🌙 | 61 | Aceptame

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Capítulo LXI
Aceptame
   
   

Jungkook sentía que perdía la cordura a cada segundo.

Había intentado de todo para derribar la puerta de hierro frente a él, pero era imposible. No cedía. Estaba orgulloso del increíble trabajo de los herreros de la manada. Esas puertas en verdad cumplían su deber de evitar que los criminales se escaparan de las celdas de castigo, pero aquí el verdadero problema estaba en que, Jungkook no era ningún criminal.

Su padre lo había mandado a encerrar, y ahora no sabía que haría para salir de esta. Lo había desafiado, por primera vez y frente a todos, avergonzándolo y llevándolo hasta el límite como para que lo mandara lejos y lo despojara de su inmunidad como el heredero de aquella manada.

Era extraño que no lo hubiera sentenciado a muerte ahí mismo, pero la mente de Jungkook en seguida se puso a trabajar, y a la única conclusión lógica a la que pudo llegar fue que su padre no podía matarlo, por el simple hecho de ser su único hijo.

Ante los ojos de la manada, Moon, su otra hija Alfa; estaba muerta. Así que solo quedaba él para heredar la manada. Aunque ahora, con lo último que había hecho, ya no estaba tan seguro.

No sabía lo que estaba pasando allá afuera. Desde que despertó en la celda nadie había venido a verlo y mucho menos a informarle su situación. Lo único que le quedaba era intentar salir, pero ya había estrellado su hombro contra la puerta tantas veces que habían perdido la cuenta y solo conseguía lastimarse. 

Era desesperante.

Jungkook cayó al suelo soltando un grito de frustración y se cubrió el rostro con sus manos. Ya no sabía que hacer y quedarse esperando a que alguien viniera a sacarlo era ilusionarse el solo. Le habían quitado su teléfono y no podía contar con Taehyung porque ahora su amigo tenía sus propios problemas. Esperaba que al menos él estuviera bien y que protegiera a su hermana, que huyeran lejos dónde nadie los encontrara.

También pensó en su madre. Después de haber desaparecido de aquella forma, apareció solo para lanzarse sobre el lomo de aquella bestia y huir como si lo conociera. Aún no lo entendía, pero la mirada que le dirigió antes de perderse con el lobo le indicaba que sabía lo que hacía y que probablemente estaría bien. Eso lo aliviaba hasta cierto punto, al menos no estaría en garras de su padre.

Luego pensó en el lobo Yoongi, entonces, ¿¡En donde carajos se había metido ese lobo!? ¿Yeonwoo lo habrá encontrado antes que él? Esas preguntas sin respuesta eran las que causaban ansiedad y estrés en su persona.

Pero sobre todo... Quería a Nina a su lado.

Se preguntaba, que estaría haciendo en esos momentos. Probablemente estaría durmiendo, ya que a través de las rendijas en la parte de arriba de la celda le hacían saber que era de noche. Sí, en definitiva, su beta debía estar ahora mismo durmiendo en su cama, esperándolo.

Le había dicho que no se moviera de su departamento hasta que volviera por ella, pero Jungkook no podía evitar sentirse inseguro. Nina era una Beta fuerte e independiente, ya le había demostrado que con ella no se podía andar jugando, y eso le preocupaba. Sino lograba contactarla y hacerle saber su situación actual, probablemente se haría una idea equivocada sobre él y perdería todo el progreso que había conseguido con ella. Tal vez, incluso, tomara la decisión de no esperarlo e irse del pueblo sin decirle a donde.

Eso lo mataría.

Ahora que la había conocido, Ji no soportaría la idea de vivir alejado de su compañera. Con la angustia latente de saber que se encuentra en alguna parte del mundo viviendo su vida mientras él se quedaba estancado con su recuerdo.

𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora