𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴ

🌙 | 36 | Estúpidos Celos

Capítulo XXXVI
Estúpidos Celos
  

 
La rara adicción que Jungkook había desarrollado por las almendras en los últimos días iba empeorando cada vez más.

Por alguna razón no dejaba de comerlas, y cada vez que se acaba una bolsita, terminaba abriendo otra para saciar su extraña necesidad. No solo había acabado con treinta bolsitas en la última semana, también comenzaba a percibir el aroma a almendras en lugares donde simplemente no podía ser.

En el banquete lo sintió levemente.

En las gradas de la arena de combate también lo sintió mientras combatía con uno de los Alfas del Clan Jung, y eso lo distrajo lo suficiente como para perder el ritmo de la lucha y caer fuera de la arena, descalificándose automáticamente.

Jungkook estaba enojado por eso. Sí hubiera perdido por derrota aún tendría oportunidad de volver a competir, pero había caído fuera de la arena. Y se sentía aún más cabreado y avergonzado por las incontables burlas que gritaba Jung Hoseok desde el palco VIP de su manada.

Pero en fin, ya no había nada que pudiera hacer más que levantar la cabeza y continuar apoyando a su equipo junto a la manada.

Esa noche se aseguró de evitar completamente a su padre, no quería tener que lidiar con su ira cuando el mismo ya se encontraba lo suficientemente decepcionado de su pésima actuación en el combate.

El año pasado él había llegado hasta las finales y se había alzado como el gran campeón después de haber vencido a su propio compañero de equipo y mejor amigo, Kim Taehyung.

—¿Desde cuando ser tú Mano Derecha implica ser también tu sirviente? —Taehyung se quejó luego de entrar al auto y tirarle la bolsa de almendras que recién le había mandado a comprar—. Me la debes, está es la tercera vez que pago yo porque olvidaste traer tu tarjeta.

—¿Tanto afecta a tú economía unas pequeñas bolsitas de almendras?

El menor sonrió inocente y le agradeció mientras retomaban camino hacía el taller donde habían escondido al lobo.

Yeonwoo les había enviado un mensaje pidiéndoles que fueran urgente a ayudarla, y los Alfas no habían dudado en ir a su rescate.

Taehyung conducía vigilando los espejos retrovisores cada cinco minutos en caso de que los siguieran. Tenían que tener aún más precaución cuando fueran a revisar al lobo, ya que el Líder Jeon había aumentado la seguridad en los terrenos de la manada después de la aparición repentina del lobo blanco durante el banquete.

Y aunque Jungkook sabía que su padre aún no había dado luz verde a la casería, sí sospechaba que los Alfas de las otras manadas comenzaban a moverse por los alrededores buscando al lobo.

Y eso no le gustaba para nada.

—Oye, —llamó su atención el pelinegro—. Escuché rumores de que presentaste una solicitud para reclamar a una Omega, ¿Eso es cierto?

Jungkook suspiró y abrió la bolsita para luego llevarse unas cuantas almendras a la boca.

—Yo no fuí, mi padre llenó el formulario por mí. —respondió de mala gana— Quiere que me case antes de darme el título de Líder en unos meses.

—¿No hay forma de evitarlo? —preguntó sin quitar los ojos del camino.

—Como quisiera yo, pero me temo que no. Mi padre sería capaz de llevarme a rastras al altar si no me presento por voluntad propia. —Masticó con rabia.

En realidad, Jungkook quiso decir que su padre sería capaz de llevarlo a rastras al altar, después de haberlo molido a golpes, pero se sobre entendía en su argumento.