15 de Mayo, Primavera
Odio que el sol tienda a ser tan fuerte cuando está llegando el final de la primavera, es Domingo y hoy no he tenido que ir a la cárcel estudiantil que se hace llamar prepa, voy conduciendo hacia el hospital... Si me lo digo mil veces no logro creerlo realmente, mi degenerado padre aún sigue en una rehabilitación intensiva, se ha decidido internar para desintoxicarse completamente y a su vez, luchar contra el vicio de las drogas... "Yo no podría quitarme mi droga cuando tiene un par de lindos ojos caobas", pensé... ¡Demonios!, me he vuelto más cursi de lo habitual... Fregada entrometida convirtiéndome en un Williams Shakespeare... En fin, el motivo por el cual me encuentro yendo al hospital, es porque el idiota de mi padre ha decidido poner todas sus empresas a mi nombre, eso quiere decir, que iré a firmar su testamento en que estoy de acuerdo, he considerado en rechazar mi fregado nombre en su papel de muerte, sin embargo, una cierta entrometida me ha hecho cambiar de opinión, "Fregada Alice", pensé...
He llegado al hospital, trato de aparcar en el estacionamiento del S.T Louis, cuando una oleada de personas con cámaras rodean mi auto... ¿Qué demonios está pasando?...
Me siento afortunado de tener vidrios ahumados en este momento, pero sigo sin comprender ¿Qué demonios pasa?, odio las personas, odio la atención, y estas multitud está rodeando mi fregado coche tomando fotos... ¿Nunca han visto un deportivo o qué?, es modelo del año pasado... Logro por fin estacionar el fregado auto y suspiro cuando noto que las personas rodean todo el espacio, abro con dificultad la puerta cuando logro percatarme de la situación... Son... ¿Reporteros?... ¡¿Qué demonios?! –¡Señor Xander!
-¡Xander!
-¡Señor Guess!- Escucho a todas las personas decir mi nombre a la vez, y juro por Dios que nunca había odiado tanto mi nombre como lo odio en estos momentos, frunzo el ceño y coloco a todos el peor de mis gestos, puedo notarlo cuando retiran de mi sus grabadoras y me dan un poco de espacio, con sinceridad, ahora más que nunca amo poder intimidar tanto con tal solo mi mirada, bufo un poco cansado y veo a todos de mala gana, hay un momento de silencio en donde descubro que nunca había valorado tanto la paz y el silencio, como en este preciso instante en donde un montón de reporteros me están ahogando, y no comprendo ¿Por qué demonios?
-¡Señor Xander! ¿Es cierto que su padre es el Señor Guess y usted es su hijo y heredero?- Uno de los reporteros más jóvenes, un chico de baja estatura y cabellos castaños rizados es quién me hace la pregunta, frunzo más el ceño al darme cuenta los motivos por los cuales me están persiguiendo, mi voz sale áspera y sé por experiencia que mi rostro está a nivel de un asesino serial –No es su problema- Musito, abriéndome paso entre los reporteros que siguen agotando mi corta paciencia, en esta maldita ciudad tienen que tratar a los millonarios como unos artistas, no puedes buscarse noticias de qué se yo, ¿Daniel Radcliffe?, ¿Jason Statham?, ¿Henri Cavill?, ¿Sam Claflin? O yo que sé, ¿Por qué demonios les interesa el maldito chismorreo de mi fregada genética. Agradezco profundamente que guardias del hospital de repente se acercaran e hicieran espacio entre los reporteros, me sacaran del medio de esa cuerda de alacranes y me permitieran tener tranquilidad al estar dentro del fregado hospital, respiro hondo cuando me percato que los guardias les prohíben entrar a los reporteros, y me siento en una de las sillas de metal con plástico de esas de sala de espera, me paso las manos por el rostro en frustración... "Maldición, esto no puede estarme pasando a mí", pensé, saco mi teléfono y miro la hora, 2:30pm, rechisto y bufo cansado, me recuesto en la incómoda silla mirando unos segundos el techo del hospital, me hundo en mis profundos pensamientos, esto seguirá ocurriendo si firmo ese fregado papel, me convertiré en el centro de cotilleos de la ciudad, y odio rotundamente, con lo más profundo de mi fregado y patético ser, convertirme en el centro de atención, si firmo esa fregada hoja, reporteros me perseguirán a donde vaya, ahora que lo pienso, agradezco a mi padre por nunca permitirse una verdadera cercanía con mi madre o conmigo, le agradezco por haber sido un fregado imbécil, pues gracias a eso, mi madre y yo, hemos vivido, en lo que cabe y puede decirse "Tranquilos", solo con respecto a que nadie se ha metido en nuestras vidas personales, en media hora tenía que firmar ese fregado papel, tomo una bocanada de aire cuando la voz de alguien logra sacarme por completo de mi trance de pensamientos avasallantes -¿Está ocupado?- Giro mi mirada al escuchar la voz de una mujer, se ve de unos 30 y algo de años, aunque no los aparente del todo, está vestida de manera formal aunque no precisamente formal de una mujer, si no, más bien, el formal de un hombre adaptado a un estilo femenino, incluso lleva mocasines color café, su cabello es un tono marrón, de ese que lanza alguno que otro reflejo cobre como plumas de esas avecillas café que creo que le llaman chocolateros, es muy abundante y lo tiene atado a una coleta de caballo, sus ojos son del mismo tono, y su piel blanca creo que motea algunas pecas casi imperceptibles, la miro por unos segundos y me doy cuenta de que me he sentado entre dos sillas, y que la sala de espera se encuentra parcialmente llena y no hay muchos lugares donde sentarse, la miro por unos segundos y bajo la mirada, niego con la cabeza como una reacción impulsiva de vergüenza, me aparto de la silla para darle un permiso a la mujer, ella se sienta, la miro de reojo antes de perderme en algunos de mis pensamientos nuevamente, saco mi teléfono y vuelvo a mirar la hora, no han pasado más que unos escasos tres minutos, bufo en frustración y antes de que la ansiedad comience a atacarme y me mate las ganas de fumar, decido videollamar a Alice, el ring de espera de la llamada se hace infinito, hasta que por fin veo su rostro aparecer en la pantalla de mi celular –Hola Guess- Increíblemente siento que no puedo hablar al verla, una sensación rara me recorre el cuerpo y solo puedo fruncir el ceño y apretar la mandíbula, ella ha notado mi reacción al instante, y como toda buena entrometida profesional, no tarda más de un segundo en preguntar -¿Está todo... Bien?
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Simplemente Ella
Teen FictionXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...