Epílogo

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Cuando supieron que Wooyoung y San se casarían, se dieron cuenta de que el tiempo pasaba realmente rápido.

Pues parecía apenas ayer que se enteraron de que Wooyoung logró cortejar a un omega que realmente quería mucho.

Taehyun y Beomgyu pronto se mudarían juntos debido a que así lo decidieron. Para ello, debían de regresar rápidamente de dónde se encontraban para asistir a la fiesta que éstos organizarían por esta noticia.

No era sorpresa tampoco que Hueningkai encontrara al amor de su vida. Una linda omega abogada que estaba cortejando desde hace un tiempo, y que esperaba que lo aceptara.

Hablando de abogados, claro que el caso del vino fue solucionado, pues Lucas logró ganar el caso a su favor, y claro que el padre de San pagó una buena cantidad de dinero para que no cierren su empresa, y para que no haya ningún cargo en su contra.

Lo que hace el dinero, sí.

Y hablando de dinero, era lo que más sobraba en los bolsillos de los Choi.

Si antes el padre de Yeonjun ganaba una fortuna, ahora gana el triple. Sólo por tener ingresos por parte de la compañia del padre de San, quien paga por su seguridad. Pues no era novedad que todos quisieran herirlo por cometer un crimen como tal.

Y hablando de crímenes, deberíamos de hablar sobre cómo Yeonjun puede ser considerado un secuestrador por llevarse a su esposo hasta Hawaii sin haberle avisado.

¿Por qué?

Se suponía que su Luna de miel sería en la isla de Jeju. Y sería en la siguiente semana.

Definitivamente Soobin no tenía mínima idea de que aquello pasaría. ¿Debería de dejar chantajearse a cambio de potes de helado de chocolate?

Recibió un vaso de helado con una cucharita a cambio de subirse a un avión. Él ni siquiera se dio cuenta de que en menos de cinco minutos estaban yendo a otro lugar que no fuera su casa.

Pero no podía. Tenía muchos antojos últimamente y todo por su cachorro caprichoso.

Yeonjun un día tuvo que levantarse a las tres de la mañana sólo para hacerle un batido de chocolate con mermelada de maní. Pero no podía quejarse; porque amaba besar el vientre hinchado de su hermoso omega cada que podía. Hasta le hablaba sabiendo que no lo escucharía, aunque Soobin amaba que lo hiciera.

—Quiero helado. Dame más, hyung. —cruza los brazos mientras lo mira con una faceta seria. Están en un carrito de golf con un guía que maneja, recorriendo la zona en el patio del lujoso hotel de cinco estrellas.

—Ya te dije que no, Soobinnie. No puedes comer tanto dulce. —le peñisca la mejilla derecha con suavidad, y su esposo bufa, molesto.

—Pero de verdad tenemos hambre... —hace un puchero. —Además, me obligaste a venir aquí, y es lo menos que puedes hacer por nosotros.—picotea su espalda con su dedo índice.

—Pero, Soo, tú me dijiste que te gustaba el lugar, y...

—No me dejaste empacar nada, hyung, nada. —se queja mientras cruza los brazos. Yeonjun evita reír por lo lindo que se ve, con su barriguita toda hinchada por su embarazo.

—Está bien... Pero cuando lleguemos al hotel en... —no continúa hablando porque su Soobin lo besa.

—Gracias.—dice cariñoso. —Te amo, Junnie. —Yeonjun no evita sonreír.

Desde que ha recibido más contratos y con eso más alianzas con otras empresas, las últimas semanas han sido de puros ingresos. Y aunque no ha sido mucho el incremento de capital porque su gerente favorito -o mejor dicho su lindo esposo- está en reposo desde hace siete meses, podría decir que le está yendo bien.

␦| ¿Quién? © ¿sookai/soogyu/yeonbin/taebin? ᭀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora