🌙 | 55 | Problemas

595 67 38
                                        

Capítulo LV
Problemas.

 

Cuando Jungkook volvió a la manada aquella mañana, las cosas estaban realmente mal.

Había un aire de inquietud en el ambiente que le molestaba. La gente al verlo mostraban caras llenas de alivio y se acercaban para preguntar por su padre. Jungkook no entendía nada de lo que pasaba y fue cuando le informaron.

Tanto el Alfa como la Omega Líder habían desaparecido.

El aire se quedó estancado en su pecho después de escuchar aquello y el temor lo había hecho ir directamente hacia su casa. Condujo como alma que lleva el diablo y no se detuvo en ningún otro lugar. Tenía que hallar a su madre inmediatamente porque algo en su interior le decía que estaba en serios problemas. Esa llamada que le había hecho aún lo mantenía intranquilo, y al abrir la puerta su temor se intensificó.

Nada más al entrar podías ver los claros signos de lucha. Especialmente en la sala de lectura de su madre, esta estaba totalmente destruida, desde los muebles hasta las estanterías y había un pequeño charco de sangre en el suelo. Jungkook se acercó con el corazón martillando dentro de su pecho y lo palpó. Por el olor, pudo determinar que la sangre no era de Miyoung, sino de su padre, y eso lo alivió.

La busco por toda la casa, pero no la encontró. Más bien, se alarmó al no ver ninguna de sus cosas en su habitación. Ni su ropa, maquillaje, nada. Todo había desaparecido y su aroma en la casa también se estaba perdiendo. Su esencia se desvanecía en el aire, evitando que Jungkook pudiera seguir algún rastro.

Eso no le gustó para nada porque la única manera en que un aroma desapareciera así tan de repente, era que el portador estuviera ocultándolo a propósito.

¿Qué había pasado mientras él no estaba?

La culpa lo carcomía porque, precisamente evitando está situación, era que no se alejaba demasiado de su hogar. Pero claro, nunca espero que su compañera viviera tan lejos de la manada. Él siempre tuvo ese presentimiento, esa mala sensación de que su padre pudiera volver a arremeter algún día contra su madre cuando él no estuviera.

Jungkook hacia lo que podía para mantenerse cerca y evitarlo a toda. Por eso, él había aguantado años de maltratos y palizas para que no la lastimara a ella.

Pero había fallado.

Se alegraba verdaderamente en su interior porque su madre sí había cumplido su promesa. Ella se defendió, luchó contra él y escapó. Había sido muy valiente, diablos que lo fue. Era la Omega más fuerte que conocía. Su mamá era la mejor, pero le agobiaba no saber donde estaba en ese momento.

Trató de contactar a su padre nuevamente, pero su teléfono seguía mandándolo al buzón, por lo que, luego de esa inspección a su casa, se dirigió rápidamente a las oficinas del Gran Consejo. Ya que sin rastro del Líder, el Consejo tomaba el mando temporalmente.

En el camino, intentó llamar a su segundo al mando, pero el teléfono de Taehyung se encontraba apagado. Gruñó en silencio y se juró que cuando lo viera le daría una buena tunda por desaparecer en un momento así. Más le valía que no anduviera de luna de miel con su Omega, porque habían cosas más importantes que atender.

Al llegar allí, fue otro desastre el que encontró.

El Gran Consejo mantenía las puertas de las oficinas cerradas, nadie salía o entraba el edificio más que los miembros del consejo. Las personas que trabajan allí estaban afuera en la calle muy confundidas, nunca el Gran Consejo se había aislado de esa forma, más aún cuando no se sabía nada del líder, y al ver a Jungkook bajar el auto, todos se aglomeraron rápidamente a su alrededor preguntando que ocurría en la manada.

𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora