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Hongjoong limpiaba la cocina cuando un fuerte estruendo resonó por la casa asustandolo, eran leves golpes en la puerta pero por el eco en la casa se habían escuchado peor. Suspiró cansado y caminó hacia la puerta viendo por el pequeño visor quién era, era Yeosang ¿Qué querría él? Bufó irritado y abrió la puerta dejándolo entrar gracias al amenazante frío que corría por la ciudad esa mañana, por más rencor que le guardara al chico no lo iba a dejar afuera solo muriendo de frío. Yeosang había pasado únicamente para decirle que lo habían invitado a una salida con los chicos a excepción de Seonghwa que seguía de reposo en el hospital, había tenido una recaída de nuevo luego de estar bastante mejor y ahora estaba bastante débil y cansado, de nuevo no tenía fuerzas para levantarse de la cama. Le hubiera gustado bastante no aceptar la propuesta de Kang pero había terminado accediendo a la propuesta como si no tuvieran ningún problema entre los dos.

Se despidió de Kang y subió a su habitación para tratar de vestir algo decente, después de romper varias prendas de ropa no le quedaba mucha ropa buena, debía encontrar algo lindo. Se había colocado un suéter que era el doble de su talla –era de Yunho— y un pantalón un tanto holgado para que no se notara su cuerpo delgado, más de lo que ya estaba, no había comido casi nada en los últimos días y no pensaba hacerlo. Él los últimos mes había adquirido un aspecto un tanto enfermo y cansado y no es que se sintiera realmente orgulloso de ello, no lo hacía pero no podía evitarlo, su cuerpo estaba pagando las consecuencias de su propia tortura.

Se reunió con los demás a las seis como lo habían planeado y estuvo un buen rato en silencio escuchándolos hablar mientras que navegaba por sus pensamientos hasta que sintió algo extraño al escucharlos hablar de él, Yeosang lo había tratado de ella como había prometido días antes de su discusión ¿por qué se había sentido bien? ¿Por qué le había gustado? Sonrió levemente y se recostó en el pecho de Yunho sintiéndose bien, le gustaba ser tratado en femenino a pesar de años atrás haber dicho que no le gustaba, era lindo, le gustaba ser tratado de ambos pero últimamente había empezado a sentir que prefería mucho más ser tratado de ella que de él aunque ambos estaban bien.

— ¿Qué haremos?—preguntó Jongho aburrido luego de haber tomado su cuarto vasito de Suju.

— Yo digo que vayamos al arcade, no somos muchos, Hwa no está y Mingi está cuidando de Wooyoung, somos pocos—sugirió San.

— Yo sugiero ir al karaoke—esta vez fue Yunho.

— Ni siquiera hemos terminado de comer ¿y ya están haciendo planes? Wow—rió Yeosang viendo la mesa, recién empezaban a comer.

Hongjoong sonrió levemente ante el actuar de sus amigos y luego observó la mesa, recién les habían traído las hamburguesas y el olor se mezclaba con el resto del restaurante hacía que su estómago se revolviera y el tener que comerse así sea la hamburguesa del menú infantil lo hacía sentir mareado, no quería comer lo que le ofrecían pero no tenía de otra que obligarse. Yunho se dió cuenta de lo que pasaba y su lucha interna con él mismo por lo que lo abrazó y sobó su espalda lentamente dándole apoyo, su Honggie lo necesitaba.

— Ve poco a poco amor—susurró en su oído y lo pegó más a él viendo como dudaba sobre si llevar el alimento a su boca o no.

Solo le quedaba un bocado en la hamburguesa y sentía que ya no podía más, sus manos temblaban y el nudo en su garganta apenas lo dejaba respirar, no quería seguir y menos con las papitas, no entendía como sus amigos y novio habían terminado de comer ya, realmente no los entendía.

— ¿Listo? Muy bien—besó su mejilla y suspiró viendo sus manos temblar cosa que hizo que agarrara sus manos y empezara a acariciarlas con su pulgar acción que llamó la atención del mayor.

Durante el resto del día estuvo con los chicos hasta que llegó la hora de que volviera a casa, iban caminando con Yunho tomados de la mano para no sentir tanto frío en ellas, ambos iban en un silencio cómodo y nada lo rompería hasta que Yunho habló con una bella sonrisa decorando sus labios.

— ¿Sabías que eres la persona que más amo en este mundo? Nunca te cambiaría por nada, linda—besó la punta de su nariz que yacía helada por el frío.

— ¿A qué viene esto?—sonrió levemente.

— ¿No te has dado cuenta? Mira a tu alrededor Honggie, está nevando.

Hongjoong miró a todos lados y sonrió de nuevo encontrándose con la ciudad cubierta de un hermoso manto blanco, realmente estaba tan sumergido en sus pensamientos que no había notado la nieve caer.

— Wow—sonrió apretando la mano de su novio.

— Te amo demasiado—lo agarró del mentón y lo besó sintiendo como colocaba sus manos detrás de su cuello y correspondía su beso.

— Yo más—se separó por un momento y volvió a besarlo.

Eran ellos dos en el parque, ellos dos solos, el resto del mundo ya no existía, ese era su momento.

— ¿Tienes frío? No te preocupes—se quitó su chaqueta y lo cubrió.

— Volvamos a casa—pidió haciendo un puchero.

— Volvamos a casa.

Esa noche habían vuelto a explorarse, esa noche se habían vuelto a jurar el amor eterno, esa noche había sido únicamente de ellos, esa noche había sido especial.

Hongjoong descansaba sobre el desnudo pecho de Yunho mientras que dibujaba corazones invisibles en él, Yunho acariciaba su cabello y dejaba besitos llenos de amor en sus mejillas y frente, ambos estaban en su burbuja de amor ignorando lo que pasaba a su alrededor y las mil llamadas que llegaban a sus celulares.

— No espero el día en el que lleves mi apellido, Honggie.

— ¿Quién dijo que yo llevaría el tuyo? Tú llevarás el mío—rió cuando Yunho lo besó.

— No, tú llevarás el mio—acarició su espalda y llenó su carita de besitos.

— No, ni lo sueñes—ocultó su rostro en su cuello suspirando, no sabía como explicar lo mucho que amaba a Yunho con palabras.

— ¿Tú crees que en otro universo nosotros igualmente estemos juntos?

— Pienso que sí y cuando muramos en nuestra próxima vida prometo buscarte así tenga que mover cielo y tierra para encontrarte.

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo.

𝗔𝗡𝗡𝗢𝗬𝗜𝗡𝗚 𝗚𝗨𝗬𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora