22. Otoño.

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Desde el primer día de clase, han pasado unas cuantas semanas y se empieza a notar el vientecillo del otoño entrar por todas las ventanas del instituto. Este año, me temo, chicos, que empezará lo bueno.


En un año con tanto que estudiar y tanto estrés, es cuando yo realmente creo que el verdadero "yo" de cada uno de nuestros personajes saldrá a la luz y es muy posible que nos sorprenda a todos. Unos más que otros. Y puede que eso ayude poco a poco a cada uno a conseguir la meta que se tienen en mente. No solo Sara y Raúl tienen una. Creedme. Todos tienen una.


Quien más me preocupa en estos momentos es Bárbara, que parece no levantar cabeza desde que Víctor la abandonó, pero no por cualquier otra, sino por su peor enemiga. Aquella que, ya veía venir de lejos, pero al final, de la que menos sospechó. ¿Quién se iba a imaginar que sus ganas de poder llegarían hasta Víctor? ¿Y quién diría entonces que Víctor la acabaría haciendo caso? De todas formas, el principito azul no parece haber terminado siendo de ninguna. O bueno, puede que me confunda y es que el chico no termina de decidirse entre estar soltero o nuestra querida Carol.


Y pronto descubriremos ese tipo de cosas.


Otro de quien también creo que habría que preocuparse es de Daniel. El pobre vuelve a dar señales de pelea de vez en cuando, pero procura ocultarlo lo mejor que puede. Y casi nadie parece darse cuenta, porque como no, el chico mujeriego siempre que desea, eso mismo es lo que tiene.


Helena está preocupada por su hermano, y eso se nota a kilómetros y por eso, podemos deducir que ha vuelto a las peleas callejeras en las que estaba metido. Y puede que haya encontrado por fin un buen competidor. Alguien que le haga alguna que otra herida o moratón.


Después de todo, el chico, como ya bien hemos recalcado es cinturón negro y ninguno de sus competidores parece mucho mejor que el chico en cuestión.

De todas formas, no creo que nadie merezca tanta preocupación como Raúl. Nuestro pobre enamorado. Y es que, si dijo que empezaría a intentar acercarse a Helena, no parece cumplir demasiado bien su promesa. El chico parece más cortado que nunca.


Las clases siguen su curso durante toda la mañana sin nada sorprendente. Hasta que llegamos a historia de España. Parece que todos llegan algo más tarde de lo normal, pero aparecen y el profesor casi detrás de ellos. Todos se sientan con sus respectivas parejas. Éste, más seco que la madera comienza a hablar sobre los futuros trabajos que se deben hacer para aprobar la primera parte del curso. Todos se miran como buscando con quién hacer su trabajo y muchos de ellos se colocan con sus parejas de mesa. Menos Carol, que parece perdida en sus pensamientos y ni siquiera se ha enterado con total entereza de lo que hay que hacer.


Juguetea con su boli, y de vez en cuando, se para a dibujar un garabato en su libro. Lanza un profundo suspiro y mira que a su lado, su compañera aún no ha llegado, o está enferma. Apenas se habla con ella, pero es una chica que ha llegado nueva, muy callada que parece estar solo a sus cosas. Con todas las cosas que Carol tiene en su cabeza para pensar, ni siquiera se han presentado debidamente.


Pasan la hora y el timbre suena para indicar que la clase ha terminado. El profesor se va el primero y Carol no se mueve de su sitio, ya que no tiene intención de salir del aula. La siguiente clase es matemáticas. Clase en la que los del tecnológico se juntan con los del biológico, así que, será Sara quien aparezca entonces por la puerta para sentarse junto a ella.

Bajo vigilancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora