Chapter Thirty-nine

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Sus manos encajan a la perfección con las de su mayor.

Lo lleva de espaldas hacia su cama.

El rubio finalmente termina abrazandolo por la cintura. Su pequeña y estrecha cintura es víctima de los toques de sus manos tibias que se escabullen por debajo de su camiseta.

Sus labios van besando su cuello con cariño. Sin segundas intenciones.

Ambos paran, Soobin toca con sus piernas el borde de la cama.

Su nido sigue ahí.

-¿Está bien?

El menor asiente.

Le da permiso a que entre a su nido. Algo que no ha permitido hacer ni a Beomgyu.

Quiere separar su agarre de las manos del menor, pero este no se lo permite. Su rostro aún está en la unión de su cuello.

Jadea cuando sorpresivamente Soobin jala su cuerpo contra el suyo, ambos cayendo a la suave cama llena de ropas. El pelinegro queda bajo el mayor que aún tiene sus dedos unidos a los suyos.

Se levanta, y es entonces así que mira al omega.

Ama como sus mejillas están rojas. Y sus ojos lo ven con un extraño brillo.

Le sonríe, y él también de vuelta, mostrando sus hoyuelos. Yeonjun acaricia su mejilla derecha, y por inercia Soobin cierra los ojos, apegándose más a su cálida palma; después siente que los cabellos que estaban en su frente son apartados y recibe un beso tierno en aquella parte.

-¿Todo bien? -pregunta con recelo.

Y Soobin decide decir la verdad.

-Ahora que estoy con usted, sí.-el mayor rie avergonzado, el pelinegro sonríe satisfecho. -Lo digo en serio.

Yeonjun apega su nariz a la suya, para después frotarla con suavidad, como jugando.

Ambos sienten el aliento del otro.

-¿Nos acomodamos mejor?

Choi asiente de inmediato.

Luego de arreglos y de que Soobin hiciera espacio para su amigo en las tantas prendas, al fin pudo abrazarlo del cuello y recibir un largo beso en la mejilla.

Su mano acaricia su cintura. Y el pelinegro le pide más, se apega más al cuerpo contrario enrollando una pierna en el torso del mayor.

Jadea bajo cuando las manos de su hyung sostienen sus regordetas mejillas.

-Soobinnie.

Sonroja abruptamente. Porque recuerda muy claro como Yeonjun le dijo "bebé" al tocar la puerta de su habitación.

-¿Qué pasó? -pregunta. Su sonrisa se borra en instantes. Y eso Yeonjun lo nota. -No te presionaré en hablar si no quieres. Puedes contarme cuando puedas hacerlo. -acaricia su pómulo. Soobin medio sonríe.

Amaba a su hyung.

Para intentar cambiar de tema, dirige sus dedos hacia el antes moretón.

-Junnie, ya no duele, ¿verdad?

Niega con una sonrisa en los labios.

-Gracias a que lo tratabas siempre.

-Es lo menos que podía hacer por todo...

-¿Por todo?...

-Por todo lo que hace por mí.

Yeonjun rie.

-Es verdad... -coloca un puchero.-siempre me da de comer, me regala bocadillos, me da consejos y me abraza cada vez que estoy mal... y-yo... -lo mira a los ojos cuando acaba de decir todo eso. Sus dedos delinean su pómulo ya mejor que antes. Menos morado.

-¿No te dije ya por qué lo hago?

Lo sabía. Su lobo quería cuidarlo.

Y le pareció muy raro y lindo a la vez cuando lo oyó por primera vez.

-Aunque no sólo mi lobo.

Soobin siente su corazón latir frenético por lo que confiesa.

-Quería protegerte. Cuando te veía desde lejos, quería hacer lo que sea para estar contigo y cuidarte.

Sus labios tiemblan. Siente ganas de llorar inevitablemente.

-Y tal vez aún te parezca raro que un extraño te haya pedido cuidarte, que quiera darte de comer y todas esas cosas. Pero no me arrepiento de habértelo pedido. No me arrepiento de haberte conocido. Nunca lo hice ni lo haré.

Justo en el momento en el que voltea a Soobin bajo suyo, este suelta un gemido causa del llanto que lo embriaga.

Las palabras se atascan en su garganta.

Los "Te amo" se atascan en su garganta.

En cambio suelta sollozos. Y Yeonjun como siempre, lo consuela, mientras que acaricia su rostro y piel. Mientras que le dice palabras tiernas al oído.

No tenía a nadie con él. Recuerda como hace semanas deseaba a alguien que lo acompañe y quiera, alguien que estuviera a su lado a pesar de todo.

Y ese alguien ahora tenía nombre y apellido. Era rubio y sus manos eran las más suaves del mundo al igual que su aroma era el mejor.

Yeonjun besa cada rincón de su cara. Desde su frente, nariz, mejillas y mentón.

Soobin no logra soportar.

Toma con delicadeza ambos cachetes. Y ambas miradas se encuentran con anhelo de nuevo. La diferencia es que ambos quieren lo mismo.

Soobin ya no llora.

Soobin entre abre los labios. Y el rubio junta sus frentes.

-Te quiero. -siente de nuevo querer llorar por los nervios que le embargan. -Te quiero mucho, hyung.

No hay nadie que pueda interrumpir.

Tampoco timbres indicativos a recesos o algo parecido.

Y luego de días. O tal vez de semanas.

Sucede. Eso que ambas almas anhelaban con la misma intensidad. Cuando los besos en la mejilla y frente no eran suficientes para querer demostrar su amor el uno del otro.

Ambos pares labios se unen en un suave beso.

El pecho de Soobin sube y baja con rapidez. Siente una corriente recorrerle cada rincón de su cuerpo, Yeonjun tiembla en su lugar. Mientras apresa los labios del menor con más suavidad, su respiración es irregular.

Los labios del omega se sienten demasiado irreales. Como algo que pensaba ser imposible, pero ahí estaba.

Un par de movimientos más y se separan.

Se separan por la falta de aire. Y Yeonjun toma esta vez sus mejillas, otra vez juntando sus labios a los suyos. Esta vez hay más fricción, más frenesí en cada movimiento.

Soobin suelta una lágrima. Y otra y otra. Yeonjun quiere que el tiempo se detenga.

-Te... a... mo. -murmura entre sus labios. No es tangible, y tampoco quiere que lo sea. Yeonjun sigue con su labor de besarlo con suavidad, con tanta delicadeza que siente estar en un lugar seguro. Más seguro que un simple nido de ropas.

Se siente diferente.

Porque cada vez que besaba a los alfas con los que mantenía relaciones, no le provocaban cosquillas en el pecho como ahora. O tampoco le hacían sentir una gran corriente recorrerle el cuerpo.

Y sabe porqué no es igual.

Porque está enamorado de Yeonjun.

Lo sabe cuando siente que sus labios son dulces. Cuando son tan esponjosos como las manos que nunca dejaron de acariciar su rostro con amor.

Yeonjun se separa de él por la falta de aire, de nuevo.

Y ambos se miran a los ojos. Ambos están sonrojados hasta las orejas, y sus respiraciones son agitadas.

Sin embargo, la tensión aparece con rapidez.

Soobin recuerda porqué está llorando.

Yeonjun porqué es que no respondió a su "Te quiero. " con un "Te amo. "

␦| ¿Quién? © ¿sookai/soogyu/yeonbin/taebin? ᭀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora