🌙 | 72 | Ji

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Capítulo LXXII
Ji

 

—¿Por qué se están retirando? —habló Jungkook sin apartar la mirada de los hombres que les daban la espalda.

—No tiene sentido... —concordó Taehyung aún manteniendo la mirada en ellos.

Desde que entraron al Bosque lo único que habían hecho era detener a los grupos de Alfas que pretendían entrar en la Sierra. Habían capturado a unos cuantos, y los lobos se encargaron de huyentar a la mayoría, pero claro, algunos no tuvieron tanta suerte. Por intentar dárselas de valientes, los Alfas que habían logrado llegar hasta los límites entre el bosque y la Sierra, habían sufrido un destino final en las fauces de los lobos.

Seokjin ya les había advertido que si debían matar a alguien, que no lo dudaran y lo hicieran. El Bosque era un terreno neutral, pero que se regía por las leyes de los Lobos Salvajes. Y sí los lobos mataban, pues, ellos no podían hacer nada para impedirlo, después de todo, ese era su hogar.

—Sera mejor que nos dejen ir. —hablo uno de los dos Alfas de la manada Jung que habían capturado y que ahora se encontraban atados a sus pies.

—¿Y por qué haríamos eso? —Jungkook se cruzó de brazos.

—Sentimos el llamado del Alfa Líder. Quiere que vayamos con él.

—Sin embargo, este llamado es extraño... —dijo en voz baja su compañero a sus espaldas—. Es diferente al llamado del Alfa WooHo...

—¿A qué te refieres?

De entre los árboles, un gran Lobo Blanco apareció, acompañado de otros dos más pequeños. Taehyung lo reconoció enseguida como su suegro puesto a que tenía los mismos ojos zafiros que su compañera. El Alfa pelinegro no tenía idea de que hacía allí en ese momento.

A su lado, Jungkook frunció el ceño al verlo dirigirse a ellos y comenzar a gruñirles sin parar.

—Eh... Señor Kim, le recordamos que nosotros no hablábamos idioma lobo. —comentó el menor haciendo que el animal bufara.

Seokjin caminó hacia un pino y excavó entre sus raíces hasta encontrar una sucia mochila. La tomó entre sus fauces y luego se ocultó detrás del tronco.

—Lo que intentaba decirles... —Dijo está vez el lobo con su voz humana—. Es que liberen a estos hombres. Dicen la verdad, su Alfa llamó a la retirada.

—Pero, ¿Y si es una trampa? —Taehyung aún se encontraba escéptico—. ¿Qué tal si al liberarlos corren de regreso a la Sierra?

—No lo harán. Los lobos los escoltarán hacia la salida —aseguró el Alfa Cambiaformas colocándose la sencilla franelilla blanca y saliendo ya vestido para encarar a los otros dos—. Yo me quedaré y verificaré que todos se hayan ido del bosque, pero quiero que ustedes regresen hasta la Aldea y verifiquen que todo esté en orden.

—¿Ocurre algo?

—Me molesta que solo nos hayamos topado con gente de la manada Jung —confesó Seokjin y miró a Jungkook—. Sé que les distes la orden a tu gente de que abandonaran a tu padre y se devolvieran a su hogar, pero debimos ver al menos a uno o dos que si apoyaran verdaderamente a Jungsuk. Temo que lograran llegar a la Sierra desde otro lado y ahora estén en la Aldea.

Taehyung y Jungkook asintieron entendiendo el punto del mayor y corrieron dejando a Seokjin a cargo de lo demás.

Ambos utilizaron las fuerzas de sus lobos para ir más rápido, pero esquivar trampas y ramas caídas no era tarea fácil. En algún momento, Jungkook tomó un camino diferente al de Taehyung y terminaron alejándose un poco entre sí. El menor seguía con rapidez por la ruta que tomó.

El castaño tropezó varias veces y tuvo que detenerse un momento cuando una gran explosión rosa estalló cerca de él.

El impacto lo hizo caer con fuerza al suelo y quedó aturdido por unos segundos. Su vista se había vuelto muy incandescente, como sí le hubieran subido el brillo al ambiente y parpadeó incontables veces para tratar de que todo volviera a la normalidad. Hubo un momento en el Jungkook creyó ver a un gran lobo café a su lado. No reaccionó y mucho menos sintió miedo del animal. Algo raro porque Jungkook aún le tenía cierto pavor a esas bestias.

Todo pasó tan rápido que en un nuevo parpadeo, su vista se aclaró y el lobo desapareció.

—¿Ji? —susurró ronco.

Algo en su interior le decía a ese gran lobo era suyo, que era parte de él, pero no podía asegurarlo. Jungkook nunca había visto la forma animal de Ji antes.

Una nueva bomba volvió a explotar y el mejor decidió que lo mejor sería ignorar aquello y seguir su camino hasta la aldea.

—Que bombas más extrañas... —admitió limpiándose los escombros y cuando estuvo a punto de volver a correr, sintió en su tobillo un terrible dolor.

Al mirar abajo, se dió cuenta que el dolor era provocado por una astilla de madera clavada allí. Como pudo, se la sacó con cuidado y pudo ver como su piel se curaba a gran velocidad. Asintió e intentó correr otra vez, pero aunque la astilla ya no estaba, seguía doliendo.

—Mierda...

—En serio eres lento, JK... —Taehyung negó divertido viendo a su amigo.

—Al menos yo no me quedo parado como idiota...

El mayor rió y dejó de apoyarse en el árbol para acercarse hasta él. Cerró los ojos, concentrándose, para luego cambiar justo en frente a su amigo. La ropa se estiró y cayó al suelo destrozada, mostrando el pelaje oscuro de Vante. Los ojos rojos brillaron llenos de emoción y Jungkook creía que nunca llegaría a acostumbrarse del todo a ver la transformación de un Cambiaformas.

El lobo le indicó al Alfa castaño que se trepara a su lomo y en pocos segundos, Jungkook estuvo arriba aguantándose del pelaje de su amigo.

—Estoy listo, vamos. —Indicó el menor meciéndose de atrás para adelante, como si Vante fuera alguna clase de caballo.

El Alfa de ojos rojos blanqueó la mirada ante la impaciencia del muchacho, y sin ninguna advertencia, retomó nuevamente el camino hacia la Sierra a gran velocidad. Jungkook casi se cae por el repentino movimiento y se aferró con brazos y piernas al cuerpo del lobo.

Vante se reía internamente por la cobardía de Jungkook, pero pronto esa diversión desapareció cuando sintió un fuerte tirón en su pecho. Sus pensamientos fueron directamente a una sola persona.

Lúa.

Y ese fue el incentivo que necesitaba para correr más aprisa. Algo en definitiva debía estar mal, porque no era normal que esa punzada apareciera de repente. Moon debía estar en problemas.
 

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𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora