16. Una historia difícil de explicar.

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        — Me ha pasado algo muy extraño.

La chica aún no había podido dejar de meditar acerca de lo sucedido la tarde anterior. Seguía sin saber de quien era la flor y desconocía por completo quién podía haber sido. Carol la mira como si no alcanzara a comprender qué tema es el que su amiga se refiere en ese momento. La situación no parece ser de esas que pasan normalmente estas dos chicas juntas.

        — ¿De qué se trata?

Las palabras de la morena sonaban comprensivas y ligeramente atentas por las primeras palabras de la rubia. Sabía los muchos cambios que en realidad, ella estaba teniendo de su primer encuentro hasta el momento. Todos podían notarlo, pero Carol sabe hasta qué punto su amiga del alma, estaba cambiada y no era la misma o si por el contrario solo es pura fachada ante el mundo de la élite. Un simple truco más. ¿Quién sabe?

        — Alguien más me ha invitado a la fiesta de los lirios.

El rostro de ambas chicas es significativo. Pero bastante diferente. El de Sara refleja una mueca de incomprensión. El hecho de soltar en alto aquel incidente, el oírlo en alto supone algo difícil de aceptar. ¿Quién podría invitarla, y por qué? Sin embargo, la cara de Carol desprende una luz alegre a través de una sonrisa deslumbrante y perfecta.

        — Eso no tiene nada de extraño, Sara. Eres guapa y muy inteligente. Lo raro sería que no te hayan invitado más aún. —Dice tras soltar una ligera risa.

        — No he terminado... —Murmura Sara con mucha suavidad intentando no sonar grosera.

        — Está bien, disculpa. Continúa, por favor.

Tanto Sara como Carol, se quedan en un silencio sepulcral del que parece imposible salir. Carol espera atentamente que Sara decida contarle qué misterio esconden sus palabras, y por el contrario, la rubia no sabe cómo explicarle el suceso a su amiga. Solo traga saliva, se lo piensa bastante y calcula qué palabras va a utilizar cuando empiece a hablar.

        — No sé quién me ha invitado. —El silencio se cuela entre ambas, de nuevo. Sin embargo, antes de que Carol pueda reclamar a qué se refiere exactamente, ella continúa.— Alguien llamó a mi puerta, pero una vez que abrí, no había nadie. Solo un lirio en la alfombrilla de bienvenida. Solo eso.

En cuanto ella termina de hablar, la sonrisa de Carol, ya ha quedado muy lejos. No sabe qué decir y entiende ahora cuán extraña es la situación. La curiosidad las puede, pero recordemos que precisamente es la curiosidad la que mató al gato, chicas.

        — ¿Ni siquiera dejó una nota?

Como única respuesta, Sara niega con la cabeza tras soltar un profundo suspiro. Nada cuadra en sus cabezas, pero si ellas supieran quién es el misterioso dueño de la flor, todo sería aún más confuso de lo que es en este momento. Daniel, el hombre de acero, parece que tiene un punto débil. ¿Será la rubia en su totalidad o todavía se esconde algo detrás de todo esto?

        — Entonces, es un admirador secreto.

        — No importa. Simplemente, yo ya he elegido. Es posible que se arrepintiera en el último momento al saber que yo ya tenía pareja.

Y no sabes cuán acertada has estado ahí, pequeña Sara. Quién sabe, quizá si él no hubiera estado en el pasillo para presenciar la escenita "romántica", puede que la flor apareciera de su mano y no en el suelo. Lo cual, no es tan intrigante y divertido. Creedme, cuando os digo que todo ocurrirá a su debido tiempo y que no debemos precipitar las cosas. Antes de que el instituto termine, pasarán todo tipo de cosas. Y muchas de ellas, de lo más inesperado.

Bajo vigilancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora