25 de Febrero, Primavera.
Fui al colegio sin ganas, me sentía muy mal, no solo anímicamente, físicamente también estaba fatal, tenía un fuerte dolor de cabeza y ganas de vomitar, había fumado muchos cigarrillos para tratar de ignorar el dolor, pero no se me pasaba, me veía en el espejo del baño, mi cara parecía que me hubiese drogado, que sí lo había hecho, pero con nicotina, aunque también era una droga, pero ¡Demonios!, me importaba un fregado, estaba de mal genio y demasiado mareado para poder pensar, solamente esperaba con ansias el final de las clases, esto era absurdo, no sabía por qué demonios había venido, solo sabía que ya estaba aquí, no estaba seguro si podría conducir la moto en la condición en la que me encontraba, el timbre del almuerzo sonaba, así que me dispuse a ir a la cafetería a comprar al menos una naranjada, quizás, eso me ayudaría a mejorar.
Ya me encontraba en la cafetería, compraba mi naranjada, cuando por instintos giré la mirada a la mesa donde Alice se sentaba, Steve Naivol estaba sentado junto a ella, sacaba de su mochila algo, tomé mi naranjada y pagué a la señora que atendía, hice una seña para que se quedara el cambio, y caminando a una mesa solitaria en la esquina de la cafetería, allí me senté, bebía la naranjada y encendía un cigarrillo, ya para estas alturas, no me importaba quien me viera fumar dentro de la institución, a la fecha que estábamos, sabía que nuevamente perdería el año, así que me daba igual, seguía observando a Alice desde lejos, Naivol había sacado de su mochila, una pequeña caja emotiva, de esas decoradas con temáticas, esta era de unicornio, Alice la abría y sacaba dulces que habían dentro de esta, Alice le sonreía a Naivol y le daba un abrazo, blanqueé mis ojos y me dispuse a salir de la cafetería, no soportaría seguir mirando más esa escena, me provocaba asco el verla.
...
Era hora de salida y al menos ya el mareo no lo tenía, así que podría manejar la moto tranquilo, me subí y al no ver a Alice por ninguna parte, decidí irme, tenía hambre y como siempre, mi madre no estaba en casa, no me apetecía hacerme un sándwich, así que conduje a comprar cuajadas donde Jean.
-Hola Xander, tenías un tiempo que no venías por acá
-Lo siento Jean, han ocurrido...- Suspiré –Cosas- Contesté, llevando un cigarrillo a mis labios y encendiéndolo, le di una calada y solté el humo –Lo mismo de siempre Jean, por favor- El anciano comenzó a cocinar mi pedido, y yo solo pensaba mientras fumaba, contándole mentalmente los problemas de mi mente a mi cigarrillo, tenía hambre, no había desayunado por el fregado malestar que tenía, pero ahora que se me había calmado, podía comerme no lo sé, lo que fuese que sería imposible, y aun así, yo seguiría con hambre, mientras Jean cocinaba, y yo observaba la calle, vi unos rizos negros pasar al frente de donde me encontraba, eran inconfundibles, era Milly, y no sabía por qué, pero por un extraño impulso, pasé la calle hacia ella –Milly- Pronuncié, llamando la atención de la chica, se veía extraña, la notaba diferente, algo en ella no andaba bien eso era seguro, sus ojos marrones estaban enrojecidos, y estaba seguro que no era por el Joint –Milly... ¿Estás bien?- La chica llevaba sus manos a su pecho, tenía un tabaco al que se aferraba, de sus ojos comenzaron a caer gotas, era más que obvio que no estaba bien –Sí...- Contestó, colocando su expresión seria, dándole una calada a su tabaco, expirando el humo y estrujándose el rostro con sus manos -¿Qué haces por aquí?- Preguntó, como si hacía tan solo hace unos segundos no hubiese estado llorando –Espero unas cuajadas... Tú... ¿Quisieras una?- Pregunté, tratando de averiguar realmente que era lo que le pasaba, nunca había visto a esta chica llorar, en cualquier caso creería que no tiene sentimientos, la pelinegra asintió con la cabeza y nos dirigimos de vuelta al puesto de Jean –Viejo, lánzate otra más, yo la pago- Dije apenas estuve frente al puesto, Jean dedicó a Milly una mirada mucho peor de la que le había puesto a Alice, y con mucha razón, Milly llevaba unos mini shorts, unas medias de red, vans negras y un top de cuero negro, aparte de llevar un tabaco entre sus dedos –Xan- Dijo Jean, haciéndome una seña para que me acercara a él -¿Qué ocurrió con Alisson?- Sonreí y negué con la cabeza, acercándome más a Jean –Es Alice, y estamos... Bueno creo que bien... No llevamos ningún título social que se pueda calificar, pero somos algo muy bonito que se puede apreciar- Le contesté, girando mi mirada a Milly que se había sentado en mi moto a esperar mientras fumaba perdida en la nada –Milly es solo una amiga- Añadí a lo que Jean bufó haciendo un gesto sarcástico en señal de que no me creía, me entregó las cuajadas y me dirigí hacia Milly –Ten- Extendiendo mi mano hacia ella le di la cuajada, al ver que la tomó pero no dio respuesta, decidí hacer algo para descubrir que le pasaba, malvada Lynn, ahora yo era el verdadero entrometido -¿Quieres ir a algún lugar?- La chica asintió, acomodándose en la moto, desvío su mirada de mí, mirando hacia su derecha, enserio estaba sumida en sus pensamientos, o quizás solo era el efecto del Blunt, me subí y me dispuse a manejar.

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Simplemente Ella
Teen FictionXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...