—No sé que pasó en la fiesta. Te lo juro. —Taehyun habló jugando con sus dedos.—Siento que... que por una parte es mi culpa. Pero...
—¿Me estás diciendo que tú dejaste en cinta a Soobin? —espetó con frialdad. Viendo al alfa con los ojos llorosos. Y labios temblando.
Iba a romper en llanto. Más cuando vio al pelinegro dudar en su respuesta.
—Sabes que... yo confío en tí. Como tú confías en mí, ¿verdad, Gyu?—habló casi en un hilo de voz.
—Ahora no. Ahora no confío en tí, Taehyun. —lágrimas bajaron de sus mejillas. Si hubiera sido un omega, sus feromonas agrias hubieran llenado con rapidez la habitación cerrada.
Kang bajó la vista. Para decirle.
—No estoy seguro. —tomó sus manos. Beomgyu las apartó rápidamente. El pelinegro sintió un apretón en el pecho.
No le gustaba ver así a su amado novio. Pero prefería mil veces decirle la verdad, a que siguiera con su relación como si nada.
Como si no dudara en ser quien preñó al omega.
—¿N-No estás seguro? —jadeó.—¿Cómo no puedes recordar que tuviste sexo con Soobin y lo dejaste en cinta?—murmuró. Taehyun quiso tomarle el rostro para besarle la cara con delicadeza, para decirle que todo estaría bien. Pero no podía, y cada segundo más se volvía una tortura.
—Te juro q-que no... Yo jamás te mentiría, mi osito... —dijo afligido. Beomgyu solo lloraba más.
—Estos días... con nuestro lazo sentía mucha p-preocupación. ¿Realmente no estás seguro?, no sigas mintiendo. —lo miró a los ojos. Su nariz estaba rojita.
Taehyun solo se sentía peor.
Quiso hablar, pero Beomgyu se paró de su lugar.
—A la próxima que me veas, y me quieras hablar. Que sea solo para decirme que realmente estás seguro de haberlo hecho.—cada letra de sus palabras destilaban pena. Tristeza. Su voz estaba quebrada.—Luego de eso... por favor acabemos con esto.—el alfa abrió sus ojos en grande. No podía estar pasando. —Y toma tu responsabilidad. No me interpondré entre ustedes.
Estaba a punto de irse de la habitación, de no ser porque el pelinegro lo tomó del brazo.
—N-No te vayas.—sus feromonas eran agrias. —Y-Yo... solo quise decirte la verdad, Gyu. Yo te amo a tí, a nadie más. S-Si de verdad yo lo dejé en cinta, no significó nada. Él no me importa como tú.
Beomgyu lo miró con un brillo en los ojos. No sabía si eran las lágrimas, o las esperanzas que sus palabras le provocaron.
—Soobin es nuestro amigo. Es mi amigo. —dijo.—Y no me importa si eres mi novio. Para mí, ahora eres el alfa que lo dejó en cinta y que debe de tomar parte de la responsabilidad.
—Pero te dije que no estoy seguro... y-yo...
—Mentira. Deja de mentirte y de mentirme. Todo encaja, Taehyun. ¿Por eso te desapareciste durante toda la fiesta?, tiene sentido. —dijo con un tono hilarante. —Te amaba. —pronunció débilmente. —Aún te amo. —soltó más lágrimas. —Pero ya no estemos juntos. Ahora tienes una familia.
Lo último le dolió tanto a él, como al pelinegro que lo veía dolido.
—Beomgyu... mi osito... —jadeó por última vez cuando lo vio irse. Cerrando la puerta a su paso.
Hueningkai le extendió una botella con agua.
—No se ve bien, hyung...
—Es una alergia, nada más... —su nariz estaba rojita. Causa del llanto.
—¿Seguro? —Beomgyu asintió. Sin querer tomarle atención.
—¿Soobin?
—Está en camino. Dijo que demoraría un poco porque tenía algo que hacer.
—Espero que no se demore mucho. Lucas dijo que sólo vendría aquí hoy. No sé cuando volverá de nuevo, ya que no vive cerca. —murmuró.
El pelinegro asintió.
Sin saber que a unos metros, el omega estaba siendo acorralado por un fornido alfa.
—¿Por qué lo hiciste? —enterró su nariz sin su permiso, olfateando y lamiendo. Soobin temblaba en su lugar, sus piernas se doblaban.
No le gustaba tenerlo así. Odiaba su tacto, pero se dejó, porque de lo contrario aquel usaría su voz de mando.
Y a Soobin no le gustaba que usaran la voz de mando en él.
—No t-te entiendo...
—No te hagas el idiota, omega. Sé que te revolcaste con ese alfa.
Abrió los ojos en grande.
¿Cómo es que...?
—¿Alfa? ¿Qué alfa? —se hizo al desentendido.
¿Había una posibilidad de que Chan supiera o hubiera visto al alfa que lo dejó en cinta?
—Ese mismo. Y mírate, ahora te pusiste gordo y feo. —se separó para verlo. Su vientre estaba levemente abultado.
Soobin se cohibió. Sin embargo, decidió ignorar esas palabras hirientes, para poder sacarle información.
—¿Cuándo lo viste?
—¿Qué?
—¿En q-qué momento le viste?...
—¿No es obvio? , lo ví entrando al mismo cuarto que tú. No soy idiota. Tu celo llegó, pero lo primero que hiciste fue llamarlo a él.
Tragó saliva. ¿Llamarlo?
—Nunca me dijiste que tenías un alfa cortejándote.
—P-Porque...
—Y parece que te abandonó. Porque no lo veo por aquí.
Bajó la vista.
—Te lo mereces por ofrecido. Ahora ni siquiera puedo follar contigo. Hueles horrible. —soltó asqueado.
Un alfa territorial oliendo en un omega el aroma a leche, sabiendo que no es su cachorro, es el peor aroma que podría percibir.
Más si él estaba cortejando al omega.
Se hizo chiquito en su lugar.
—Ni lamiendote puedo quitar ese horrible olor. Ya no me sirves.
—E-Espera, Chan...
Le dolía cada palabra que soltaba. Pero eso ahora no le importaba.
—¿Era alto?... —Chan enarcó una ceja. —¿E-Era delgado? ¿cómo... era?
—Se supone que tú lo sabes.—dijo burlón. —Deja de hablarme, cuando estamos en clases también. Sólo me da asco.
Soobin tenía los labios temblando. Quiso decir algo más, pero.
El alfa desapareció de su vista con rapidez.
Fue así que rompió en llanto.
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␦| ¿Quién? © ¿sookai/soogyu/yeonbin/taebin? ᭀ
FanfictionDesde aquel día lleno de música, alcohol, sexo y drogas, al sentir síntomas de aquello tan temido por cualquier omega universitario, se juró encontrar al responsable de quien destruyó su futuro por completo. Y para su fortuna, tres personas eran la...