07 de Julio, Verano.
Desperté pasándome una mano por la cara, el olor a frutillita golpeaba mi nariz, y tenía mechones de cabello otoñal queriendo entrar en mis fosas nasales, tenía a Alice abrazada y ella dormía tan placenteramente que no quería molestarla, como pude extendí mi mano para tomar mi móvil, eran las 5:00am y el sol aún no comenzaba a salir, ¿A qué fregada hora me había acostado?, creo que nos habíamos dormido hace dos horas a penas, o quizás tres, no presté atención, pero sé que no había dormido nada y aun así no tenía nada de sueño, con todo el cuidado que pude tener, dejé a Alice en la cama y me levanté, necesitaba fumar un cigarrillo a ver si lograba pasar el extraño insomnio que tenía, hacía ya un tiempo de que no lo padecía y extrañamente no logro conciliar el sueño, tomé mi celular y la cajetilla y salí fuera de la cabaña, no quería fumar dentro de esta, sabía que Alice odiaba con todo su ser el olor de la nicotina, el aire frío de la madrugada golpeó mis fosas nasales hasta penetrar mis pulmones con un toque de salinidad en lo que respiraba, miré al cielo en el que aún podían apreciarse luceros mañaneros, por unos segundos me perdí completamente en la vista estelar "Si tan solo pudieran almacenar realmente los recuerdos, me gustaría tan solo que pudiesen revivirlos cada vez que quiero", pensaba internamente rogando a las estrellas que guardasen cada recuerdo de los que había vivido esta semana, justo en ese momento, mi celular comenzó a sonar, vi la hora antes del contacto, a penas y eran las 5:10 am, al detallar quien llamaba, se me tensó la mandíbula apretando los dientes, la llamada era de mi padre, ¿Qué fregados quería ese imbécil a esta hora?, suspiré antes de contestar -¿Hola?
-Hola hijo... Tendrás... ¿Crees que podamos hablar?- ¿Hablar?, ya lo estábamos haciendo, ¿Qué más quería?, estaba poniendo lo mejor de mí con tan solo contestar esa llamada a esa hora, y por su fregada voz podría decir que estaba chingadamente borracho, ¿Para qué quería hablarme? -¿No es acaso lo que estamos haciendo?- Escuché que se ahogaba tras mi pregunta detrás de la línea y no pude evitar blanquear los ojos, aunque no me viera, me daba asco sus reacciones –Bueno... si... Yo...
-¿Podrías decir de una vez lo que debas decir?, ¿Has visto la fregada hora?- No sabía por qué si quiera estaba de mal humor tan rápido –Bueno, yo, lamento molestar, yo... Mejor...- Mi padre divagaba ebrio tras la línea, ya lo de disculparse no era normal, ¿Estaría solamente ebrio?, justamente cuando iba a responder, me arrancaron el teléfono de la mano, ¡Demonios!, miré a Alice que llevaba puesto su pijama que le sentaba tan fregadamente bien, su cabello hecho un completo desastre (aún más de lo habitual), se llevó el teléfono al oído incluso antes de poder decirle algo, no quería discutir con ella, pero creo que notó que me había enfadado, es que no pude evitar asesinarla con la mirada, pasó una mano por sus ojos para aclararse la vista, o quizás intentar despertarse, pues a mi parecer, ella si se estaba muriendo de sueño, encendí el cigarrillo que aún no había encendido, me senté en la cerca del porche de la cabaña, mientras que la veía hablar por el teléfono -¿Señor Guess?
-Sí señor soy Alice.
-Uhm... Descuide oiga...
-No, no señor Guess, por favor, no, no llore.
-¿Seguro no hay ninguna solución?
-¿Y si intenta hablar con ella?- La expresión de Alice se notaba un poco preocupada, pero no dejaba de bostezar cada vez que podía, y ¿De qué demonios estaba hablando con el imbécil de mi padre?, ¿Por qué si quiera se empeñaba en hablarle?, ¿Qué demonios?, se sentó en la cerca del otro lado del porche de la cabaña, recogiendo todo su cabello con una mano, comenzó a enrollarlo sobre su cabeza, dejándolo caer bruscamente –Entiendo... Verá señor Guess, creo que lo único que no tiene solución es la muerte, y sin embargo en la biblia Jesús resucitó gente muerta, incluso, el mismo Jesús resucitó y aún hay personas que milagrosamente reviven luego de ser declarados muertos...- Hizo una mueca, negó con la cabeza, yo alzaba una ceja mientras la observaba, soltando humo con cada calada que daba al cigarrillo –No... Lo que trato de decir señor Guess, es que para todo hay solución, incluso las imposibles, verá...- Se cortó así misma, su expresión se volvió sombría, y mis sentidos se pusieron en alerta, en cuánto el imbécil de mi padre tratara mal a Alice, juraba que se me olvidaría que jamás pude defenderme de él, y le partiría la boca del trancazo que sin dudas le daría por hablarle mal a ella, ella respiró profundo y suspiró –Ya veo... Si eso cree, entonces, es lo mejor, espero pueda sentirse mejor- Su rostro era de completa inexpresión de repente, solté la última calada del cigarrillo –No hay de qué señor Guess- De repente me lanzó una mirada asesina, abrí mis ojos por el asombro, ¿Ahora qué demonios había hecho yo? –Sí, ya le diré, gracias, que tenga buen día- Colgó la llamada, y su enrojecida mirada brillaba ante la oscuridad aún presente de la madrugada, acercándose a mí como si pudiese acuchillarme con la vista, me estampó el teléfono contra el pecho, subiendo sus ojos rojos y penetrando furiosa con ellos, los míos negros -¿Por qué has hablado de esa forma?, ¿No te has dado cuenta que estaba llorando?, serás idiota para no notarlo- Suspiré aburrido, no quería discutir –Alice mira...- Ella me interrumpió al instante -¡Sé cómo te trató tu padre!, ¿Ok?. Pero no por eso tú debes ser igual Guess, tú eres por diez millones mejor que él, él es un idiota, sí que lo es, pero, no te da el derecho a ti de serlo y demostrárselo, eso te hace un cobarde- Quedé perplejo ante sus palabras, entreabrí mis labios con la esperanza de hallar mi voz, pero no la logré conseguir, bufé y tragué grueso cuando ella volvió a hablar –Las acciones negativas que los demás hayan efectuado en tu contra, no te da la excusa para ser una mala persona- Volcó los ojos y colocó sus manos en mis rodillas, apoyándose ligeramente de mí, que aún estaba perplejo ante lo que ella acababa de decir, sin apartar esa fregada mirada enrojecida que tanto amaba de mí –Me ha dicho que Mary, su mujer, ha solicitado el divorcio, algo relacionado a depresión clínica, y... A que tu padre está usando sustancias ilícitas, eso.... Eso lo descubrió Mary, él dice que solo lo intentó para eliminar la depresión, pero, cayó en adicción, la muerte de Samantha les ha afectado...- Se cortó así misma cuando notó mi completa inexpresión, realmente, no era porque quisiera ser indiferente, solamente era, que no supiera que decirle, ahora comprendía la acción de llamarme de mi padre, o si quiera la de disculparse, estaba drogado, bufé, sentí que algo dentro de mí se revolvió, él no cambiaría, ni por la muerte de un bebé no nacido, solo estaba tras el efecto de alguna droga -¿Algo más?- Mi voz sonó más fría de lo que esperaba, Alice tomó mis manos de repente, acariciándolas levemente con sus pulgares, la miré fijo, ¿Por qué demonios tiene que hacerme sentir tantas cosas?, el fregado fuego de siempre subía a mis mejillas, ¿Cómo chingados había logrado pasarme la ira, o al menos, calmar un poco de lo enfadado que estaba con tan solo tocarme las manos? –Sí...Verás- De repente, por su expresión, supe por dónde iba el rumbo de esta conversación, o al menos, pude suponerlo, era la misma expresión que había colocado en el funeral de ese bebé –Ni de coña Lynn- No utilizaba ciertas palabras grotescas, pero habían dejado mi boca antes de si quiera pensarlas, ella abrió muchísimo los ojos, noté que contuvo su respiración, no me había dado cuenta que mi tono de voz había sido muy brusco, ella parecía perpleja, rasqué mi cuello, soltando sus manos de las mías, apreté con mi mano el teléfono, suspiré, me puse de pie, y dirigiéndome a la puerta, me adentré en la cabaña sin decir nada más.

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Simplemente Ella
Teen FictionXander Guess es un chico de 16 años de edad el cual no ha tenido una vida sencilla, teniendo en cuenta que ha sido el peor error de sus padres, creció lleno de traumas que le generaron trastornos psicológicos, tiene un carácter fatal y una personali...