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Camila O.

Ruggero está teniendo una crisis, quizá de ansiedad, de pánico... ¡No sé!

Solo sé que aún cuando su familia llegó hoy, no está presente en lo absoluto, y no ha dejado de moverse de un lado a otro mientras revisa su teléfono.

Llevo mis manos a mi pancita. Me siento incómoda, y no es como si pudiera moverme ahora mismo.

No puedo hacer nada por cambiarla u ocultarla.

Me está picando.

—Ruggero, cariño. ¿Te quieres quedar quieto? Estás mareando a Camila. —le dice Antonella. Él suspira.

—Mamá, ahora no.

—¿Qué pasa? ¿Por qué está tan desesperado?

Me encojo de hombros.

Ayer dijo que iría por mis pastillas pero volvió sin pastillas y con exactamente la misma actitud que ahora tiene.

Su teléfono suena en su mano, de inmediato contesta.

—¿Está bien? Dime qué mi muñeca está bien.

—¿Qué le pasó a Karol? —pregunta Leonardo entre susurros.

Alto.

¿Karol es la muñeca? ¿Su muñeca?

¿Qué clase de chiste es este?

Sin dejar de hablar por teléfono sube corriendo supongo que a su habitación, me muerdo el labio inferior mientras Antonella suspira llevando su mano a su pecho.

—¿Qué habrá pasado?

—Se ve bastante mal, algo seguramente le pasó. —Leonardo me mira.— Camila, ¿Tú sabes algo?

—No, si apenas me vengo a enterar que Karol es la muñeca de la que tanto habla. Hasta tuvo pesadillas anoche.

—¿Pero qué pudo pasar? Ya no está viviendo en New York, ¿O si?

Niego ante la pregunta de mi suegro, ellos suspiran confundidos. Y aunque intento que mi incomodidad no se note, fracaso en el intento.

Y más cuando veo a Ruggero bajar con una maleta y sus cosas en mano.

—¿A dónde vas?

—A buscar a Karol. —responde con simpleza.— Mamá, por favor cuida a Camila.

—¿Pero cómo que te vas a ir, Ruggero? —Antonella se pone de pie.— ¿Qué está pasando?

—Es Karol. —su voz se quiebra.— Ayer salió a dar un paseo pero...

—¿Pero qué?

—Al parecer tuvo un accidente, resbaló y cayó en una vertiente. —toma aire.— Necesito estar ahí.

—Dios mío, yo voy contigo.

¿Ah sí? ¿Quién se va a quedar conmigo entonces?

Hace dos minutos le acaba de decir que se quede conmigo y ahora se quiere ir.

Almas Que Si Son Gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora