075

193 41 3
                                    

[ Misión W feliz ]

Seonghwa:
Fui a ver a Yeye.

Está bien dentro de lo que cabe.

Aunque se ve más deprimido.

Ahorita está dormido abrazándome.

Hongjoong:
Awww.

San:
Yeye. :(

Seonghwa:
Es muy bonito.

Yunho:
Oye, cmo es lo de las pastillas?

Seonghwa:
Cuando se acabe el frasco se acabó el tratamiento. :]

Eso me dijo el doctor.

Empiezo hoy.

Yunho:
:O

San:
Estoy mui felis.

[ 🪴 ]

Seonghwa estaba acostado después de mucho tiempo en su preciada y cómoda cama, en unos días volvería a casa y estaba muy emocionado por poder pasar mucho más tiempo con su novio.

— Mi príncipe es muy bonito—dijo Seonghwa acariciando en cabello de su novio que reposaba sobre su pecho en un profundo sueño— muy, muy bonito—dejó un besito en su frente y suspiró viendo la hora— Maldito cancer—se levantó y fue a la cocina donde tenía guardadas las pastillas.

Yeosang abrió sus ojos y al notar que Seonghwa no estaba se levantó de inmediato para buscarlo, no quería que Seonghwa se fuera pero al encontrarlo en el baño lavando sus manos se sintió tranquilo yendo a abrazarlo de nuevo pero al notar la respiración de Seonghwa algo rara lo miró preocupado y confundido ¿Qué pasaba?

— Seong ¿Qué pasa cielo?—hizo una mueca cuando negó— en serio, dime que pasa.

— Nada...supongo que es normal—negó de nuevo yendo a la cama de nuevo.

— ¿Te sientes mal? Duerme un rato ¿sí?—se recostó con él y cerró sus ojos de nuevo cómodo al tener a Seonghwa de nuevo con él.

Fue cuestión de abrir los ojos un momento para encontrarse a Seonghwa en el suelo vomitando pero no era vómito normal, era sangre. Corrió de inmediato a auxiliarlo y lo llevó al baño, estaba más pálido de lo normal y respiraba peor de como había visto antes ¿Qué debía hacer? No sabía que hacer. Lo primero que se le pasó por la cabeza fue llamar a los padres de Seonghwa a través del celular del mayor y cuando estos llegaron llamaron a una ambulancia cosa que debió hacer él antes que nada.

— La caja dice que debe vomitar—leyó el hombre con las manos temblorosas.

— ¡Pero no sangre!—exclamó la mujer aterrada apretando a su hijo en sus brazos.

— Puede salir a través del excremento, la orina o vómito.

— ¡Pero no sangre, Park!

— ¡Deja de gritar que lo asustas!—señaló a Yeosang que estaba en una esquina hecho bolita cubriendo sus oídos con sus manos.

La pareja se calló y miraron al menor que parecía al borde de un ataque de pánico, el encargado de consolarlo había sido el hombre.

𝗔𝗡𝗡𝗢𝗬𝗜𝗡𝗚 𝗚𝗨𝗬𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora