Capítulo XXVIII

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo, la continuación del anterior así que para los que no han leído el anterior porque solo vieron la noti de este, vayan y léanlo jaja, sino no entenderán que ocurre.

Actualicé rápido porque me bombardearon a mensajes internos de que actualizara ajjajaa. 

Los invito a comentar, he leído todos sus comentarios y me encantan jaja, a veces no alcanzo a responderlos todos, pero en lo general respondo la mayoría jeje. 

Pd: Quería hacer que Daemon y Rhaenyra se rescataran solos, pero ya que están tan emocionados con los príncipes, decidí dejarles a ellos la mayor parte del trabajo jeje. Aumenta el drama, pero da más participación a los niños jeje. 

Besos y abrazos. Y comenten eh? jajaja 

Fue idea de Jace no llegar a Pozo de Dragones, porque ellos sabían que si bajaban allí era muy probable que los arrestaran por orden de Criston Cole.

Ellos bajaron cerca de la costa, y Aegon apoyó su cabeza en Fuego Sol intentando calmarse. 

Jace corrió a abrazar a Baela que tenía lágrimas en sus ojos al igual que él. 

Luke tomaba firmemente la mano de Rhaena que intentaba no llorar, mientras que Helaena lloraba abrazada a Aemond. 

Tenían poco tiempo para liberar a los príncipes de las garras del septo. Y tenían muchas cosas que hacer, tardarían días, pero tenían que comenzar rápido.

Aegon avanzó hacia donde estaban sus sobrinos y primas y los miró a los ojos.

- Nada les pasará a mi hermana y a mi tío, se los prometo- dijo él intentando calmarlos.

- ¿Y si les ocurre algo? - preguntó Luke y Aegon juró que nunca lo había visto tan vulnerable.

- Nada les ocurrirá- dijo él nuevamente, aunque si era sincero, él también estaba aterrado de que algo pudiera pasarles.

Nunca pensó estar aterrado de que algo le sucediera a su hermana, toda su vida le habían enseñado a verla como una enemiga, sin embargo, unas pocas semanas en Rocadragón le habían mostrado que ella nunca fue su enemiga. Que ella era una persona amable y buena, no como su madre siempre le había dicho.

Su madre le había mentido, lo había hecho temerle solo por interés al poder, Rhaenyra nunca lo mataría, solo fueron mentiras de su madre y de su abuelo.

Jacaerys y Luke por su parte temían por su madre, ella estaba embarazada, estaba en el segundo trimestre ya y ella necesitaba estar tranquila. Baela y Rhaena estaban aterradas también, habían perdido a su madre porque ella había tenido problemas en el parto, y ahora Rhaenyra era apresada por el septo ¿Y si ella tenía problemas con su embarazo?

Además, todos temían por el príncipe Daemon, ellos sabían que el septo hace mucho que quería poner sus manos sobre él, y ahora que lo habían arrestado, no sabían que podían hacerle.

- Alguien debe ir por el rey- dijo Jacaerys y Aegon asintió.

- Iré yo, puedo entrar y salir del palacio sin que me vean- dijo él y Aemond asintió- Si no regreso- comenzó a decir.

- Te vamos a buscar- dijo Lucerys mirándolo- No podemos hacer esto sin ti- dijo él y Aegon asintió.

- Bien, si no estoy aquí a medianoche, vayan por mi- dijo Aegon y ellos asintieron.

- Nos encargamos de las personas- dijo Aemond tomando la mano de Helaena y Aegon asintió.

- Aemond, Helaena, tengan cuidado- dijo él abrazando a sus hermanos antes de que se fueran y Aemond asintió, mientras que Helaena le dio un tierno beso en la mejilla.

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora