Tres años después.
—¿Cómo me veo, mami?
Sonrío mientras recojo mi cabello y me arrodillo a sujetar los cordones de Sophia.
—Se ven hermosos, amores míos. —les digo mientras le doy un beso a cada uno.— ¿Listos para irse a celebrar Halloween con el tío Agustín?
Mis hijos asienten al compás. Sonrío mientras Ruggero entra a la habitación con todo listo para nuestra noche.
—Pero qué guapos, mis niños.
Sophia sonríe caminando hacia su padre que deja todo sobre la cama y le levanta entre sus brazos.
—Que hermosa eres.
Y no mentía.
Mi bebé es hermosa. Tiene unos ojitos que enamoran y su cabello largo, lacio y castaño claro, casi rubio, la hace ver como un ángel.
Quería que su primer Halloween sea especial para ella y su hermano porque es la primera vez que acompañará a su hermano. Pero, ella ha elegido su disfraz sola.
Se negó a disfrazarse de una princesa como supuse que querría.
Quiso disfrazarse de calabaza con su hermano.
No sé de dónde Matteo sacó la idea, y no sé por qué Matteo accedió si normalmente no quiere salir a pedir dulces. Pero, el ver a su hermana emocionada, lo vale todo.
Ha sido todo un proceso lograr ese vínculo de hermanos. Pero, ahora estoy segura de que Matteo ama con su vida a mi princesa y lo mismo Sophia.
No pueden vivir el uno sin el otro.
La princesa admira muchísimo a su hermano mayor. Y su hermano, no puede vivir sin hacerlo todo con ella.
Son como dos gemelos.
—Se portan bien, ¿Bueno? —musita Ruggero.— No le suelten la mano a la tía Phoebe.
—Y no le estén pidiendo cosas al tío Agustín. —completo.
Ambos se miran frunciendo el ceño. Esa idea ya no les resulta atractiva.
Sonrío besando la mejilla de Matteo antes de ponerle en la cama y pedirle que se siente junto a su hermana porque les voy a tomar una foto.
Ruggero se pone a mi lado mientras les tomo como quince fotos instantáneas a mis hijos.
Mi esposo se encarga de tomar las fotos recién impresas y dejarlas a un lado mientras yo acomodo el cabello de mi hija y le recuerdo a Matteo que no puede soltar la mano de su hermana.
Cuando Phoebe y Agustín llegan, les pido que cuiden mucho a mis bebés y finalmente se van con la promesa de que en cuánto terminen de recoger los dulces, vendrán.
Regreso a la habitación con mi esposo y emocionada salto a la cama antes de decir;
—Tenemos toda la noche juntos.
—Tengo muchas ideas. —confiesa apartando todo de la cama.— Tengo todo un cronograma.
—¿Ah sí?
Asiente relamiendo sus labios. Sonrío.
—¿Y puedo saber cómo se llama el primer punto?
—Puedes. Pero prefiero demostrarlo.
Una risita se me escapa cuando ambos terminamos en la cama, sus labios buscan los míos y sonrío.
Cuela sus manos debajo de mi suéter buscando mis pechos. Jadeo su nombre sobre sus labios.
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Almas Que Si Son Gemelas
FanfictionLa vida es más sencilla cuando aceptas que no todos los príncipes azules aman a una sola princesa.