Capítulo XLV

724 90 42
                                    

¡Hola a todos! Acá un nuevo cap. De relleno eso si jaja y con +18 

No olviden comentar y votar.

besos y abrazos

Rhaenyra Targaryen sentía que su presión bajó rápidamente. Había sido un accidente. Un grave accidente. 

Sus doncellas y ella habían estado moviendo algunas cosas de la habitación que compartía con su esposo. Él estaba en los nidales asegurándose que todo estuviera bien. Y ella simplemente cometió un error.

Entre todas las cosas que habían sacado para traer nuevos muebles a la habitación, habían tomado un baúl donde Daemon solía guardar cosas, y entre ellas....estaba Hermana Oscura. 

Por supuesto, Rhaenyra no lo recordó hasta que encontró la cera con que Daemon solía pulir el filo de Hermana Oscura y entonces recordó que él dijo que no llevaría su espada porque le dificultaba la movilidad en los nidales, y recordó el momento exacto en que él la guardó en ese baúl antes de salir.

Y ese baúl, se había ido al puerto, en un barco que ella no había logrado alcanzar.

Por supuesto, alcanzarlo en Syrax sería fácil, ¿Él problema? Nadie sabía en qué barco había partido, eran cosas que serían vendidas por sus doncellas, cosas que ellas le habían pedido y ella les había dado. 

Nadie sabía a qué barco el precioso baúl había sido vendido. 

Habían partido tres barcos, y encontrar cuál de los tres era podía llevarla a diferentes partes del mundo y no era lo suficientemente rápida para interceptar los tres.

Necesitaba ayuda, y sus hijos y hermanos tenían que ayudarla.

¿Lo hicieron? Por supuesto que no lo hicieron.

Aemond y Helaena se pusieron pálidos al saber lo que había pasado y desaparecieron de allí sin decir nada.

Aegon y Jacaerys tragaron pesado y pusieron sus manos en los hombros de Rhaenyra.

- Suerte- dijeron ellos antes de desaparecer también.

Lucerys, Rhaena y Baela desaparecieron antes de terminar de escuchar lo que Rhaenyra decía.

Y por supuesto, Daeron se llevó a Joffrey de allí ya que todos se habían ido.

- Por supuesto que huirían- dijo Rhaenyra sentándose en la escalera, sintiéndose miserable.

Sabía lo que esa espada significaba. Era la espada de Visenya Targaryen. Era una espada más famosa aún que Fuego Oscuro.

Y no solo eso, era una espada que significaba demasiado para Daemon, fue la espada que Jaehaerys le dio cuando lo nombró caballero.

...Y ella la había perdido...

Se agarró la cabeza con ambas manos y Elinda llegó a su lado.

- Mi señora, la encontrará- dijo Elinda y Rhaenyra la miró a los ojos. 

- ¿A tiempo para que él no se de cuenta?- preguntó Rhaenyra y Elinda tragó pesado.

- Bueno, el príncipe ya llegó al palacio, de hecho la busca- dijo Elinda y Rhaenyra sintió un escalofrío. 

- ¿Podrías decirle que salí a dar un corto vuelo en Syrax?- preguntó Rhaenyra y Elinda tragó pesado.

- ¿Yo también tengo que mentirle?- dijo Elinda asustada y Rhaenyra la miró suplicante- Lo haré- dijo Elinda casi temblando partiendo a distraer al príncipe.

Rhaenyra salió por un pasadizo que solo ella y Daemon conocían, era el lugar que usaban para poder ir al pueblo sin que los demás los vieran, porque a veces, querían salir a divertirse solos. Solo a veces.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora