🌙 | 15 | Adios

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Capítulo XV
Adiós
  
 

Moon sentía que esa noche había cometido un error.

No sabía exactamente en que se había equivocado, pero algo debió haber hecho mal como para que Tae la tratara con tanta indiferencia. Luego de aquel emotivo abrazo, la actitud de su amigo había cambiado radicalmente con ella. Durante todo el Plenilunio, Taehyung se mantuvo en completo silencio y sin mirarla, había sentado a Jungkook entre ellos como si su hermano fuera una barrera y no volvió a dirigirle la palabra. Al principio, le pareció muy extraño, pero lo atribuyó al hecho de que tal vez estuviera cansado, ya eran pasadas de la media noche y ya no se veían muchos niños a los alrededores. Decidió dejarlo tranquilo y divertirse el resto de la noche hablando solo hermano.

De vez en cuando su vista se dirigía hacia las montañas y se preguntaba como estaría pasando el Plenilunio el señor Kim. Antes de irse, Moon le había preguntado sí desde la Sierra él podría ver cuando la luna se volviera gigante y el hombre le contesto riendo que si y que incluso se vea mucho más grande desde la montaña.

—Recuerda que ahora tienes un hogar aquí también, puedes venir cuando tú quieras a verla. —Seokjin removió sus cabellos para luego abrazarla fuertemente—. Te voy a extrañar, pequeña.

—Yo también, señor Kim. Muchas gracias por todo.

—Cuídate, Moon...—Fue lo último que le oyó decir antes de subir al auto y despedirse del Alfa que la había cuidado todo ese tiempo.

Gracias al señor Kim Seokjin, Moon aprendió que no siempre había que hacerle caso a los rumores. El Señor de los Lobos no era para nada aquel hombre cruel y horrible que muchas veces le hicieron creer.

No andaba deambulando por los bosques cazando niños para tortúralos y comérselos, ni tampoco destruía clanes enteros para hacerse con sus riquezas, más bien, Moon veía al señor Kim como una especie de superhéroe que podía transformarse en un super lobo muy bonito para rescatar a los que estaban en problemas, porque eso era lo que había hecho por ella, la había ayudado cuando más lo necesitaba.

Cuando la luna alcanzó su punto más alto en el cielo, todos los presentes se levantaron para apreciar los fuegos artificiales blancos, Moon estaba semidormida en el hombro de Jungkook, y él la agitó suavemente para que viera el espectáculo. Cuando se giraron hacia Taehyung para también llamar su atención, descubrieron que el niño ya no estaba a su lado.

—¿A dónde se fue? —preguntó Moon mirando a todos lados.

—Tal vez al fin vio a su Omega y fue con ella... —contestó Jungkook suspirando— Diablos, se me escapo. Quería ver de quien se trataba.

Oppa, no diga groserías... —Lo reprendió la niña haciéndole mala cara. Luego frunció el ceño al percatarse de lo que había dicho su hermano—. ¿Y de que Omega está hablando?

—De la pareja destinada de Hyung, afirma que la encontró y esta noche iba a declarársele.

—¿Pa-Pareja destinada?

—Si, no me dijo quién era, pero sí que estaba muy emocionado por verla esta noche.

Jungkook siguió viendo los fuegos artificiales mientras que Moon no sabía que decir ante aquello.

¿Por cuánto tiempo se había ido? No era posible que hubiera encontrado a su destinada en el tiempo que estuvo en las montañas. Aún recordaba a la perfección el dulce beso que le había dado en su habitación.

¿Acaso eso no significo nada para él?

Jungkook y Moon lo buscaron toda la noche, pero no lograron hallarlo. Cuando su familia volvió a casa, los cachorros descubrieron que el auto de los Kim ya estaba en su casa y todas las luces estaban apagadas.

Moon se sintió muy triste porque eso significaba que Taehyung se había ido sin decirles nada.
 

   —¿Y ya pensaste en la propuesta del señor Kim?

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—¿Y ya pensaste en la propuesta del señor Kim?

—¿Ah?

Moon dejo sobre la mesa los colores e hizo a un lado su dibujo para mirar a su madre, quien esperaba una respuesta.

La niña estaba confundida con respecto a lo que debía hacer. Sí le había estado dando vueltas al asunto en su mente, pero la verdad era que Moon no quería pensar en eso.

Al ver su vacilación, su madre asintió y siguió lavado los platos, comprendiendo.

—Aún tienes algo de tiempo, Seokjin dijo que el peligro estaba sí mirabas fijamente la luna llena. —Se encogió de hombros—. Han pasado ya dos meses y te has cuidado de no verla, pero me preocupas, hija. Podrías cambiar en cualquier momento y no sabría qué hacer.

Moon paso por alto el hecho que su madre hubiera llamado al Alfa por su nombre de pila y simplemente asintió, prometiéndole que pronto le daría una respuesta. Subió a su habitación a darse una ducha y allí lloró un poco ante lo inminente.

Moon no quería irse, no quería abandonar la manada donde nació y mucho menos quería alejarse de su hermano y Taehyung. Ella los quería mucho a ambos como para irse de esa forma, aunque sí quería permanecer a salvo debía hacerlo. Según el señor Kim, los cambios se volverían más frecuentes e inestables conforme creciera y la única manera de controlarlos era transformándose varias veces, algo que no podría hacer con libertad en la manada Jeon.

Sí alguien la descubría en su forma animal, estaría muerta.

No sabía por cuánto tiempo más fingiría que no había tomado ya una decisión. Al final del día, ella sabía que terminaría mudándose con el señor Kim a las montañas.

Solo estaba alargando su partida lo más que pudiera para despedirse de Jungkook... Y Taehyung.
 

 

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𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora