𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴ

🌙 | 34 | Planes

Capítulo XXXIV
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—Aún no puedo creer que te quedarás.

—Aún no puedo creer que estés aquí —Taehyung volteó por un breve momento su cabeza y sonrió, apretando levemente su mano.

Ambos caminaban a la salida del bosque tomados de las manos y con un humor resplandeciente que no tenían en años. Despertar en los brazos del otro había sido algo que sin dudas querían volver a repetir.

Pero ya era hora de volver a la realidad.

Moon al principio creyó que seguía dormida, y volvió a recostar su cabeza completamente adormilada sin darse cuenta de que estaba sobre el pecho desnudo del Alfa, el cual, rió ligeramente y siguió acariciando su espalda mientras esperaba a que despertara del todo.

Taehyung los había echo girar a mitad de la noche, de modo que el cuerpo de Moon estuviera sobre el suyo y sus piernas reposando a cada lado. De esa forma, él podía abrazarla todo lo que quisiera y transmitirle mejor su calor para que dejara de temblar del frío. Descubrió al mismo tiempo que el dolor en su interior disminuía con el simple rozar de sus pieles, funcionaba mejor tenerla cerca que intentar contenerse de lejos.

Incluso mientras dormía tuvo un extraño sueño donde podía ver a la loba blanca de Moon, Lúa, junto al irritante de Vante. Ambos lucían muy ensimismados el uno con el otro, y por primera vez, Taehyung vió que su lobo tenía un lado tierno... Con la persona correcta.

Por otro lado, cuando decidieron que ya era hora de volver a la manada. Moon se levantó de encima de él, y corrió a buscar algo entre las raíces en los árboles, perdiéndose por un momento. El Alfa también se puso de pie, confundido y luego escuchó un: "¡La encontré!" Por parte de ella.

Al poco rato, Moon volvió a aparecer completamente vestida, con una mochila al hombro y su camiseta en las manos. Se la entregó tan pronto estuvo junto a él y le agradeció amablemente por habérsela prestado para cubrirse. El Alfa vió extraño que aroma de Moon no se hubiera impregnado en la prensa, pero luego recordó que eso se debía a que la chica no poseía aroma, así que, luego de habérsela colocado, tomó su mano y emprendieron camino juntos hacia el Clan.

Estaban bastante lejos, pero eso era perfecto porque les daría tiempo para hablar y planear lo que harían a continuación.

—Y... ¿Qué haremos ahora? —Se aventuró a preguntar Moon, ya que ella no tenía idea. Desde un principio su objetivo era únicamente encontrarlo, pero el qué harían después, eso era un completo misterio para ella.

—Bueno, es algo complicado. —admitió Taehyung en un suspiro—. Sí fueras una Omega, lo primero que haría sería reclamarte.

—¿Re-Reclamarme? —Moon abrió los ojos, tensándose. Inconscientemente la chica llevó su mano libre al cuello—. ¿Quieres decir que me marcarías ahora mismo? ¿Aquí?

—No, claro no.  —Él detuvo abruptamente su andar y se giró a ella sin soltarla—. Marcarte es otra cosa, y menos que menos lo haría a mitad de un bosque, Moon. Mereces más que eso. De todas maneras, nuestra conexión ya está formada con o sin la marca. Me refería a que, como Alfa, tendría que presentarme en la oficina del Gran Consejo y allí te reclamaría como mi Omega. Es el protocolo a seguir para cualquier Alfa que encontró a su pareja destinada.

Moon asintió recordando el procedimiento. Sí bien la manada de su padre era asfixiante por el montón de reglas que tenía, había que darle crédito por el buen sistema de control que manejaba.

"El papel aguanta todo", decía su padre.

Y cada procedimiento importante en la manada debía pasar por la aprobación del Gran Consejo.