•[Falso-Alfa]•
Las cosas hubieran sido más sencillas para Taehyung sí su pareja destinada fuera una Omega, pero lastimosamente las cosas no fueron así.
Al igual que para Moon todo hubiera sido más fácil sí tan solo su pareja destinada la amara y ace...
Ese día, el pequeño Taehyung no se sentía muy bien.
Usualmente, el cachorro se levantaba muy alegre todas las mañanas, lleno de energía para ir a casa de su mejor amigo, Jungkook y jugar con él. Sin embargo, ese día se había despertado muy agitado, extremadamente sudado bajo las mantas y con el corazón acelerado debido a la horrible pesadilla que había tenido.
Dentro de su sueño, Taehyung se había encontrado frente a frente con una bestia de colmillos afilados, de pelaje negro como la noche y un par de ojos granate que lo miraban fijamente.
Se trataba de un lobo de gran tamaño y por la forma en la que se relamía el hocico también parecía hambriento.
Su primer instinto fue escapar y eso hizo, Taehyung corrió lo más lejos que pudo del animal, adentrándose en el bosque y buscando un lugar para esconderse. Creyó haberlo perdido y se relajó detrás de un árbol para recuperar el aliento. Cuando de repente, el lobo se acercó con sigilo y saltó sobre el niño aprisionándolo con sus patas. Taehyung luchó por quitárselo de encima pero era muy pesado y el lobo le gruñía en cada intento enseñándole los dientes. El cachorro temió que se lo comiera de un bocado, así que permaneció quieto en el suelo, más que todo paralizado por el miedo.
El lobo le gruñó justo en la cara y comenzó a olisquearlo de aquí y allá. Taehyung empezó a temblar queriendo fusionarse con la tierra. Internamente se preguntaba qué esperaba el lobo para comérselo, o tal vez era que aún no se lo comía porque los cachorros con miedo no sabían tan bien como pensaba.
De cualquier forma, el lobo ahora no parecía tan peligroso y hambriento como antes. Solo restregaba su hocico por todo su cuerpo y llenaba a Tae con su fuerte aroma. Olía a tierra, como a recién mojada por lluvia y a algo ácido que Taehyung no pudo descifrar.
El lobo se detuvo otra vez cerca de su cara y esta vez resopló haciendo que el cachorro cerrara los ojos con fuerza.
¿Cuál es mi nombre?
Taehyung entornó el rostro nuevamente hacia el animal, asombrado de este le hubiera hablado, o gruñido dentro de su cabeza.
—¿Q-Qué dijiste? —preguntó con voz temblorosa—. ¿Puedes hablar?
¿Cuál... es mi nombre?
—Increíble. Un lobo que habla...
Pero al lobo no le gusto esa respuesta y simplemente lo ataco, desgarrando su cuello con rencor.
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