugada, miré a las mujeres enfrente de mí que esperaban analizar cada una de mis acciones –Bueno, debo irme- Colgué el teléfono sin esperar una contesta de mi padre, mi madre guardó un silencio sepulcral, pero Alice... ¡Oh demonios!, Alice es una fregada entrometida de vocación –Xander, ¿Por qué has hecho eso?- Preguntó, se notaba la indignación en su mirada, bufé –Porque no me ha importado- Contesté frío, sin mayor explicación -¡Acabas de perder a tu hermano o hermana!- Desconocíamos el sexo del bebé, aunque ya mi padre lo sabía –No era mi pariente.

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