𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴ

🌙 | 16 | Eres Cruel

Capítulo XVII
Eres Cruel
 
 

Era de noche cuando Moon salió a escondidas de su casa con las sobras de su cena en dirección al tronco hueco. No había nadie en los alrededores, toda la calle estaba desolada, lo cual era perfecto porque nadie vería a donde se dirigía.

Miró de reojo la casa de los Kim cuando paso junto a ella e imaginó que estaría haciendo Taehyung en su habitación a esta hora.

Sí Moon fuera más valiente, tocaría a su puerta y le pediría que la acompañara, pero no lo haría. Ahora su relación con Taehyung estaba demasiado tensa y no quería molestarlo innecesariamente. El niño aparentemente estaba enojado con ella, y hasta que no supiera la razón, Moon no quería agregarle otra más.

Ella perfectamente podría ir sola con Genbu y regresarse a su hogar sin problemas, de todas formas, no iría tan lejos, solo hasta el final de la cuadra.

—Hola amiguito, —saludó la pequeña cuando llegó junto al perrito y acarició sus orejas— ¡Mira lo que te traje! Hoy la cena fue brócoli y arroz frito con brochetas de cordero a las brasas. Papá decidió sacar la vieja parrilla para complacer a JK con su antojo de comer brochetas, sin acordarse de que no me gusta la carne. Sin embargo, yo si recordé a mi buen amigo, Genbu y te traje un par de brochetas sin que se dieran cuenta. ¡Así que disfrútalo!

El animalito movió enérgicamente su cola y lamió su mejilla en agradecimiento para comenzar a comer. Moon sonreía completamente feliz al verlo.

Durante su tiempo en las montañas había extrañado mucho al pequeño poodle. Genbun, era uno de los muchos perritos abandonados que rondaban las calles y desde el primer momento que Moon lo vió quiso adoptarlo, pero lastimosamente su padre no le permitía tener mascotas. Taehyung había intentado adoptarlo por ella, pero recibió la misma negativa de parte de sus padres y el pobre Genbu no tuvo más remedio que quedarse otra vez solo, vagando entre la basura.

Sin embargo, eso no detuvo a los tres amigos de estar al pendiente del cachorrito.

Cada vez que podía, Moon le llevaba comida, lo bañaba y hasta le armó un pequeño techito en el tronco hueco que usaba como casa. Jungkook y Taehyung también la ayudaban, y por el buen aspecto que tenía el perrito, se veía que el par se habían encargado de cuidarlo en su ausencia.

De repente empezó a hacer frío, y Moon se cruzó de brazos mientras esperaba a que Genbu terminara.

Detrás de ella y sin darse cuenta, un hombre caminaba por las calles vacías, totalmente extasiado por la fragancia acaramelada que inundaba el ambiente. No sabía de donde provenía ni a quién pertenecía, pero sea como sea, estaba anulando sus sentidos e incitando a su parte animal a salir a la superficie. Sin dudas se trataba de un Omega, nadie más podría oler de esa forma tan deliciosa.

—Pero ¿Qué tenemos aquí?

Moon miró sobre su espalda, donde el hombre desconocido se acercaba hacia ellos olfateando el aire. Sus ojos se posaron sobre la niña y sonrió hallando la fuente del dulce aroma.

—¿Qué hace una linda Omega a esta hora por la calle? —El hombre, que evidentemente era un Alfa, intento caminar hasta ella, pero Genbu se lo impidió sorprendiéndolo e interponiéndose entre ellos mientras le ladraba para que se alejara.

Moon se había quedado congelada en el sitio. ¿Cómo era posible que la hubiera confundido con una Omega? Se palpó rápidamente por debajo del cuello de la camisa, dándose cuenta de que su collar no estaba.

Aquel collar Omega que le había regalado el señor Kim y que le ayudaba a neutralizar por completo su aroma, era una de las medidas de protección que le había dado para que no la descubrieran. Se suponía que no debía quitárselo por nada del mundo. Su aroma había resultado ser demasiado fuerte de lo que se esperaba para una Alfa recién presentada, así que el señor Seokjin le dijo que debía usarlo para mantenerlo controlado.