Ruggero P.
Salgo del departamento, guardo las llaves en mi bolsillo y camino hacia el ascensor presionando el botón.
Y ni bien lo hago, las puertas se abren dejando ver a Karol y Agustín.
Apenas van llegando así que deduzco que la fiesta y su faena de sexo duraron en serio mucho. Centra su atención en mí, sonríe.
—¡Amigo! ¡¿Cómo estás?!
Ah, y al parecer alguien bebió demasiado.
Karol se ríe empujándolo fuera del ascensor.
—Por una mierda, te dejé solo un minuto y ahora estás cayéndote de borracho. —se queja.— Buenos días, Ruggero.
—Buenos días, Karol. —respondo viéndole tirar de la mano de Agustín.
—¿Me ayudas, por favor? No puedo sola. Sin mentir, tardé media hora en subirlo desde el estacionamiento.
—¿Media hora? —luzco sorprendido.— ¿Desde el estacionamiento?
—Es que está muy borracho, los recién casados en su improvisada luna de miel, Mike con su nuevo ligue y Maxi y Valentina en supongo que una cita. —suspira.— Así que sí, feliz navidad, carajo.
Eso me hace reír.
Es tan dulce cuando se queja...
Le ayudo a llevar a Agustín dentro del departamento, le subimos a la habitación y dejo que busque ropa limpia para él mientras le llevo a la ducha.
Le metemos debajo del agua fría, se queja pero no hace nada por degenderse. Aliviada baja la tapa del water y se sienta en este. Se quita los tacones antes de decir;
—Debería estar tomando una siesta, no ayudando a tu mejor amigo. —bufa.— No he dormido nada en dos días.
—¿Y por qué no estás durmiendo ahora mismo? Pensé que...
Me quedo callado cuando en las palabras que iba a decir. En su lugar, cierro la llave del agua para que Agustín pueda tomar el shampoo y enjabonarse solo.
Está borracho, no idiota.
—Puedes hacerlo solo. —le digo antes de ponerme de pie.— Quizá le ayudes tú.
—¿Y yo por qué? Ayúdalo tú. —abandona el baño antes que yo.— Voy a dormir.
Se quita la chaqueta y abandona la habitación, me quedo esperando a Agustín
Y cuando sale, le ayudo a vestirse antes de hacer que se acueste y por fin salir.
Es irónico que esté haciendo esto cuando hasta hace horas él estaba en la cama con la mujer que amo.
Y debería dejar de atormentarme tanto. Pero es que me resulta imposible.
Cuando una persona se encuentra en tu mente y corazón, es imposible que las cosas que hace no te afecten.
Veo a Karol acostada en el sillón apenas bajo. Está cubierta con su chaqueta solamente.
—Deberías subir y acostarte con Agustín. —musito.— Yo ya me voy.
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Almas Que Si Son Gemelas
FanfictionLa vida es más sencilla cuando aceptas que no todos los príncipes azules aman a una sola princesa.