usque in finem. (Eddie Munson)

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Sabado, 11.30am~~~

Golpes muy a lo lejos se escuchaban en los sueños de Ema, haciendo que le tomara atencion y despertara de a poco.

--Ema? estas bien? estas viva?-- decía su hermana detras de la puerta de la habitacion de la oji verde.

Ema iba a levantarse pero sintio unos brazos en su cintura y sonrió al ver que Eddie seguia allí. Movio sus brazos con cuidado de no despertarlo y se levanto a abrir la puerta sin hacer ruido.

--Baja la voz-- dijo en voz baja mientras abria la puerta dejando ver a su amigo durmiendo. La Morgan mayor se soprendio y sonreia emocionada.

--Lo siento, como estas? que hace aqui? se cuidaron?-- Lara susurraba para no despertar al chico.

—Estoy bien, tuvimos una pijamada y no tuvimos sexo Lara. Puedo volver a dormir?—

—Tengo que salir, volveré más tarde. No duerman tanto y desayunen.—

—Está bien, nos vemos.— susurro y cerró la puerta con cuidado. Se acercó a la cama y encendió un cigarrillo recostándose a un lado de Eddie, quien seguía durmiendo.— Munson... arriba.— dijo moviendo su hombro.

—No quiero— el castaño se dio vuelta dándole la espalda a la chica.

—No me des la espalda. Vamos a desayunar.—

—Está bien—se giró para ver a Ema— Buenos días princesa.

—Buenos días Cariño— ambos sonreían mirándose a los ojos. La pelinegra guardó en su cabeza ese momento tan lindo, sabiendo que lo recordaría el resto de su vida.

Se levantaron de la cama y Eddie fue al baño, Morgan ordenó un poco su habitación, abrió las cortinas dejando que la luz del exterior, iluminara el oscuro cuarto. Cuando el castaño salió del baño, ella entró a hacer sus necesidades, se lavó los dientes, la cara y salió en dirección a la cocina junto a su amigo.

—Que haces Eds?—

—Huevos, que te gustaría tomar?—

—Que no se quemen—

—Oye, solo pasó una sola vez.—

—Déjame hacerlo si?—

—No, quiero hacer algo lindo para ti.—

—AaaaaAAaaAaaAAAAAAAAAAAaaaA— Ema gritaba por dentro. Se sentó en las sillas altas del mesón que separaba la cocina de la sala y miro a Eddie durante todo el tiempo que estuvo haciendo el desayuno.

—Y listo. Se que no te gusta mucho las cosas calientes así que aquí hay jugo.— dijo El chico con el cabello tomado, poniendo 2 platos con huevos revueltos y pan, sirvió jugo en 2 vasos y se sentó frente a su amiga.

—Gracias— tomó el tenedor y probó los huevos, con la mirada de Eddie sobre ella esperando algo que lo hiciera saber que estaba bien lo que había hecho.—Esta rico Eddie.

—Si—susurró celebrando— oye irás conmigo a la prueba de sonido?

—No creó Eddie lo siento. Vendrán los chicos más tarde y quede de pasar el rato con ellos. Pero iré a las 8, no llegaré tarde, lo prometo.—