Bajo vigilancia.

20. Verano. Segunda parte.

Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, o al menos eso dicen. Y creo que Bárbara lleva todo el verano pensando igual.

Sin embargo, Víctor parece estar viviendo el verano de la mejor manera posible. Con una chica cada día. ¿No os recuerda a alguien? Y es que, al principio creíamos que solo era un pequeño caprichito al verle con una interesante rubita que parecía sacada de una revista. Sin embargo, la lista ha empezado a incrementar, y no termina de crecer. Parece que alguien se lo está pasando en grande, aprovechando el maravilloso verano que está haciendo.

El sol brilla en el cielo y la playa es la orden del día. Pero esos días están acabando. Por eso, como la vez anterior, os haré un pequeño resumen para que entendáis algunas cosas que no os he podido contar durante estas vacaciones, porque yo también he estado de fiesta. Me lo merezco más. Mucho más.

La parejita de ensueño, en cambio, parecen los más unidos, pero me pregunto si eso seguirá así mucho tiempo más. Llamadlo intuición, pero a mí me da que son más frágiles de lo que parecen a simple vista. Y sabéis, que mi adorada intuición no suele fallar.

Me gustaría contaros al menos una de estas historias con final bonito, al menos, por ahora. Pero en principio, ¿os parece que alguna puede acabar bien? Las dos rivales femeninas más enfrentadas, enamoradas del mismo chico, que parece no demasiado en ninguna de las dos por el momento. Sara, nuestra empollona por excelencia, enamorada del chico de acero, ese mismo que sin lugar a dudas, no se interesaría por ninguna en el terreno de lo serio o amorso. Raúl que sigue enamorado de Helena, la única que parece estar estabilizada, o al menos, eso parece a simple vista, con Carlos.

Os recuerdo solo una cosa: nada es nunca lo que parece y precisamente por eso, creedme, que todo puede cambiar en cuestión de un par de semanas y éste análisis, volverá a ser diferente con un pequeño empujoncito, un pequeño acto. ¿A alguien le apetece darse una vuelta por el pasado para descubrir otro pequeño secreto? Creo que deberíais saber algo que descubrí casi por casualidad este verano. Algo que si no llego a verlo con mis propios ojos, no hubiera creído nunca. Y eso me hizo cambiar una opinión sobre el resumen anteriormente comentado. Solo una.

Eran aproximadamente las doce de la noche, cuando vi al nuevo soltero de oro con una preciosidad de chica, en mitad de un bar. El coqueteo era más que asegurado y la noche prometía para Víctor, ya que la chica parecía mucho más que interesada, y bueno, él es obviamente un hombre, del cual, está claro de esos que solo piensan de manera superficial, con frases tipo: "qué buena está" o "teníais que haberla visto, tenía cinco polvazos".

Sí, chicos, aquella era un pivonazo en toda regla, pero estoy segura de que ninguno de sus amigos dudaría de que tal chica estuviera babeando y a sus pies, con las muchas que ya tenía en clase, en el instituto o fuera del mismo.

La cosa sorprende, sucedió mucho después. Cuando la cosa parecía ir en serio, porque el chico, poco a poco, iba perdiendo el interés y dejaba de prestar atención a la chica en cuestión, de manera gradual. Y mi pregunta era entonces, ¿qué había pasado de repente, para que el pobre chico perdiera el interés de manera repentina? Sé que vosotros también os lo preguntáis, y creo tener la respuesta a eso, pero os dejaré que lo adivinéis vosotros. Antes, os terminaré de contar todo lo que vi esa noche.

Ante la sorpresa también de la chica, que como era de esperar, también notó como el chico parecía estar más pendiente de las moscas que de ella, lanzó un profundo suspiro y le dijo algo, a lo que el chico únicamente hizo negar con la cabeza, haciendo que la chica pusiera una mala cara de campeonato para irse por donde había venido.

Parece ser, que la noche al final, acabó rana, pero Víctor no parece ni siquiera notarlo. Sigue completamente perdido en sus pensamientos, en la nada absoluta. Absorto en su mundo, que siempre nos hemos preguntado, cuál sería.