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Los nervios se lo estaban comiendo y los minutos de espera se volvieron horas para él. Seonghwa y su hermano estaban allí con él acompañándolo pero si Seonghwa estaba dormido en el sofá no le servía para nada, quería que Seonghwa agarrara su manito y lo acompañara hasta que la anestesia lo durmiera pero no, Seonghwa esa noche había decidido no dormir durante la noche por quedarse viendo estupideces en el teléfono y justo en el momento más importante había decidido dormirse y lo peor era que incluso roncaba, no lo podía creer.

— No lo vuelvo a traer—su hermano rió.

Seonghwa despertó cuando Yeosang ya no estaba y mágicamente Mingi había aparecido en la habitación y hablaba de cualquier cosa con el hermano de Yeosang ¿cuánto había dormido? Se levantó confundido y saludó a Mingi con la peor cara de recién despierto del mundo, nunca volvería a dormir en un sillón de hospital, su espalda le dolía como si hubiera estado doblado todo el día y ni hablar del cuello. Iba a llorar.

— ¿Cuando se llevaron a Yeosang?

— Hace como una hora y media, buenos días princesa—saludó el hermano de Yeosang.

— Vuelve a decirme princesa y olvídate de tu pene.

— ¿Es tan agresivo?—miró a Mingi y Mingi solo se encogió de hombros moviendo sus pies en el aire, por primera vez en años se sentaba en algo donde no tocara el suelo, sabía que no debía sentarse en muebles pero prefería eso a que sentarse en el piso.

— Depende de la hora y el clima. Mira, se volvió a dormir.

A la hora que Yeosang volvió ninguno se había dignado a despertar a Seonghwa como habían prometido y sólo esperaron a que Yeosang despertara de la anestesia, el mayor había quedado aliviado al escuchar que todo había sido un éxito y sin complicaciones y que debían volver en cierto tiempo para la siguiente. Estaban muy seguros de que Yeosang lloraría, había sido bastante difícil encontrar a alguien profesional que aceptara hacer las operaciones pero lo habían logrado, habían logrado cumplir el sueño de su linda estrella.

— ¿Estás listo?—Seonghwa cubrió sus ojos con sus manos para que no se viera en el espejo. Yeosang solo asintió— puedes abrirlos—sonrió al ver su cara de sorpresa— ya puedes olvidarte de ese horroroso binder—acarició su espalda cuando empezó a llorar de la emoción aunque era incómodo que el doctor los estuviera viendo con una sonrisa como si los conociera de toda la vida— ¿y sabes quién está afuera?—negó— date la vuelta.

— ¡Gigi!—exclamó corriendo a él pero fue mala idea, el dolor que sintió al abrazarlo fue fuerte.

— Auch—murmuró Seonghwa al escuchar su quejido.

Después de escuchar lo que dijo el doctor se había quedado sentado en la cama con cara de perrito regañado, no era justo, él quería moverse libremente, no esperar semanas.

— Woo dijo que quería venir a verte pero está muy adolorido y apenas puede levantarse de la cama—explicó— no está tan lejos.

— Pobrecito—hizo una mueca triste.

— ¿Qué le pasó?—Seonghwa no sabía lo que había pasado y el miedo lo había empezado a consumir, lo menos que quiso escuchar fue un Yeonjun— dios.

Pero ese dolor no fue impedimento para que Wooyoung se presentara en la habitación, su madre lo había llevado hasta allí en silla de ruedas, Yeosang se sintió bastante mal al verlo tan mal pero con una sonrisa dibujada en sus labios como si nada hubiera pasado y él estuviera bien.

— Te ves bien—sonrió tratando de ignorar que se había trabado, no le gustaba y tampoco le gustaba estar en esa silla, quería parase y moverse.

— Gracias—lo despeinó viendo como lo miraba mal por hacerlo, como si hubiera cometido un crimen— ay perdón su altesa.

— Quiero abrazarte pero creo que ni tú ni yo nos podemos mover—expresó adolorido, no quería sentir más dolor y sabía perfectamente el dolor de una masectomia porque su madre biológica se había tenido que hacer una.

En un momento en el que Seonghwa y Yeosang quedaron solos en la habitación porque Mingi y Wooyoung se habían ido por tiempo y su hermano porque tenía que hacer algo importante aprovecharon para darse mucho, mucho, mucho amor aunque Seonghwa sintiera que no debía tocar a Yeosang porque era una ramita frágil.

Ambos se habían reconciliado gracias a Hongjoong que los había reunido inconscientemente, al principio había sido un poco incómodo pero Yeosang supo como sacar un tema de conversación bastante rápido y ambos se habían quedado hablando por horas hasta la noche donde Yeosang le había dado su número nuevo a Seonghwa y siguieron hablando hasta que la luz del día renació después de una larga noche y Seonghwa le había dicho que no quería volver a entablar una relación amorosa de nuevo pero tiempo después fue el mismo Seonghwa el que le pidió volver a estar juntos. Yeosang algunas veces creía estar soñando aunque no era así, estaba en la realidad y con Seonghwa a su lado de nuevo.

— ¿De qué me perdí?—preguntó el mayor al encontrar a ambos dándose un besito un poquito subido de tono.

Seonghwa juraba nunca haber visto a Yeosang tan rojo.

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— ¿Realmente no te importa?—Wooyoung sintió sus ojitos llenarse de lágrimas cuando Mingi negó.

— No me importa que tartamudees y tampoco me debería importar porque eso no te vuelve un extraterrestre raro que quiere apoderarse del planeta entero y reinarlo a su gusto—rió cuando el menor sonrió avergonzado.

— Idiota—limpió sus lágrimas y agarró su mano— hay veces que sueño cosas extrañas pero ayer fue la excepción. Ayer soñé contigo, soñé que tú y yo habíamos mejorado y que vivíamos juntos en un departamento chiquito con Ruru y un gatito, fue muy lindo.

— Prometo que voy a mejorar y cumpliremos ese sueño.

— ¿Lo harás?—sonrió feliz cuando asintió— yo también lo prometo. Y te haré las comidas más ricas del mundo única y especialmente para tí y nadie más.

— Prometo disfrutar cada una de ellas—haría el esfuerzo de probar sus platillos para verlo feliz.

Lo haría por él.

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Estado de Mingi:

Gracias por estar a mi lado a pesar de todo

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Gracias por estar a mi lado a pesar de todo. ♡

𝗔𝗡𝗡𝗢𝗬𝗜𝗡𝗚 𝗚𝗨𝗬𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora