7. Secretos.

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El móvil no para de cantar una canción del viejo grupo "el canto del loco", pero nadie parece querer responder o nadie puede oírlo para hacerlo. No llegan a ser las doce y media del mediodía, pero la casa se encuentra más silenciosa de lo normal. En ella a pesar de parecer vacía, se encuentran dos figuras entre las sábanas de la cama y abrazados el uno al otro, pero tan cansados y dormidos que los sonidos fuera de sus sueños, son ajenos a ellos. El sueño guarda en sí todos los secretos de una noche. ¡Y qué secretos! ¿No lo crees Sara?

Finalmente, la chica se levanta con dificultad de la cama, procurando no despertar a su acompañante, pero no ha oído aún el móvil. Lanza un suspiro al ver la escena y acaba por negar, de camino hacia el salón. Allí ve el móvil del que sale una luz indicando todas las llamadas perdidas, no quiere ni siquiera verlas aún. Se imagina que será Carol para preguntarle por si todo ha salido como ambas esperaban, y así ha sido, ¿o... quizá no?

Se acerca a la habitación del otro lado, donde tiene un enorme ropero donde guardar toda su ropa. ¿O acaso creíais que tienen el armario en la misma habitación? Allí mismo se pone ropa nueva para poder salir perfectamente preparada. Deja encima de la cama una nota de disculpa por tener que desaparecer y acto seguido, tras coger sus cosas, se va de allí. Lanza un profundo suspiro y coge el móvil una vez que se encuentra en la calle, tras ver las llamadas perdidas, envía un mensaje a su amiga.

        — "Voy hacia tu casa, hablamos mejor allí."

Una vez que terminó de escribirlo, lo envió para acto seguido, guardarlo de nuevo. El pitido no tarda en escucharse, y tras ver la contestación de la chica, sonríe ligeramente divertida. Ya no sigue el camino de antes, sino que tira hacia por otra calle para llegar hasta el edificio de ayer. La casa de Daniel. Sara se encontraba realmente divertida nada más que vio salir del portal a su amiga, la cual estaba con otra sonrisa más tranquila y serena.

        — ¿Qué pasa? —Pregunta la morena sin perder ni el mínimo atisbo de la sonrisa.— Pensé que estarías muy ocupada con tu amante como para cogerme el teléfono.

        — ¿Y tú no lo estabas con el tuyo por una noche?

        — ¿Sabes? No ha sido tan malo. Ven, te invito a desayunar y así hablamos.

Sara solo asintió con un gesto calmado, no había desayunado. Prácticamente había salido corriendo de su casa nada más descubrir lo que tenía delante. ¿Qué ha pasado, Sara? Esto suena a secreto impronunciable. Las chicas empezaron a caminar entonces hacia una cafetería con grandes ventanales y se colocan al final de la sala prácticamente, evitando la mayor luz del sol posible. Ambas piden cafés y en cuanto el camarero las deja solas, la conversación vuelve a retomarse.

        — ¿Daniel al final? —Alza una ceja dubitativa mientras acaba por lanzar un suspiro.— Creía que no entraba dentro de tus planes.

        — En realidad... no. —Su sonrisa no desaparece del todo y acaba por negar.— Pero todo el mundo estaba empeñado en que caería y preferí ser yo la que se adelantara. No volverá a pasar. No me interesa y desde luego, ni yo me he enamorado de él, ni él de mí. Como tú bien has dicho, ha sido un amante de una noche.

La chica rubia parece prestar verdadera atención a sus palabras y una vez que termina de hablar, acaba por asentir un poco más relajada. Es entonces cuando el camarero aparece de nuevo y les deja encima de la mesa los cafés acompañados de cruasanes y un par de donuts. Ellas sonríen al chico, que parece tener unos veinticinco años, y no está nada mal. Carol le lanza una mirada tentadora pero en cuanto se va, vuelve a recobrar su mirada natural dedicada únicamente a Sara.

        — Y bueno, ¿no vas a contarme qué tal con Carlos? —Carol intenta sacar información a su amiga, a la vez que deposita en el café todo el azúcar que le han traido. E incluso resopla al ver lo poco que es.— Parece que todo haya salido mal y la verdad es que no me dio esa impresión cuando te vi salir de la fiesta con él.

Bajo vigilancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora