Daemon y Rhaenyra- Historias de una familia

Capítulo I

Hola a todos, acá un nuevo capítulo de esta historia. He recibido algunos pedidos que ya estoy preparando para un próximo capítulo así que ya verán de que va.

Gracias a todos los que leen y comentan, me hace muy feliz y me motiva mucho leer sus comentarios.

Besos y abrazos.

Daemon estaba sentado completamente desnudo en uno de los sillones de la habitación, solo lo cubría una fina manta que usaba a petición de Rhaenyra por si alguien entraba a la habitación, aunque eso era poco probable.

Él observaba con diversión y orgullo la escena frente a él, su sobrina, completamente agotada y con los cabellos desordenados sobre la cama.

Ella sonreía mientras lo observaba y haciendo un gran esfuerzo se puso de pie.

Definitivamente había sido una noche maravillosa, aunque estaba exhausta, habían hecho el amor durante toda la noche, o más bien él la había follado con pasión durante toda la noche luego de que ella lo provocara durante la cena. 

- ¿Aún tienes energías para llevar a volar a Rhaena y Baela?- preguntó Daemon y Rhaenyra sonrió mientras se cubría con una manta para ir a darse un baño y relajar sus músculos cansados.

- Por supuesto que sí- dijo ella acercándose a su esposo- Por más que intentaras agotarme, es un compromiso que no reconsideraré, querido esposo- susurró ella en su oído y él sonrió.

- Bien, espero no tengas problemas para montar a Syrax- dijo él y ella sonrió.

- Ya me enseñaste bastante bien como montar a un dragón- dijo ella y él sonrió.

Amaba a Rhaenyra, amaba la forma en que ella siempre lo desafiaba, amaba la forma en que ella aún se sonrojaba cuando él le hablaba y amaba el por fin vivir junto a ella. 

Se puso de pie y aunque también estaba agotado se vistió para cumplir con su compromiso con sus hijastros.

Tal como Rhaenyra le había advertido, Jacaerys y Lucerys estaban desde muy temprano en la arena de entrenamiento de Rocadragón.

Los niños golpeaban los objetivos de entrenamiento y él se dedicó a mirarlos por algunos minutos.

Claramente no tenían una buena técnica, y parecía que les habían enseñado a fallar todos los golpes.

Ser Crispin sin duda se había esforzado en que esos niños no significaran una competencia para Aemond y Aegon, probablemente todo lo que esos niños habían aprendido era de parte de su padre Harwin Strong, pero ahora, él se encargaría de enseñarles a esos niños como luchar para que nadie más los humillara. Jacaerys sería el futuro rey luego de Rhaenyra ¿Cómo un príncipe no sabría luchar? y Lucerys sería el futuro señor de las mareas, necesitaban saber luchar, necesitaban tener experiencia en batalla, y él se encargaría de prepararlos.

Sin que ellos lo sintieran llegar o lo vieran, él tomó a hermana oscura y cortó de un solo golpe el objetivo de entrenamiento.

Los niños lo observaron impresionados y asustados y él frunció el ceño cuando ellos se pararon frente a él con absoluto respeto.

No dijo absolutamente nada respecto a eso, porque Rhaenyra le había dicho que quería que los niños lo respetaran, habían crecido prácticamente solos, y aunque Harwin se había esforzado, ellos necesitaban una figura masculina que estuviera allí para ellos. 

Él observó con orgullo a los niños y tomó una espada de entrenamiento.

Les ordenó atacarlo, y como era de esperarse, ellos fallaron cada ataque.