Daemon y Rhaenyra- Historias de una familia

Prólogo

Hola a todos! Bueno, es claro que esta pareja es mi nueva obsesión. En mi otro perfil mi obsesión es Star Wars, pero ahora mi corazón también se lo ha robado esta pareja, y por supuesto luego del capítulo 8 es imposible para mí no imaginarme como sería la vida de Daemon y Rhaenyra luego del matrimonio.

Hicieron salto temporal de 6 años, y no supimos que fue de ellos como matrimonio, como familia, y esa escena de Daemon parando la pelea en la cena con solo una mirada simplemente me emocionó, incluso Aemond no fue capaz de decir nada, simplemente Daemon imponiendo. 

Y como las ideas no podían quedar solo en mi cabeza, decidí escribirlas, aunque tendré bastante ayuda, tengo muchas amigas fan de la casa del dragón, dispuestas a aportar ideas frescas y entretenidas, así que acá, les dejo el prólogo de esta historia.

PD: Es posible que la historia no tenga un triste final, y me decida a poner un Happy ending, pero depende de como avance.

Por supuesto, siempre pueden sugerir algo que quieran que escriba y no olviden por favor, dejar un comentario, me hace feliz leer comentarios jeje.

Besos y abrazos.

Jacaerys y Lucerys Velaryon miraban a sus primas Baela y Rhaena Targaryen. Lucerys miró a su hermano Joffrey en brazos de una de las doncellas y luego todos juntos miraron a Rhaenyra y Daemon.

Daemon y Rhaenyra sabían que para sus respectivos hijos sería difícil comenzar nuevamente.

Solo sus hijos sabían que Laenor estaba vivo, Rhaenyra no había podido engañarlos e incluso Laenor se había despedido de ellos, prometiendo volver a verlos, tan a menudo como pudiera. 

Jace ya había aceptado que Laenor no era su padre, pero aun así lo quería. Para Luke era más fácil aceptarlo, porque no había convivido tanto con Laenor como Jace.

Jace había crecido en la fortaleza roja, sin embargo, no extrañaba más que a su abuelo y también a Ser Harwin Strong, pero sabía que ahora la vida comenzaba nuevamente, además de que sabía que su madre ahora sería feliz. 

De cierta manera comprendía, que Ser Laenor no había podido ser un esposo para su madre, él nunca había estado presente, y Jace esperaba que ahora sí, su madre fuera feliz.

Baela y Rhaena por su parte, se sentían nerviosas de comenzar una nueva vida. Acababan de perder a su madre, habían sido felices en Pentos, aunque Rhaena no era tan apegada a su padre como Baela. 

Rhaena y Baela escuchaban constantemente a su padre y a su madre hablar de su tío Laenor y de Rhaenyra, pero ellas nunca pensaron que algún día, su madre moriría y que su padre se casaría con Rhaenyra. Se sentían un poco asustadas de comenzar nuevamente, en una nueva familia, y no sabían si se llevarían bien con sus primos, o con su madrastra. 

Rhaena ahora solo tenía la cercanía de su hermana, y hasta eso le sería arrebatado, porque era probable que, en algunos meses, Baela se fuera a vivir a Driftmark, bajo la tutela de su abuela Rhaenys. 

Jacaerys y Lucerys miraron lo nerviosas que parecían sus primas, todos habían perdido a alguien, pero ahora, comenzarían nuevamente. 

Su madre les había enseñado que debían ser solidarios y caballerosos, fue por eso que notando que ellas se sentían nerviosas se acercaron a ellas para guiar su camino.

Para ellos, era un regreso al lugar en donde habían residido el último tiempo, para Rhaena y Baela, era un nuevo hogar. 

Daemon observó a sus hijas y asintió. De cierta manera, incluso él estaba nervioso.

La tensión la rompieron Syrax y Caraxes que volaron sobre Rocadragón.

Sin poder evitarlo Rhaenyra y Daemon sonrieron, recordando la última vez que Syrax y Caraxes se habían encontrado en Rocadragón.