Chapter Fifty-one

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Cuando se ve al espejo, asiente.

Una ropa casual. Jean rasgados, una camisa normal color negra, y encima se colocó una chaqueta de cuero.

Entre sus manos tiene una peluca.

Una de cabellos color negro.

Se la coloca y asiente de nuevo.

No parece él, y eso es lo quería. No parecerse a él.

En pocos minutos, en una moto de último modelo va a la dichosa fiesta.

Está tan nervioso que sus manos cubiertas por guantes comienzan a sudar. Sus pies golpean repetidamente el suelo, señal de nerviosismo. Acaba de dejar su moto en el estacionamiento remoto.

Traga saliva al ver la gran mansión. De las ventanas saliendo luces de colores, sintiendo el suelo vibrar por la alta música. E incluso ve por los balcones que el humo se pasea por las calles con normalidad, a pesar de ser de procedencia cuestionable.

Pero no le importa mucho eso. Él se acomoda mejor la peluca y alza la mirada. Para verse confiado.

Con un nombre y apellido falsos en mente, se dirige hacia la puerta. Un guardaespaldas alto y fortachón está delante de él.

-Kim Hyeo-yoon. -el hombre asiente y le deja pasar.

Yeonjun celebra internamente. Sonríe e ingresa.

Ni bien está dentro, mira mucha gente bailar, apegarse entre sí y hasta besarse. Los aromas están combinados y de igual manera, hasta los sudores, por la cercanía de todos entre todos.

No sabe en que momento es sujetado de la muñeca y un olor a sandía frutal inunda sus sentidos.

Una omega en celo está detrás suyo.

-Hola.-dice melosa. Yeonjun voltea y la mira.

Tal vez es una de las omegas más hermosas que ha visto en su vida, y ella está dispuesta a entregarse, pero se aleja al instante.

-Hola y perdón... -retrocede cada vez más, la chica lo mira con un puchero.

Aunque se sobresalta cuando segundos después un alfa la agarra por detrás para llevarla con ella.

Hubiera intervenido de no ser porque la muchacha parecía disfrutar de eso.

Después durante 10 minutos, omegas tratan de llevarlo a la cama, pero Yeonjun no parece querer. No por ahora.

Aunque estaba considerándolo cuando una sexta omega le pedía tener relaciones. Quería tener un momento a solas. Tal vez bebiendo o fumando, no lo sabe. Quiere experimentar los placeres de una fiesta antes de acostarse con alguien y luego dormir lo que resta de noche.

Es cuando sus peticiones son oídas, pues alguien lo jala del brazo y le dice.

-Ey, ¿no quieres alcohol gratis? -una voz masculina resuena. Yeonjun voltea y se encuentra con un alfa fornido. Con una sonrisa encantadora, con una lata en sus manos y sus dedos que tienen anillos de plata, relucen.

Por su aspecto deduce que es uno de los populares de la universidad.

-¿Gratis?

-Sí, amigo. Gratis.

Y Yeonjun acepta sin dudar.

Llega a la barra de bebidas alcohólicas y el hombre que lo lleva le pide sentarse. En los asientos a sus costados hay gente conversando, otros fumando, otros hasta tienen sexo en medio de todo el alboroto.

El aroma a marihuana es normal en aquel ambiente, se siente el abrumador calor por la fricción corporal de cada uno. Todos bailan y cantan, puede ver que hasta hay mujeres con ropa corta y provocadora; ofreciendo algún tipo de servicio.

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