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Camila O.

Todo ha vuelto a ser como antes.

Desde que Karol se fue a quien sabe dónde, mi Ruggero volvió. Y eso hace que mis días sean más felices.

Ahora sí que me presta toda la atención del mundo, se queda a dormir más seguido y me lleva a bonitos restaurantes a comer.

Nuestra relación se salvó después de todo.

Lo que me lleva a que por su cumpleaños pasamos los más lindos momentos. Solos. Cómo siempre había sido.

Y ya después celebró con sus amigos aprovechando el cumpleaños de... ¿Mike?

Septiembre fue un buen mes sin duda alguna. Y octubre comenzó siéndolo.

Es solo que yo no le agrado tanto que digamos al mejor amigo de mi novio.

Siento que Agustín me odia y ni siquiera tiene un por qué para hacerlo. Pero lo hace igual.

Igual me odia. Igual no puede evitar mirarme mal.

Y es por eso que esta noche me niego a salir de la cama. Y Ruggero por supuesto está molesto por eso.

Sabe que aunque lo intente, no me va a convencer y por ende, no iremos a la cena de cumpleaños de su mejor amigo.

Si Agustín no me quiere, perfecto, no iremos.

Me remuevo cuando veo a Ruggero salir del baño listo para marcharse.

—¿Estás bromeando, verdad?

—No, iré yo. No es necesario que también vayas. —me hace saber.— Que descanses.

—Ay, por Dios. —bufo.— Dame diez minutos, estaré lista.

—No, si no quieres ir, no vayas.

Le ignoro por completo poniéndome de pie y caminando hacia el armario.

Busco lo primero que veo y no tardo nada en vestirme y medio arreglar mi cabello.

Me maquillo en el auto, camino al restaurante, y cuando llegamos, me sorprende que ahora la reunión sean puros hombres.

Quizá si me acostumbré a la rara presencia de Karol en cada reunión.

Ruggero saluda a todo el mundo, hago lo mismo y cuando estoy frente a Agustín, le sonrío.

—Feliz cumpleaños, Agus.

—Gracias, Camila. —sonríe.— Que bueno que pudiste venir.

Ya... Claro.

Evidentemente no le alegra ni un poco que yo haya venido. Al contrario, desea que desaparezca de hecho.

Y su actitud se mantiene por el resto de la cena.

Apenas y se dirige a mi, habla solamente con sus amigos y les agradece solamente a ellos...

La verdad es que me ofendería pero él tampoco me agrada.

Así que ni modo, estamos a mano.

Los amigos de mi novio no son mi prioridad. Mi prioridad es él. Más nadie.

Cuando estamos por terminar de cenar, escucho a Maxi susurrarle al respecto a la sorpresa a Mike y él asiente. Confundida les miro hasta que la típica canción de cumpleaños comienza a sonar.

Y por supuesto, todo el mundo comienza a aplaudir para el cumpleañero.

Me quedo esperando que los meseros traigan el pastel. Pero no sucede.

Almas Que Si Son Gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora