—Mami.
Matteo patalea en la cama, levanto la mirada de inmediato.
¿Mami? ¡¿Dijo mami?!
Me acerco de inmediato sentándome a su lado.
—¿Dijiste mami, mi amor?
—Mami. —repite riendo. Beso su regordeta mejilla.
—Mi amor, dijiste mami.
Matteo se ríe a carcajadas. Probablemente piensa que su madre es una ridícula pero es que, Dios. Dijo mami.
Seguramente escuchó mi llamada con mi mamá, o cómo su padre me decía mami para molestarme porque esta mañana no quería contestar sus llamadas.
Sea como sea, estoy feliz. Mi bebé dijo mami.
Voy a llorar.
De inmediato busco mi teléfono y le mando un audio de cinco minutos expresando mi emoción y agradecimiento porque mi bebé dijo mami.
Él me responde casi al instante pidiéndome que me tranquilice y diciéndome que está muy feliz por mi.
Mentira, se muere de envidia.
Porque mi bebé me dijo mami a mi y no le dijo papi a él.
—Te amo, mi amor.
—¡Mami!
Sonrío entusiasmada, beso su mejilla y le prometo que mañana iremos al parque por lo bien que de portó.
Le dejo de nuevo en la cama, él se acuesta con su peluche en mano y sigue en lo suyo mientras la canción se reproduce en la televisión.
Se comienza a quedar dormido y yo me dedico a planchar la ropa limpia que apenas salió de la secadora.
Hoy me propuse llamar a un delivery y comer pollito con mi hijo así que no me preocupé por cocinar.
Y como Ruggero ahora mismo está de viaje, no me preocupo mucho que digamos.
Me encargo de doblar la ropa y guardarla en los cajones antes de salir con los armadores y comenzar a acomodar las camisas. Matteo se mueve en la cama y juega con su patito de peluche.
—Buenas noches, mis dos amores.
Matteo se sienta en la cama de inmediato, sonríe y se mueve en la cama alcanzando a su padre.
Ruggero por supuesto le toma en brazos y le llena de besos como un recibimiento mientras yo desconecto la plancha.
—¿Y eso? Según yo llegabas hasta el lunes siguiente, mi amor.
—Hola, muñequita preciosa. Te extrañé de aquí a la luna también. —musita inclinándose a besar mis labios. Sonrío.— Entre mis actividades tenía cinco días libres, junté todo lo que tenía que hacer y dejé esos cinco días al final para volver pronto y estar con ustedes.
—¿Eso significa que vamos a tenerte cinco días enteros con nosotros?
Asiente, sonrío entusiasmada mientras me lanzo a abrazarle y besar sus labios.
Matteo se queja alejando a Ruggero de mi, me río.
Mi hijo ama a su padre con su vida, pero, detesta con su alma que se me acerque. Normalmente se enoja cuando me ve abrazando a Ruggero.
—No cociné. —musito besando las manos de mi hijo.— Planeaba pedir delivery.
—Perfecto, mi amor. ¿Qué te parece si bañamos a Matteo, nos bañamos nosotros, pedimos comida y vemos una película en el lugar feliz?
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Almas Que Si Son Gemelas
FanfictionLa vida es más sencilla cuando aceptas que no todos los príncipes azules aman a una sola princesa.