•[Falso-Alfa]•
Las cosas hubieran sido más sencillas para Taehyung sí su pareja destinada fuera una Omega, pero lastimosamente las cosas no fueron así.
Al igual que para Moon todo hubiera sido más fácil sí tan solo su pareja destinada la amara y ace...
Taehyung no tardó en leer entre líneas lo que Moon le quiso decir con aquello.
Prácticamente le estaba diciendo que ahora no dependía de ella sí vivía o moría, sino de él. Ella ya había hecho todo lo que podía para salvarse: Había viajado kilómetros para hallarlo, lo había encontrado, exponiéndose frente a todos solo para llegar hasta él y ahora... Sólo esperaba una respuesta por parte suya.
Aceptarla o Dejarla.
Algo tan sencillo como eso, pero que para él representaba toda lucha. Taehyung se había quedado al lado de ella pensando en que haría, y no sabía cuántas horas habían pasado desde que Moon lo había dejado con esa importante decisión rondando su cabeza.
De vez en cuando giraba su cabeza y podía notar su respiración profunda y tranquila. Continuaba dándole la espalda, y Taehyung no podía evitar que su vista a veces se desviará bajando por la curva de su cintura hasta su trasero que apenas era cubierto por el largo de su camisa. La vista era tentadora, pero se obligaba a quedarse quieto y volver su mirada al cielo estrellado.
¿Qué debía hacer?
Aceptar a Moon significaba aceptar muchas que iban en contra de sus creencias e ideales. Cosas que simplemente eran impensables para él.
En primer lugar, tendría que aceptar que ella era una Alfa, su semejante femenina, y por lo tanto, una relación entre ellos no estaría permitida por las reglas de su Clan, tampoco sería bien vista por los demás y mucho menos funcionaría por la incompatibilidad de carácteres. Es decir, ya de por sí, el Alfa domina sobre el Omega en una relación. Ahora, dos Alfas juntos intentado dominarse y exigiendo la sumisión del otro.
Mmm... Era algo que le costaba imaginarse.
En segundo lugar, Taehyung tendría que asimilar que verdaderamente Moon era su pareja destinada, y que vivir apartado de ella no era opción. Incluso estar sentado a su lado sin poder tocarla, ya representaba un fuerte dolor en su interior que se volvía más fuerte conforme las horas pasaban. Al mismo tiempo, jamás se había sentido tan feliz y completo en su vida. Tal vez la última vez que se sintió así de bien fue cuando era niño y se la pasaba todo el tiempo jugando con Jungkook y con Moon. Pero ahora se daba cuenta de que no era la diversión con sus amigos lo que lo hacía sentir así, sino que se trataba de la simple compañía de la pequeña.
Él estar junto a ella era suficiente para que el corazón de Taehyung saltara de felicidad fuera de su pecho.
¿Esto era a lo que se refería su padre cuando decía que su mamá era su otra mitad?
Hyunjae siempre le contaba a Taehyung lo mucho que amaba a Gina, y lo feliz que se sentía cuando llegaba a casa y la veía salir de la cocina solo para recibirlo, porque llegar a los brazos de su pareja destinada era refugiarse en su lugar seguro. El lugar donde él se hacía más fuerte y dónde podía permitirse ser vulnerable al mismo tiempo.
Tercero, y Taehyung creía que este era el punto más importante sobre los demás, Moon era un Cambiaformas.
¿Como diablos había ocurrido eso? ¿Desde cuándo ella es así?
Cuando eran niños, Taehyung jamás vió algún indicio de que ella fuera uno de esos lobos, pero eso lo justificaba diciéndose que llevaba años separado de ella. Obviamente nunca vió indicios de cambios cuando crecían, porque no estuvieron juntos en esos años de formación.
Eso también le hacía preguntarse sí de verdad Moon había estado viviendo con su tía todo este tiempo. A la manada se le dijo que ella estaba muerta, pero solo la familia Jeon y Kim sabían la verdad. Ella había sido llevada lejos después de aquel altercado con su padre, y la única manera de justificar su ausencia era diciendo que el Señor de los Lobos la había asesinado.
Por un tiempo, él también quiso creer la mentira de que estaba muerta.
Esperaba que se volviera una realidad en su cabeza para así no sentir nunca más el dolor de su ausencia, porque el día en que descubrió que la pequeña Jeon se había ido para siempre, fue la primera vez que Taehyung experimento lo que era un corazón roto.
Un corazón triste que anhelaba algo que nunca podría tener.
Pero ahora que la tenía en frente, que Moon había vuelto, y específicamente había regresado por él... No sabía sí realmente aceptarla.
Moon tenía razón al decir que probablemente su intromisión en su vida le traería más problemas que benéficos, pero había algo que ella ignoraba, y es que él nunca permitiría que nada malo le pasará.
Esa chica lo era todo para él.
Lo fue antes, y lo es ahora.
No le importaba sí terminaba echándose el mundo en contra o sí descubrían que ella era el lobo blanco que había irrumpido en el banquete. Sí las cosas comenzaban a irse por el caño Taehyung no dudaría en tomar a Moon y llevársela lejos para protegerla.
Porque quiera o no, esa Alfa era su pareja destinada.
Y cuando finalmente llegó a su conclusión. Decidió acercarse al cuerpo de la chica, y lo rodeó con su brazo hasta pegar su espalda a su pecho. Se sentía tan bien tenerla así de cerca, qué Taehyung no pudo evitar besar su mejilla.
Permanecerían juntos y él la protegería de todos.
—Eso te lo prometo. Me quedaré contigo, lobita. —susurró contra su cabello antes cerrar los ojos y alcanzarla en el país de los sueños.
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