𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴ

🌙 | 66 | Celo

Capítulo LXVI
Celo

    
 
¿Desde cuando estar cerca de Quincy se había vuelto tan incómodo?

Jungkook no dejaba de tener una mala sensación mientras llevaba a Quincy a un lugar más privado para hablar. Su cuerpo estaba tenso, sentía un fuerte rechazo hacia ella y su nariz estaba más sensible de lo usual, el aroma a vainilla de la Omega lo envolvía lentamente, y no sabía por qué, pero contrario a las otras veces, está vez le provocaba malestar y mal humor.

Disimuló lo mejor que pudo y la llevo hasta unas bancas que se encontraban cerca de la línea de los árboles. Quincy se sentó mientras Jungkook permaneció de pie guardando sus distancias para no seguir oliendo su aroma. Aún estaban a unos metros de la plaza de la Aldea, pero desde esa distancia nadie podría escucharlos.

—Y... ¿Qué haremos? —Empezó preguntando ella.

—¿Qué haremos con que? —Jungkook sabía a lo que se refería, pero no quería empezar rechazándola directamente.

—Pues, con lo de la boda... —rió tímidamente y bajo la mirada mientras jugaba con sus dedos.

Quincy se encontraba nerviosa, demasiado. En toda la tarde, lo único en lo que pudo pensar fue en Jungkook.

Se preocupaba por él, y la forma en la que lo habían acorralado para que tomara una decisión tan precipitada como lo era el matrimonio no le parecía justa. Quiso hablar con él para hacerle saber que no le importaba la decisión que tomara, que ella la respetaría y haría lo que él le dijera. Lo menos que quería era ser una carga para Jungkook en esos momentos tensos. Por lo que decidió ser honesta y exponerle su sentir.

—» Si para detener todo esto es necesario que nos casemos... —se pasó la lengua por los labios—. Estoy dispuesta a ello. No importa que llevemos saliendo poco tiempo, yo en verdad creo que eres un gran chico y yo me esforzaré por ser una buena Omega y-...

—Detente allí. —Pidió el Alfa cerrando los ojos.

—L-Lo siento —Quincy bajó la mirada avergonzada—. Hablé de más.

—No. No te disculpes... Soy yo el que debe pedirte perdón —Jungkook apartó su vista de ella y suspiró—. No puedo casarme contigo, Quincy. Eso nunca pasará.

—¿Que? —Quincy abrió la boca y lo miró anonadada—. Pero tú me elegiste...

—No, yo nunca te elegí, Quincy. Mi padre fue quien lo hizo. Yo no te conocía antes de nuestra primera cita, no sabía nada de ti.

—Yo sí sabía de ti, es decir. Eras el heredero y obviamente todos en te conocíamos. Siempre te veía en la manada y-... —Quincy mordió la lengua antes de admitir que secretamente a ella le gusta desde hace mucho—.  Yo nunca tuve esperanzas de que me notarás. No había razón para que siquiera nos conociéramos.  Luego llegó la notificación de reclamo y... Creí que al fin mi deseo se había cumplido.

—Lamentó mucho este mal entendido, Quin. —Jungkook se disculpó sinceramente.

Ninguno de los dos tenía la culpa sobre la situación a la que fueron arrastrados.

—No importa, sabes —Quincy sonrió y se atrevió a tomar su mano. Se sonrojó al instante, pero siguió hablando—. Aún sí necesitas casarte podemos hacerlo, no me importa que todo sea así de apresurado, solo debes hacer lo correcto para la manada y después-...

—Es que no lo entiendes, jamás me casaría contigo, Quin. —Deshizo su agarre y se alejó aún más de ella—. Yo ya quiero a alguien más, con ella es quien me quiero casar.