Almas Que Si Son Gemelas

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Karol S.

—¿El tamaño, Karol? ¿Es en serio? ¿No sé te pudo ocurrir algo peor que eso?

—Ay ya, que llorón. —me río.— Pero sí es verdad.

—Karol, por Dios. Estábamos con todo el jodido mundo a nuestro alrededor.

—A ver, el chiste era responder. El que se enojaba perdía, y perdiste. —me cruzo de brazos.— Además supéralo, ya acabó el juego.

Indignado se sienta en la cama, dejo caer la toalla y busco mi pijama para ponérmela.

Me siento frente al espejo y desenredo mi cabello antes de aplicar mis cremas de noche. Sonrío viendo a Ruggero a través del espejo.

Que pensativo que se ve.

Cuando nota que le estoy mirando bufa y se va a bañar. Me río mientras conecto la secadora y comienzo a secar mi cabello.

Detesto dormir con el cabello mojado.

Mientras aplico crema en mis piernas y brazos, la puerta es tocada y pido que pasen en lo que ato el nudo de mi bata de seda.

—¿Podemos hablar?

Sonrío viendo a Agustín.

Puedo deducir respecto a qué quiere hablar. Pero no digo nada, solo asiento y me dejo caer en la cama.

—¿Es en serio lo que dijiste?

—No jodas, ¿Tanto les importa eso? —me río.— Ya supéralo.

—Solo di sí o no.

—Pero no quiero. —me cruzo de brazos.— Y no me pueden obligar a hablar.

—Pero necesito saber. Con eso del tamaño te referías a...

Me mira esperando que complete la oración con un nombre. El suyo de preferencia.

Pero yo solo aprieto los labios conteniendo mi risa.

Ay Dios, estos dos me van a matar de un ataque de risa.

Dejo de mirarle con burla cuando vemos a Ruggero salir del baño ya vestido. Centra su atención en su amigo. Arquea una ceja.

—¿Qué haces aquí?

—Mike se llevó a Jessica y su hermana para hacerle el favor a Maxi de quedarse a solas con Valentina, y ellos se acaban de ir a dar un paseo en la playa. Ah, y Melanie y Manuel se fueron a cenar solos. —resume.— Y pues aproveché para venir a preguntarle cosas a Karol.

—¿Ves que es normal? ¡Él también quiere saber!

—Que ambos sean un par de traumados y orgullosos no significa que sea normal. —aclaro atando mi cabello en un moño.— No pienso decir nada.

—Que caprichosa, tan fácil que es dar una respuesta. —bufa Agustín.

—Ay, pero por Dios. ¿Acaso yo les estoy preguntando a ustedes? ¿Te estoy preguntando a ti, Agustín? ¿Acaso te dije quién es mejor entre Valentina o yo? O a ti, Ruggero. ¿Te puse a elegir entre Camila o yo? —les señalo cruzándome de brazos.— A ver, respondan a ver si es tan...