Chapter Forty-seven

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Helado de vainilla en un suéter bonito y afelpado, junto a una risa que resuena por el parque.

Hay niños jugando, y sus risas resuenan al igual que la carcajada de un omega embarazado.

Está siendo abrazado por la cintura, mientras que una nariz le hace cosquillas, pues le roza el cuello con suavidad.

—¿Ahora sabes cuánto costará lavarlo, Bin?—Soobin niega mientras aguanta más risas.

—Y-Yo lo haré, hyung. Yo lo lavaré...

—Nada.—lo mira a los ojos. —Lo haré yo.

—Pero es mi suéter, lo haré yo. Está bien. —sonríe. Sus hoyuelos se muestran.

—Fui yo quien te lo regaló. Está bien que lo lave yo, tengo el derecho.

—No tiene sentido. —forma un puchero. Yeonjun besa su nariz. Y nota como sus orejitas se colocan rojas de la vergüenza, y sonríe por eso.

—No, pero por eso mismo es que yo tengo que lavarlo.—Soobin niega, divertido.

—De todas maneras lo haré yo.

—No mientras no lo permita.

—¿Acaso me quitará el suéter y se lo llevará? —el alfa pareció meditarlo. Para después sonreír.

—Cuando te quedes dormido, te lo quitaré. Así yo lo lavaré, y no tendrás que preocuparte por eso. —Soobin carcajea. Su tema de conversación está lejos de ser normal, y eso le encanta.—¿Dije algo gracioso?

—Usted es gracioso. —Yeonjun levanta una ceja. Luego hace un puchero.

—No es cierto...

—Sí, lo es. —sonríe. El mayor niega. —Creo que debo dejar de antojarme helado, por su culpa estamos discutiendo... pero es algo tan rico... —Yeonjun rie.

—Perdón si soy muy intenso.—Soobin acaricia su rostro con su mano libre, negando. —Además, los antojos son involuntarios, y no me molesta nada en consentirte. —su corazón late frenético.

—¿En serio? —asiente.—¿Aun si me antojo fresas con papas fritas? —asiente de nuevo con una sonrisa.—¿Ramyeon y gomitas de manzana? —dice más ilusionado. Yeonjun levanta una ceja, extrañado. Aún así, asiente. —¿Ensalada de pepino con chocolate?

—Bien, eso ya es raro.—Soobin forma un puchero. —Pero si no te hace daño, tal vez pueda hacer un esfuerzo para conseguirlo. —el omega aplaude emocionado. Y Yeonjun no puede estar más feliz de verlo de esa manera. Provoca que su corazón lata desesperado; tan solo viendo su hermosa sonrisa.

—Si me consigue eso, juro que lo besaré.—lo abraza del cuello, en un tono meloso dice. Pero al sentir el cuerpo del mayor tensarse y él mismo sonrojarse, se da cuenta de que sus palabras podían ser malinterpretadas.—M-Me refiero a besarlo en la mejilla, por ejemplo... —se separa de él para verlo a la cara. Consiguiendo que Yeonjun besara su mejilla. Mejor dicho la comisura de sus labios.

Soobin siente sus orejitas colorearse y calentarse. Cuando separa su cabeza, toma las mejillas del rubio y está dispuesto a besarlo, pero en los labios. Sin embargo, unas manitos tocan su rodilla, interrumpiendo.

Ambos, omega y alfa voltean a ver a la pequeña interrupción.

—¿Má? ¿Pá? —el niño pequeño los mira con lágrimas en los ojos. Sosteniendo una figura de acción en su pequeña manito izquierda, pues la derecha descansa en la rodilla del omega. Yeonjun y Soobin se miran entre sí, pues aparte del momento bochornoso que los tiene avergonzados a ambos, no saben como reaccionar ante el pequeño.

—¿Te perdiste, pequeño?... —Soobin reacciona primero. Lamentablemente soltó el agarre que tenía con Yeonjun para darle su atención al menor que sollozaba.

—Má. Ca...sa. —murmura. Un pucherito en sus labios. Soobin tiene ganas de proteger al pequeño.

—¿No sabes dónde está tu mamá? —Yeonjun esta vez es quien pregunta. También nervioso.

El menor niega con su cabeza. Frenético. Soobin decide cargarlo, pero por su pancita hinchada que lo impide, Yeonjun decide cargarlo él.

—Her... manito. —señala el vientre hinchado de Soobin. —Ca... sa.—murmura. Agitando su muñequito de juguete. Esta vez ya no llora. Pues está siendo cargado.

Soobin por inercia toca su vientre, y Yeonjun aprieta ligeramente más la cintura del omega, atrayéndolo a él.

—¿Hermanito?... —repite el omega. 

—¡Pá! —señala a Yeonjun. Y antes de que el niño pudiera decir algo más, una mujer aparece, jadeando y soltando feromonas de preocupación.

—¡Por la Luna, Joongeon! Estás aquí... —La pareja nota que la omega está embarazada, y entienden que es la madre del niño inmediatamente porque el menor rie.

—Oh, usted debe ser su madre. —extiende al niño y la omega de inmediato abraza al menor.

—Sí, soy su madre. Muchas gracias, en serio... —estaba al borde las lágrimas. Hace reverencias largas.

—No, no se preocupe, señora... —Soobin hace también una pequeña reverencia. Yeonjun le sigue.

—Gracias por mantenerlo en su lugar. —el niño agita las manos hacia su madre, con una sonrisa en sus labios. —No sé que hubiera echo si no lo encontraba... —dice preocupada.

La mujer agradece una vez más, y la pareja se despide finalmente porque la fémina parecía apurada.

Luego del momento algo extraño, Yeonjun decide hablar.

—Se veía que estaba muy preocupada...

Soobin sonríe nostálgico.

—La entiendo. —acaricia su vientre. —Tal vez mi bebé no ha nacido todavía... pero... —Yeonjun toma su mano que está sobre su pancita. Y entrelaza sus dedos. —Pero si algo le pasa a mi cachorro... no sé qué haría...

El rubio sonríe.

—No le pasará nada. ¿Y sabes por qué?

Soobin lo mira curioso.

—Porque te tiene a ti como padre. El omega más fuerte que he conocido en mi vida.—el menor siente sus labios temblar y sus ojos picar.—Tu bebé es el más afortunado de todos por tener a Choi Soobin como papá.

—Deténgase...

—Es el más cariñoso. —el omega niega. —El más lindo, —un nudo en la garganta. — el más inteligente, genial y...

Soobin aprieta los labios.

—Y me tiene a mí como mejor amigo. El mejor tío del mundo. —su pecho se oprimió de una manera que no podía entender.—Tu bebé definitivamente será el más consentido de todos.

"¿Mi bebé? ¿Y por qué no nuestro?"

"¿Por qué tío y no padre?"

De nuevo ese dilema.

Los labios del alfa cayeron en su frente.

Recibiendo caricias tiernas porque comenzó a llorar por sus palabras.

Y aunque Soobin pensó ese día aún más, que Yeonjun lo veía sólo como un amigo, nunca se imaginó que el rubio se obligaba a decir esas palabras sólo para ocultar sus verdaderos sentimientos. Sentimientos que en esos momentos, ni él mismo comprendía.

—Te quiero.

—Y yo más, Binnie.—un beso más en su cabeza, y Soobin se acurrucó más en los brazos de su alfa.

De su amigo alfa.

␦| ¿Quién? © ¿sookai/soogyu/yeonbin/taebin? ᭀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora