Almas Que Si Son Gemelas

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Camila O.

Acabamos de ver el más cursi y conmovedor video.

Y no miento cuando digo que fue cursi pero perfecto. Yo quiero uno igual el día de mi boda.

Es que, el solo escuchar la canción que él le escribió a ella de fondo mientras un montón de fotos y videos iban pasando, fue realmente perfecto.

Y si, entiendo a todos los que terminaron llorando.

Es que fue perfecto.

Y por eso entiendo a Karol que ahora mismo llora apoyada en el pecho de Agustín mientras todos aplaudimos por tan grandioso video.

—Es que eres tan masoquista. —se queja su amiga.— Te encanta que te duela.

—Si, tienes razón. —musita Agustín.— Pero si después le acaricias dónde le duele, no se queja.

—Dios, ¡Agustín! —sale de su escondite para golpearle mientras de pronto tiene un ataque de risa.

—¿Qué dije?

Valentina golpea su frente.

Maxi y Mike se ríen también mientras Karol oculta su rostro avergonzada.

Ahora sí que está roja pero no del llanto.

¿Soy la única que no entendió el chiste?

Miro a Ruggero, su aspecto serio me hace sonreír.

No soy la única que no entendió.

—Karol es masoquista. —repite Maxi deteniendo su ataque de risa.— Lo suponía pero saberlo es otro nivel.

—No entiendo por qué se repente estamos riendo. —bufa Agustín.

Valentina se acerca a susurrar en su oído. Y podemos ver el calor subir a sus mejillas.

—¡No lo dije en ese sentido!

—Ay no, necesito aire. —Karol se pone de pie.— Voy a llorar. Me siento expuesta.

—Que Agustín te acaricie donde te duela. —se burla Mike.

Y Karol suelta una carcajada mientras se inclina hacia adelante en su silla.

En serio está teniendo un ataque de risa.

Y entonces lo entiendo...

—¡¿Ustedes tuvieron sexo?!

—Ay pero qué feas palabras escogen para definirlo. —se queja Agustín.— Obvio no.

—¿Cómo era Agustín? —Karol le mira roja de la risa.— ¿Hicimos el amor?

—¡Que ridícula!

Su risa es tan profunda y contagiosa que termina causando que el resto de la mesa se ría mientras ella intenta recuperar el aire.

¿Qué tiene de divertido? Es que no lo entiendo.

—¿Pero tuvieron sexo o no? —insisto.

Karol me mira y se incorpora tomando una bocanada de aire antes de tomar un poco de agua.

—No, no, no, Camila. A Agustín no le gustan esos términos. —mueve sus manos.— Es muy vulgar para él. Así que no, no tuvimos sexo.

—¿Y entonces?

—Tuvimos nuestros cuerpos fundidos en uno. —le molesta como si estuviera recitando una poesía. Agustín sonríe mirándola con atención.— Recreamos un video porno.