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Domingo 11:15am

El cielo estaba gris y llovia fuertemente. Eddie se encontraba sentado en la cama de su vecina mientras la veia comer un trozo de Pizza. La chica se sentia algo incomoda por el modo en que la miraba y dijo--Podrías dejar de mirarme, intento comer y me pones ansiosa.--

--Oh lo siento. Es que no has dicho nada desde que llegue y solo te sentaste a comer.--

--No tengo muchas ganas de hablar.--

--Quieres que me vaya? si quieres estar sola lo entiendo.--

--No, no te vayas. Solo deja de mirarme asi. Parece que quieres matarme-- Dijo con una leve sonrisa

Después de todo lo que pasó, por fin la veia sonreir. Eddie sabia que la chica no estaba bien y intentaba disimularlo, pero él no dijo nada, solo sonrio y se paró para recorrer la habitación.

--Me gusta tu cuarto, es como el mio pero mas ordenado y limpio.-- dijo mientras se acercaba a la cajetilla de cigarrillos de la chica-- Puedo?-- Ema asintio y el encendio uno.

La pelinegra se encontraba con la mirada perdida, intentando que las ganas de llorar se fueran escuchando el sonido de la lluvia afuera. No quería llorar frente a Eddie aunque ya la había visto así. Pensaba en como podria recuperarse despues de todo y que pasaria mañana en la escuela.

Lara entro a la habitacion donde se encontraban los chicos haciendo que voltearan a verla.

--Bien, creo que ya termine de arreglar las goteras. Estan bien? necesitan algo?-- pregunto la mayor.

--Tengo sed-- dijo Ema.

--Tenemos jugo, agua, bebida y cerveza. que quieren?-- dijo imitando a una camarera, lo que hizo reír a su hermana pequeña.

Los chicos se miraron y Ema dijo

--Una pepsi y una cerveza porfavor.--

--En seguida se las traigo señores-- Lara hizo un especie de reverencia haciendo que todos rieran y fue a la cocina.

--Una semana y ya sabes leer mi mente.-- dijo expulsando el humo del tabaco.

— casi no te he visto tomando algo que no fuera cerveza.—

—No quieres una?— pregunto el chico de pelo rizado.

— Después de lo de anoche, no gracias. Tal vez otro día.— dijo sonriendo apenada.

—Mierda, verdad. Lo siento.—

—Esta bien, pero estas seguro que quieres tomar ahora? Digo, es domingo y son las— se acercó al chico tomando su muñeca para ver la hora— 11:20 de la mañana.

—Tienes razón. Voy a hablar con Lara.— Eddie se puso de pie y miro a la chica estirando su mano— me acompañas? Tu hermana me intimida un poco.

Ema soltó una carcajada y tomó la mano de su amigo, guiándolo por el pasillo a la cocina.

—Si Jimmy, no hay problema, yo le digo. Adiós.— Lara colgó el teléfono y se giró— Oh cierto, lo olvide, seria un asco como mesera.

—Eddie cambió de opinión, quiere una Bebida también.— Dijo soltando la mano del chico.— Quien llamó?

—Jimmy, dijo que no fueras a trabajar hoy porque está lloviendo y probablemente no haya gente en el centro.— Dijo sacando los refrescos de lata del refrigerador.

—oh gracias.— Eddie tomó las latas y Ema quedó con la mano estirada mirándolo extrañada. El chico abrió las 2 bebidas y le dio una la pelinegra.— Aun estas débil, es mejor que no hagas fuerza por un tiempo.— susurró.

—Ahora eres doctor?— sonrió ella mientras tomaba de la lata.

—Solo para ti. No le digas a los chicos.—

Ema solo sonrió y se sentó en el sillón de la sala mientras Lara ponía música en la radio. Eddie se quedó parado en una esquina mirando la decoración. Habían decoraciones de discos, en una esquina había una bola de espejos, posters y cuadros con fotos de las Hermanas cuando pequeñas.

—Awwww, Estabas tan pequeña. Al parecer siempre tuviste cara de "acércate y te mueres"— dijo el chico mientras sonreía mirando Ema.

—Dios!!, no mires eso, Me faltaban dientes—

—Quieres escuchar la historia de la foto?— Preguntó Lara

—Siiii—

—Noo— Dijieron los amigos al unísono.

—Ese día, Mamá quería tomarnos unas fotos para el recuerdo y Ema encontró un gatito pequeño en la calle pero nuestros padres no dejaron que lo tuviera, Así que se enojó y pintó su vestido con barro— Lara sonrió al recordarlo.— no quería tomarse la foto pero la convencí diciéndole que íbamos a adoptar al gato a escondidas. Pero aun así no sonrió y Mamá solo tomó la foto.

—Jamás tuve a mi gato— dijo Ema cruzada de brazos.

—Desde pequeña fuiste rebelde al parecer— Dijo el chico mirándola con una sonrisa.

—No te imaginas cuánto— Lara se paró y fue a su cuarto.

—Y este cuadro donde lo compraste!?—

Ema se levantó y se puso a un lado de él mirando su cara de asombro.

—Yo lo hice—

—Estas bromeando?! Esta genial!!!— Eddie parecía fascinado con el cuadro. Era una cabaña en el bosque con enredaderas negras y tonalidades rojas.— déjame recolectar información, tocas el bajo, cantas, tus gustos musicales son exquisitos, y ahora pintas. Eres una persona completamente artística.

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Ya era tarde y Eddie se había ido a su casa. Cuando estuvo en su habitación, encendió un porro y se tiró en su cama. Estaba preocupado por Ema, mañana tendrían que ir a la escuela y lo que menos quería era que la chica estuviera mal. Marcus y sus amigos debían pagar por lo que le hicieron, Pero le prometió a la chica que no le diría a nadie. Estaba enojado, esa niña se había convertido en su mejor amiga, así llevaran una semana hablando. Disfrutaba pasar tiempo con ella y no soportaba la idea de verla llorar otra vez.

Pronto se durmió teniendo claro lo que haría al día siguiente.

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usque in finem. (Eddie Munson) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora