-¿Soobin-hyung?
Ambos se dejaron de tocar, alarmados. Separándose al instante.
-¿Qué fue eso?-preguntó algo aturdido.
-T-Tae, ¿C-Cómo sabías que...
-Me parece que eso es lo menos importante ahora. -cruzó los brazos. Miró a sus dos mayores, quienes estaban tan rojos como una cereza.
-No hacíamos nada... solo le daba... -el rubio quiso excusarse, pero no encontraba respuesta coherente.
Taehyun suspiró.
-Hueningkai me dijo que viniste a la biblioteca. Y aquí le encontré. -Soobin asintió. Mientras que se bajaba el suéter que yacía antes levemente levantado para recibir caricias en el vientre. Totalmente nervioso.-¿Son novios y no nos han dicho? -mencionó al ver sus dedos entrelazados.
-¿Te refieres a esto? -señaló sus manos que aún a pesar de la situación no se separaron. -Solo le daba cariño... de amigos. -Soobin asintió aun si le dolió escuchar eso.
Taehyun enarcó una ceja.
-Los amigos no se quieren besar la boca. -dijo. De nuevo ambos se avergonzaron, intentando explicarle que no hacían más que darse afecto mutuo de cariño. Muestras de amistad.
-Tenía algo en la cara y... Yeonjun-hyung quería quitarlo...
-Sí... y tenía que quitarlo porque... porque...
-Ya, está bien. No necesitan decirme más excusas. -el pelinegro suspiró.
Soobin quiso hablar de nuevo, mas se vio interrumpido.
-Soobin-hyung, necesito hablar contigo. -el mencionado colocó una mueca dudosa. -Ahora. Y si no es ahora, lo más pronto posible. Porque...
Ambos veían expectante al alfa menor.
-Porque esto es muy importante para usted.
Quiso agregar que también tenía que ver con su cachorro. Pero tan solo alarmaría al rubio.
Y en tan pocos días aquel parecía ser el alfa del pelinegro por años, por la manera posesiva y sobreprotectora en que trataba al omega.
No quería armar más problemas.
-¿Luego de clases estaría bien?-Soobin murmura. Yeonjun no aparta su vista del alfa. Por alguna razón, algo no le da buena espina.
-Sí, claro.
-¿Qué tan importante? -Yeonjun pregunta. Taehyun se tensa.
-Es algo privado.
-¿Tiene que ver con el bebé? -consultó dudoso.
-No, para nada. -mintió. Yeonjun le dejó pasar.
El menor no podía seguir así.
Él iba a ser quien descubriera quien era el alfa que embarazó a su amigo. Aunque el menor ya no estuviese dispuesto a encontrarlo debido a una nueva compañia.
-Entonces lo veo después, hyung. -dijo para sonreír fugazmente. Con tristeza oculta debajo de esa mueca falsa feliz.
En cuanto se marchó, se ocultó por algún estante. Vio como se fijaban que ya no estaba, para de nuevo acurrucarse juntos y comenzar a reír bajito. A compartir besos en la mejilla y frente, y hablar amenamente.
Esos dos tenían algo.
Taehyun se pasó todo el día tratando de hacerle recordar lo que habían quedado.
Soobin estaba extrañado. Su amigo comenzaba a comportarse raro con él.
Puesto que de la nada intentaba hablarle sobre su salud y de sus comidas. Como si tratase de parecerse a alguien más.
Como si tratase de parecerse a Yeonjun.
Una vez estuvo guardando sus cosas con nadie en el salón, y suspiró para dejar el aula, escuchó una conversación.
-¡Deja de mentir!-una risa resonó. -Sé que te gusta. No... te encanta.
-Cállate, Wooyoung...
-Pero le mirabas como si fueras un idiota. Y el Yeonjun que yo conozco no miraría a alguien así.
-Aquí el idiota eres tú. Ya no molestes, Woo. -el omega quiso salir del aula de una vez para ir con su hyung. -Soobin-ah no me gusta.
Cuando antes tenía sexo con cualquier alfa, sentía cosas maravillosas. Sentía estar en el paraíso. El placer que se le brindaba era increíble.
Pero siempre le faltaba algo. Algo que no entendía que quería y que le faltaba. Siempre tenía sexo, pero nunca en su vida hizo el amor con alguien.
Jamás sintió necesidad de tener un novio, o de siquiera desearlo en lo más profundo de él. Jamás sintió tantos nervios al tener a alguien tan cerca suyo. Jamás sintió tantas ganas de besar los labios de alguien.
Jamás se enamoró de alguien con locura.
Y por ello tampoco sabía con exactitud porqué sintió que su pecho le dolió al oír eso que dijo su mayor.
Trató de ignorarlo pero sintió un nudo en la garganta "inexplicable". Salió del salón y se encontró con los dos.
-¿Soobin? ¿No estabas en el baño? -preguntó aturdido.
-No. Recogía algunas cosas... -sonrió levemente. A pesar de querer llorar.
Pero lamentablemente tenía feromonas. Y por supuesto que las soltó, éstas siendo más agrias que con facilidad se podían comparar con algún limón.
Ambos alfas lo notaron, y el de hebras rubias reaccionó primero, es por eso que sin pensarlo mucho se acercó a él, para que de inmediato lo abrazara por la cintura.
-¿Todo bien?...
Soobin asintió. Mientras correspondía su abrazo, rodeando su cuello. Para enterrar su nariz en la unión de su hombro, aspirando su aroma.
-Solo que... pensé que había perdido un libro... y-y me puse mal... p-porque...
Esa excusa fue muy débil. Sin embargo decidió no preguntar más.
-Está bien, Soo. No te preocupes por eso, ¿sí?
Él negó. Mientras que el menor comenzaba a calmarse al tiempo en que Yeonjun le daba caricias en la cintura, Wooyoung veía toda la escena, estupefacto.
-No quiero ir con Tae, hyung. -el alfa besó rápidamente su hombro en cariño. Cosa que hizo avergonzar al pelinegro y que hizo actuar más indignado al mejor amigo del rubio.
-Parece que de verdad es algo importante... no creo que debas de plantarlo...
-Aún así... -no quería separarse de su agarre.
-Te parece si... luego de que hayas hablado con él, ¿nos veamos?-susurró en su oreja, haciendo que llegue a tensarse como nunca.
Esto hizo que el menor sintiera emocionarse de inmediato.
-Está bien. -trató de ocultar su alegría. Lográndolo, porque después el rubio acarició su cabeza peinando sus cabellos con suavidad.
-Entonces me avisas cuando acabas, ¿sí, Soobin-ah?
-Hm.-se separó de él, para darle un beso en la mejilla que lo hizo sonrojar hasta las orejas.
Wooyoung se aguantó las ganas de molestar a su amigo porque sabría que un buen golpe le esperaba. Y no mencionó el hecho de que ambos parecían ser una pareja de novios.
Porque en definitiva los amigos no hacían eso.
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␦| ¿Quién? © ¿sookai/soogyu/yeonbin/taebin? ᭀ
FanficDesde aquel día lleno de música, alcohol, sexo y drogas, al sentir síntomas de aquello tan temido por cualquier omega universitario, se juró encontrar al responsable de quien destruyó su futuro por completo. Y para su fortuna, tres personas eran la...