Capítulo LXXIII
Vante
Al entrar a la Sierra, lo primero que hizo Vante fue intentar localizarla por su aroma a manzanas, pero declinó de esa idea cuando vió que era inútil. Su sentido del olfato aún no servía y lo único que detectaba era el aroma a sangre de animal muerto.
—¡Por allá! —Señaló Jungkook guiándolo hacia delante cuando vió a la distancia a Yeonwoo y a Yoongi.
Vante fue hacia ellos y enseguida la rubia se levantó de la nieve y fue con sus amigos.
Jungkook se alarmó un poco al ver el escenario en el que estaban parados. Habían varios cuerpos destrozados y mutilados a su alrededor y lo que más lo sorprendió fue ver al lobo Yoongi con sangre seca sobre su pelaje blanco. Creía que estaba herido, pero lo descartó enseguida al no distinguir signos de malestar en él. Jungkook ya se imaginaba que había pasado con los cuerpos, y casi se sintió mal por los Alfas.
Casi.
—¡Qué bueno que ya volvieron! —dijo la rubia acercándose para tomar la mano que Jungkook le extendía. La chica se encontraba temblando y sentir la calidez de su amigo la reconfortaba—. Por un momento todo se fue un caos aquí y-...
—¿Dónde está Nina? ¿Y mi hermana? —La interrumpió Jungkook teniendo el mismo mal presentimiento que Taehyung—. Las dejamos con ustedes, ¿¡Dónde están!?
Yeonwoo se congeló y agachó la cara, comenzando a llorar otra vez.
—Lo siento, no lo sé... Ellas... —sollozó y tanto Vante como Jungkook comenzaron a desesperarse. ¿En donde se habían metido sus chica? El lobo Yoongi se posó a espaldas de la Omega y eso pareció calmarla y darle ánimos—. No sé dónde está Moon, pero Nina había ido a ver a la Omega Líder Miyoung... Y luego fue que llegaron esos hombres.
—De ellos estaba hablando el Señor Kim... —murmuró para si mismo Jungkook y paso una mano por su rostro, tratando de mantener la calma—. Esos deben ser los pocos que verdaderamente siguen a mi padre. Ellos ya no están ligados a la manada y por eso el comando no funcionó. No me reconocen como líder, para ellos, mi papá es su único y absoluto líder.
—¿Y que harás entonces?
—Ir trás ellos y encontrarlas. Creo saber lo que busca mi padre... —Dijo Jungkook completamente serio y le dió unas palmadas a Vante—. Vamos, Tae. Tenemos que ir hasta la cima.
Vante lo miró sin entender, pero aún así hizo lo que le pidió y salió corriendo, dejando atrás a la rubia con su lobo.
—Estoy seguro de que papá ira por mamá... —le comentó su amigo—. Él está furioso con ella y lo debe estar aún más cuando sintió que ella rompió el lazo.
Vante asintió estando de acuerdo. Sí ese era su objetivo, ambos debían ir a detenerlo.
Durante el recorrido a la cima, el sentido del olfato del lobo negro comenzó a captar el aroma de Moon de forma muy leve. Miró en todas direcciones, buscándola, y continuó corriendo, dándose cuenta que el aroma lo guiaba hasta la casa del Señor Kim.
—¡Más rápido, Tae! —Lo apuró Jungkook sintiendo su pecho doler.
Estaba muy preocupado por Nina, y el conocía muy bien a su Beta. Si se encontraba en peligro ella no se escondería o correría. No, claro que no. Nina lucharía sin importar que tuviera todas las de perder y sí algo le pasaba a esa peliroja testaruda, Jungkook se volvería loco.
Vante siguió corriendo, pero por el rabillo del ojo, detectó movimiento. Siete hombres de la manada Jeon se estaban acercando por el costado izquierdo y tres estaban al frente intentando bloquearles el paso a la casa.

ESTÁS LEYENDO
𝑷𝒔𝒆𝒖𝒅𝒐-𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂 | ᴷᵀᴴ
Fiksi Penggemar•[Falso-Alfa]• Las cosas hubieran sido más sencillas para Taehyung sí su pareja destinada fuera una Omega, pero lastimosamente las cosas no fueron así. Al igual que para Moon todo hubiera sido más fácil sí tan solo su pareja destinada la amara y ace...