3

523 76 17
                                    

Creo que a todos les gusta el reggaeton. Quizá no para escucharlo a diario, pero si para bailar en noches como esta.

Y ese es mi caso... Bueno, es que a mí me gusta la música en general.

Y todo lo que implique bailar hasta olvidarte de tus problemas me gusta.

El problema es que la diversión dió paso al olvido. Y esta tonta de aquí, olvidó que su ex y su “prometido” estaban en el mismo lugar. Y si, por supuesto estaba bailando como si no hubiera un mañana... Con Agustín.

Y si, evidentemente estoy evadiendo a todo el mundo para no tener que dar explicaciones... Mientras jugamos verdad o shot con el mejor amigo de mi ex.

Increíble, ¿No?

No...

Ay, la vida se hizo para vivirla. Así que ni modo.

A llorar a otra parte.

—Se nos acabó. —Agus agita la botella vacía.— Ni modo. Que probabilidad hay.

Gira la botella y como la punta le señala a él, sonríe con malicia mientras frota sus manos.

—¿Qué probabilidad hay de que... Vayas y beses al primer desconocido que veas? Soltero... O soltera, lo que encuentres.

Asiento dispuesta a hacerlo. Me gustan estos juegos.

Y aprovechamos que Melanie viene entrando al privado para tomarla de la mano y sumarla al juego.

Le pedimos que cuente hasta el tres sin darle muchas explicaciones.

—Tres.

—Dos... Ay, yo si quería. —me quejo cruzando los brazos.— Me toca. ¿Qué probabilidad hay de que le hagas un baile sexy a Valentina?

Melanie vuelve a contar.

—Uno.

Aplaudo emocionada, él se pone de pie y se quita la chaqueta antes de salir del lugar. Emocionada tomo la mano de Melanie y juntas seguimos a Valentina.

La rubia baila con Manuel entre risas. Se están contando una anecdota chistosa seguramente.

Hasta que de repente llega Agustín y toma su mano acercándola a él. Y si, le hace el mejor jodido baile de su vida.

Y la rubia lo disfruta. ¿Quien no? Yo hasta le tiraría billete para que se quite la camisa.

Emocionadas le hacemos barra desde arriba. Evidentemente estamos algo pasadas de copas pero lo disimulamos bien.

Cuando Agustín vuelve después de besar la mejilla de la confundida rubia, seguimos jugando. Y esta vez involucramos a Melanie que es el doble de atrevida que yo para los retos.

Así que si, este juego está rozando locura nivel necesitan psiquiátrico.

—Ay, ¿Qué hacen? ¿Puedo jugar?

Levanto la mirada, aún sentada en el piso y soltando un suspiro veo a Camila entrar con Ruggero detrás y sentarse junto a Melanie para sumarse al juego.

Contengo mis ganas de gritarle que se vaya a jugar con su mamá. No la quiero aquí.

Pero también reconozco que ella no tiene la culpa de nada. Ambos éramos libres de volvernos a enamorar así que por supuesto podemos estar con quién queramos.

Es solo que me molesta que intente hacerse la mejor amiga de Agustín cuando ese lugar ya lo ocupo yo.

—Oye, Agustín. —musito envolviendo mis brazos en su cuello.— ¿Verdad que soy tu mejor amiga?

Almas Que Si Son Gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora