Capítulo XX

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¡Hola a todos! Wow no puedo creer que ya van 20 capítulos.

Este fue un pedido por interno, y le agregué de mi cosecha obviamente.

Espero les guste, aunque si hay alguien a quién le gusta Alicent, este no es el capítulo jaja.

Sé que Aemond y Helaena son los hijos favoritos de Alicent, así que pondré cosas malas de ella hacia ellos, pero no tanto como con Aegon.

Besos y abrazos y los dejo para leer. Recuerden dejar un comentario jeje me hace feliz leerlos.


Jacaerys, Lucerys y Aemond acomodaban las cosas de Aemond en el cuarto, mientras las doncellas observaban algo nerviosas la interacción entre los niños.

¿No se suponía que esos tres se odiaban porque Lucerys le había quitado el ojo a Aemond luego de que Aemond intentara matar a Jacaerys?

Sin embargo, las doncellas observaban como Aemond y Lucerys acomodaban las cosas de Aemond y se burlaban el uno del otro cuando sus manos dolían porque aún estaban heridos.

Jacaerys se encargaba de ubicar la cama en un lugar que los tres pudieran conversar de noche, que era la razón por la que Lucerys y Jacaerys dormían juntos habiendo decenas de cuartos más en la fortaleza. 

Probablemente Aemond podría haber elegido otro cuarto, pero los niños lo habían arrastrado hacia allá.

- Ven, esto te gustará- dijo Lucerys casi arrastrando a Aemond hacia la ventana del cuarto- Está cerrada, pero podemos abrirla- dijo Lucerys mirando de reojo a las doncellas.

- Mi príncipe- dijo una de las doncellas- La princesa Rhaenyra dijo que no podían abrir la ventana cuando estaba oscureciendo- dijo la doncella y Lucerys la miró con unos ojos que hacían difícil que ella pudiera decirle que no.

- Pero mamá no está acá- dijo Jacaerys mirando a la doncella mientras que la otra doncella los miraba nerviosa. 

- Mi príncipe, lo siento mucho- dijo una de las doncellas- Pero la última vez que abrieron esa ventana terminaron escapando a los nidos de dragones y Syrax casi los quema

- Pero ahora ya sabemos que no debemos hacer eso, además, nuestro tío Aemond cuidará que no hagamos nada- dijo Jacerys empujando a Aemond hacia el frente que lo miró confundido.

- Hummm, sí, claro- dijo Aemond intentando ponerse serio, aunque le costaba un poco.

Las doncellas miraron a los niños como si en realidad fueran a creerles eso, Jacaerys era solo 3 años menor que Aemond ¿Realmente esperaban que ellas creyeran que Aemond controlaría a sus sobrinos?

- Mis príncipes, nos retiraremos, confiando en que no abrirán esa ventana- dijo una de las doncellas y la otra les guiñó un ojo.

Aemond miraba impresionado ¿Las doncellas acababan de darles autorización de abrir la ventana a pesar de que Rhaenyra había dicho que no? ¿Ellas no serían despedidas o encarceladas por desobedecer una orden de la princesa?

- Gracias- gritó Lucerys  y las doncellas cerraron la puerta.

- Oh, no te preocupes, mamá y ellas se llevan muy bien, son buenas amigas, las cosas acá no son como en el palacio, nadie encarcelará a nadie por hacer algo así- dijo Jacaerys mirando a Aemond y entre los tres abrieron la ventana.

Aemond quedó impresionado con la vista del mar y los dragones volando libres cerca de sus respectivos nidos.

La ventana daba a una perfecta vista de Montedragón e incluso el calor podía sentirse si se acercaban demasiado al borde de la ventana. 

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora