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Jueves, 12:30pm~~~

--Vamos Morgan!! Wooooo-- Eddie gritaba desde las gradas, apoyando a su amiga quien jugaba boleybol con las chicas de su clase.

Él maestro hizo grupos de chicas y grupos de chicos para evaluarlos. Munson no hizo nada, inventó una historia de que había estado en una pelea y no podía moverse mucho. Con la ayuda de su amiga, hicieron una nota falsa para que eximieran a Eddie esa clase.

En la cancha, estaban los equipos Verdes contra amarillos. En el equipo amarillo se encontraba Angie y en el equipo verde, Ema y Chrissy.
La tensión se sentía y todos lo notaban. Al parecer muchos ya sabían sobre la rivalidad entre la rubia y Ema, haciendo que el juego se pusiera interesante.

Faltaba 1 punto para que el equipo verde ganara.

--Acabala Angie!!-- gritaban algunas de sus amigas. La rubia sonrió y saltó, golpeando la pelota con fuerza en dirección a Morgan. Para su suerte la pelota no golpeó su cara, pero si sus pechos.

--Auch-- susurró Eddie.

--Ups-- dijo Angie riendo junto a sus amigas. Ema iba a avanzar dispuesta a golpearla pero Chrissy la freno.

--tranquila, solo ignórala--

La pelinegra asintió y respiró hondo. Solo quedaba un punto y terminaría esa tonta clase. Volvieron a jugar y Ema vio su oportunidad de cobrar venganza. Saltó y golpeó la pelota en dirección a la cara de la rubia molesta. Angie cayó al suelo y el partido terminó.

--Que te pasa maldita freak-- grito La animadora aún en el suelo mientras Morgan caminaba en dirección a su amigo.

--Ups-- dijo girándose en dirección a ella levantando sus manos como si no supiera.

--Eso, estuvo genial.-- Dijo Eddie abrazándola.

--Eddie estoy sudando.--

--No me importa-- la apego más a él y luego la soltó -- parece que tienen práctica así que ve a cambiarte rápido antes de que la rubia te encuentre.

--Voy-.- Tomó sus cosas y se fue a los vestidores. Se dio una pequeña ducha y 10 minutos después salió lista. Topándose con Angie llegando a las gradas pero no dijo nada ya que el maestro estaba junto a ella.

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--Debes dejar de meterte en problemas Ema-- Dijo Dustin.

Todos en la mesa hablaban de lo ocurrido en clase de gimnasia, aunque Ema le había dicho a su amigo que no digiera nada, no la escucho y fue lo primero que hizo llegando a la mesa de la cafetería.

--No es como si yo los buscara.--

--Pero solo ignóralos--

--Ojalá fuera tan fácil Henderson.--

--Que pasa si sales lastimada otra vez?--

--Me las arreglaré como siempre. Tranquilo si?--

--Estará bien Dustin, sabe cómo defenderse.-- Eddie sonrió mirando a la chica.--Cambiando de tema, hoy debemos ensayar.

--En mi casa como siempre. Bajista, irás cierto?-- Gareth sonreía animado. Ema amaba como todos en esa mesa tenían aspecto de ser malos, siempre con cara seria ante todos, pero en la cafetería todo cambiaba. Siempre estaban riendo o haciendo bromas.

--Claro. Pasaremos al parque de remolques con Eddie a buscar su guitarra.--

--Podrías llevar tu bajo-- dijo Jack.

--Si, sería genial--

--Esta bien, tengo algunas canciones en mente para la lista así que lo veremos allí.

El timbre sonó y todos se despidieron para ir a sus salones. Ema y Eddie tenían esa hora libre ya que no había profesor, así que caminaron al auto y se fueron a casa.

--Quiero que hablemos de algo, es serio.-- Dijo Eddie encendiendo un cigarrillo.

--Claro, qué pasa--

--Porque evitas la comida?-- Pregunto mirándola fijamente. La pelinegra se tensó al escucharlo pero sabía que no podía evitar el tema. Ya la había descubierto.

--Porque lo dices?--

--Muy pocas veces te he visto comer, y es por la hierba. Dejas tu bandeja llena, o ni si quiera haces la fila para el almuerzo, llevaste comida a todos, menos para ti y Se que me mientes cuando dices que comiste con Lara.--

--Es algo complicado--

--Puedes decirme? No te voy a regañar ni nada, solo quiero entenderlo.--

--Bien..-- suspiró-- cuando era pequeña tenía problemas para controlar mi ansiedad y comencé a comer mucho. Era una niña obesa y el acoso en la escuela no ayudaba. Mis padres comenzaron a darme dietas y yo no quería que me siguieran molestando así que lo hice, comía menos, hacía ejercicio y baje de peso pero yo quería más. Me obsesioné con las calorías y deje de comer. Para resumirlo, termine hospitalizada con un tubo porque me negaba a comer. Lara cuido de mi y me recupere, tal vez no del todo pero ahora puedo comer si es que tengo hambre.-- La chica no podía mirar a su amigo a los ojos por la vergüenza que sentía, se limpió las lagrimas y sonrió mirando a la carretera-- Eso fue demasiada información, seguro piensas que estoy loca o algo parecido.

--Claro que no.-- tomó la mano de su amiga que estaba en los cambios del auto-- no se que es lo qué pasa en tu cabeza pero estoy aquí para ayudarte. Si no quieres comer esta bien, no te presionaré, pero te ayudaré a mejorar si me lo permites.

--Si está bien. Gracias.-- Habían llegado a casa pero seguían dentro del auto. Eddie sonrío y se bajo rápido, rodeó el vehículo y abrió la puerta de la chica.

--Bella dama-- dijo haciendo algo así como una reverencia, Ema sonrió y bajo, cerró la puerta y los brazos del castaño la rodearon en un cálido abrazo.--Te prometo que todo estará bien--

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usque in finem. (Eddie Munson) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora