𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴ

🌕 | 28 | Omegas

Capítulo XXVIII
Omegas
 

   
Miyoung odiaba las conversaciones entre Alfas.

Estaba aburrida, solo comiendo en silencio a la izquierda de su esposo mientras lo escuchaba reírse de los chistes que hacían los invitados. La carpa estaba llena y todas las mesas ocupadas. Casi todos eran Alfas, muy pocos Betas, y solo los Omegas enlazados a los Líderes estaban presentes al lado de sus Alfas, pero dichos Omegas se hallaban en las mismas condiciones que ella.

Sumisos y en silencio.

Solo acompañando a sus respectivos esposos y líderes para aumentar la imagen de poder y reputación que los Alfas querían presumir a aquellos que aún no contaban con pareja.

Miyoung envidiaba enormemente a Gina en estos momentos, pero al mismo tiempo estaba feliz de que no estuviera pasando el mismo calvario que ella. Miró al asiento frente a ella, y sonrió disimuladamente hacia Hyunjae, quién escuchaba atentamente lo que Jungsuk le decía.

Él sí era un buen hombre y Alfa de admirar. Su amigo jamás expondría a su Omega a reuniones como estas, donde los de su clase solo eran degradados, humillados y hacían sentir menos con solo una mirada. Hyunjae, desde un principio protegió a Gina de eso y permitía que ella se quedara en la tranquila de su casa, donde sabía que estaría a resguardada.

¿Cuál era la excusa que daba Hyunjae para explicar la ausencia de su Omega?

Él decía que era un Alfa sumamente celoso y muy controlador con ella, que prefería que su Omega lo esperara en casa, lista para él.

Miyoung se quería echar a reír cuando escuchaba Hyunjae decir aquello con una actitud sobrada de macho Alfa, pero se aguantaba. Ella sabía que las cosas funcionaban totalmente diferentes entre ellos. Con una llamada que Gina le hiciera a Hyunjae, lo tendría en menos de cinco minutos en su casa, justo a sus pies.

Ella anhelaba una relación tan bonita como la de sus amigos, pero desgraciadamente, ese no era su caso.

Como la esposa trofeo que era, o pretendían que fuera, no tenía permitido hablar ni intervenir en la conversación, mucho menos podía retirarse sí su Alfa no lo permitía. Miyoung sólo existía para hacer lucir bien a Jungsuk, y nada más.

A veces, tenía ganas de alzar su voz y hacerle entender que tenía esa posición de Líder gracias a ella. Y es que eso es lo que era a la vista de todos allí, simplemente la linda Omega que le había concedido todo un Clan a su esposo al casarse con ella.

—¡Este año mi manada será la ganadora! —exclamó eufórico el Alfa líder del Clan Jung, disfrutando del gran banquete que se extendía frente a él.

—Sigue soñando, la mía ganará. —comentó el otro líder a su lado.

—¡No se confíen! ¡El Clan MangSeok, viene con todo este año! —dijo alguien al otro extremo de la mesa.

—¡Pero el Clan Jeon tampoco se queda atrás! ¡Ellos también tienen muy buenos Alfas y son los anfitriones!

—¿El hijo del Líder también es parte del equipo Jeon? Entonces será difícil derrotarlos...

—El hijo de Jung también es parte de su equipo, —informó otro—. Hoseok, se ha convertido en un Alfa muy fuerte. Es probable que él llevé a su equipo a la victoria.

—¡Esperemos que el hijo de Tongsun pueda hacer lo mismo!

Y gracias a ese comentario todos los Alfas se rieron y burlaron. No era secreto para nadie que el Clan Tongsun era el más débil entre todos los presentes.