Tras la salida de Carlos del hospital, todo parece más inseguro para él. Y es que, su paranoia crece, haciéndole creer que le esperarán en cualquier rincón de la ciudad para volver a ir tras él. La angustia se apodera de él, pero a la vez, su propia mente, que le pasa malas pasadas de continuo.
¿Qué harías tú si un cabreado jefe de una banda de skinheads, te persiguiera para asesinarte?
La verdad es que no pinta nada bien para el pobrecito de Carlos. Sin embargo, en su mínima defensa, podríamos decir que el último que ha ido a hurgar en la herida ha sido su querido amigo Dani, el cual, parece muy seguro de que nada le pasará. Nada malo. ¿Será eso verdad?
Sea como sea, pasan algunas semanas, hasta que vuelven a verse las caras Rodrigo y Carlos. El primero, parece la calma que precede a la tormenta. Y ya hemos visto la tormenta más veces, así que, esperemos que no te estalle de nuevo en las narices, Carlitos, o será peor para ti.
Él le coge por las solapas, y le pone contra la pared, quedándose con una expresión de frialdad, pero a la vez, es demasiado neutral para que Carlos pueda saber a qué se enfrenta exactamente. Al principio, ninguno de los dos, dice nada y se quedan en un cruce de miradas matadores, haciendo que Carlos, baje de nuevo la vista al suelo.
— ¿No vas a mirarme, escoria? —Protesta Rodrigo mientras le observa desde cerca.— Vengo a advertirte de algo, y es que, como se te ocurra volver a acercarte a mi hermana, te partiré las piernas.
La reacción de Carlos, el hecho de levantar la mirada, para detenerse sobre la de Rodrigo unos instantes más, pero no se atreve a decir nada. Rodrigo, le suelta rápidamente y una vez que lo hace, le pega un puñetazo en la cara, haciendo que choque contra la pared que tiene detrás y se resbale por ella hasta quedar sentado en el suelo.
— La próxima vez enviaré a alguien y no será ni la mitad de compasivo que yo, ya lo sabes. No me toques más las narices y apártate de mi camino. Y del de Julia.
El rostro de Rodrigo queda completamente indiferente a que pudiera hacerse daño o incluso que llegara a estar inconsciente, sino que se da media vuelta y sigue su camino como si no hubiera sucedido nada. Y Carlos, se apoya en la pared para levantarse mientras se toca la cara, que de nuevo, vuelve a estar inflamada en cuestión de segundos. Se vuelve a casa, dudando de qué debe hacer a continuación. Sabe que la policía no le ayudará en todo el problema, así que, se encierra en el cuarto durante unas cuantas horas para distraerse y olvidar toda la realidad que le espera fuera.
Esa misma noche, las pesadillas hacen que Carol se despierte en mitad de la noche, inundada en sudor mientras que respira con mayor rapidez. Cada poro de su piel, abierto, desprende el miedo que ha pasado por minutos, y una vez que comprueba que lo que la rodea es la oscuridad de su cuarto, intenta relajarse. Se vuelve a echar en su cama y mira al techo, dubitativa en cuanto a lo que pasa. No consigue conciliar el sueño más, pero lo intenta con todas sus fuerzas y una vez que no es capaz, se levanta, se da una rápida ducha y se viste para salir de casa haciendo el menor ruido posible para no despertar a nadie.
Una vez que está fuera, da vueltas por los alrededores, y cuando quiere darse cuenta, ya son las diez de la mañana. Se dirige ya hacia su casa, cuando de repente, le parece ver a alguien conocido por la calle y se acerca hasta él. Una vez que le tiene cerca, él sin haberla visto, cruza un semáforo y ella tiene que moverse con más rapidez para alcanzarle, ya que parece como si llevara metido el turbo de repente.
Al final, consigue tocar su hombro tras llamarle.
— ¿Adónde vas tan deprisa a estas horas?
— Te sorprenderías. —Contesta Daniel con media sonrisa y niega con la cabeza.— ¿Y tú, qué? ¿No es muy pronto para dar un paseo?
— Bueno, no me apetecía demasiado seguir en la cama. —Dice con una breve sonrisa ella.— Me he enterado de lo de Sara. Me alegro mucho, de verdad. Por ambos.
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Bajo vigilancia.
Teen FictionDescubrir que la vida tiene sus inconvenientes puede ser un duro golpe, más aún cuando eres joven y crees que eres invencible. En esta historia, sus protagonistas se van a enfrentar a su propio destino, creyendo estar preparados y encontrándose con...