usque in finem. (Eddie Munson)

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Lunes, 10:15am~~~

Primer receso del dia, Ema se encontraba en las bancas donde solian estar a esa hora, junto a todo Hellfire.

--Me gustaria verlos tocar-- Dijo Dustin.

--Aun eres pequeño para entrar al bar, ademas es musica algo pesada, no se si te guste--

--Pero si yo escucho lo mismo que tu y Eddie--

--Encerio?--

--Si, le he prestado algunos discos para que sea cool como nosotros.-- Dijo Eddie con una sonrisa.

--Crei que te gustaba Tears For Fears, o alguna cosa parecida--

--Escucho de todo--

--Genial, y tu mike?--

--No lo se, no escucho mucha musica-- Dijo desinteresado, haciendo que toda los presentes lo voltearan a ver como con horror-- Que?

--Como que no escuchas musica?--

--Osea si escucho pero no como ustedes. Me gusta The Clash por Will.--

--Y Madonna por Jane-- Susurro Dustin riendo

--Te Gusta Madonna?!-- Gritaron Ema y Eddie al mismo tiempo sorprendidos.

--Es tan malo?--

--No no, es que, no te ves como alguien que escucha madonna. The Clash, si.--

--Y no es que me Guste pero cuando salia con Jane, lo escuchabamos juntos y me acostumbre.-- Todos asintieron aun extrañados pero la conversacion llego hasta ahi y Jeff habló de otra cosa.

--Entonces, el miercoles jugaremos donde?--

--No creo que pueda poner mi casa, mis padres tendran invitados ese dia--

--Vamos a mi casa. Jugamos en el sotano-- Dijo Mike.

--Cuando eramos mas pequeños jugabamos ahí, tiene espacio y es comodo--

--Esta bien, tienes tablero no?-- Pregunto Eddie.

--Sip, todo lo necesario.--

--Entonces esta listo, en casa de Wheleer el miercoles, a las 6.--

El timbre que indicaba el termino del descanso, sono y todos fueron a sus salones. A Eddie y Ema les tocaba juntos asi que se fueron al lado contrario de los demas. Caminaban de la mano y aveces chocaban torpemente.

--Nena, que haras después de clases?--

--mmm Nada cariño, porque?--

--Salimos a las 3, no?--

--Si?--

--Bien, tendremos una cita asi que iremos a casa, nos cambiamos ropa y nos vamos.--

--A donde iremos?--

--Es sorpresa.--

La pelinegra sonrió y entraron al salon. En cuanto entraron, todos se quedaron en silencio, poniendo al duo incómodo. Extrañados, caminaron hasta la mesa del fondo donde se sentaban siempre, dejaron sus mochilas y se sentaron aun en silencio con algunas miradas sobre ellos.